La costumbre del poder

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  • ¿Seremos capaces de obligarlos a cumplir el 87 constitucional, o hacerles juicio político?
  • Por Gregorio Ortega Molina

 

RedFinanciera

 

*Con lo que los mexicanos hemos atestiguado estos tres años -casa gris, hermanos, prima, desastre del sistema de salud, víctimas de la violencia, inflación, carestía- ¿consideramos que el presidente de la República ha guardado y obligado a observar el cumplimiento de nuestra Constitución?

No le demos vueltas. El artículo 87 constitucional es claro: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”.

     ¿Cuántos de los presidentes mexicanos lo han cumplido? ¿Cuándo la sociedad organizada, o sus representantes, consideran necesario reconvenir al titular del Ejecutivo, porque ha conculcado su mandato y porque legalmente podemos y debemos exigir cuentas claras? En algún momento debemos tomar la decisión de terminar con nuestra pasividad y empezar el reclamo de lo que nos corresponde como electores: que cumplan.

     ¿Qué tan atrás podemos ir? Digamos que Enrique Peña Nieto debe dejar claro si es cierto que hay un acuerdo de impunidad establecido con su sucesor, y si el compromiso por parte del presidente de la República en funciones fue descarrilar la posibilidad de que Ricardo Anaya se alzara con el premio mayor: sentarse en la silla del águila. ¿Tenemos idea de lo que nos cuesta esta traición al mandato presidencial? El triunfo de la 4T ¿aseguró el bien y la prosperidad de la Unión? La respuesta quedará en la actitud de los electores el próximo 10 de abril, cuando lo que se medirá es el indicador real de hasta dónde piensan llevar la reingeniería social y política de México.

     ¿Estamos contentos por la manera en que Andrés Manuel López Obrador considera que su trabajo -ajustado al mandato constitucional (¿?)- ve por el bien y la prosperidad de la Unión?

     Con lo que los mexicanos hemos atestiguado estos tres años -casa gris, hermanos, prima, desastre del sistema de salud, víctimas de la violencia, inflación, carestía- ¿consideramos que el presidente de la República ha guardado y obligado a observar el cumplimiento de nuestra Constitución?

     Está la otra vertiente del desastre: ¿dónde está la oposición? ¿Creando ciudadanía? Lo cierto es que vivimos en una patria donde las leyes y normas existen, pero nadie cumple ni hace cumplir. La autoridad moral no se estatuyó, y la legal y jurisdiccional se mide en la credibilidad de tres figurones: Alejandro Gertz Manero, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y Julito Scherer Ibarra.

www.gregorioortega.blog                                             @OrtegaGregorio