Aconsejan los expertos, llevarnos bien con las bacterias parásitas

0
61
  • Por Norma L. Vázquez Alanís

RedFinanciera

El cuerpo humano está habitado por miles de millones de microorganismos… pero no se alarme, se trata de bacterias que viven con los terrícolas desde que nacen, pues algunas las adquieren de la placenta y otras al pasar por el canal del parto y en las primeras horas de vida; gracias al contacto con el medio externo normal y a la ingestión de leche materna, muchos millones de bacterias más colonizarán a esa pequeña criatura para que su organismo funcione armónicamente.

Acerca de esos microorganismos, dicen los especialistas que “no sólo vivimos con ellos, sino que no podríamos vivir sin ellos” porque son tan esenciales para la supervivencia y salud humana como el hígado, el riñón o cualquier otro órgano, de manera que la denominada microbiota (conjunto de microorganismos que conviven con animales y humanos) tiene que estar sana y en equilibrio para hacer bien su trabajo, ya que una disfunción puede provocar diversos problemas de salud.

Hay bacterias beneficiosas y otras perjudiciales para la especie humana; cuando el número de las primeras se desequilibra y las segundas proliferan sin control, es cuando surgen los problemas de salud, señala Maribel Saíz Cayuela, quien es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Barcelona, especializada en Biología Vegetal y con postgrado en Dietética y Nutrición.

La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo, incluida la boca y los genitales; su relación con el organismo es simbiótica, pues mientras que las bacterias realizan una función protectora frente a enfermedades y agentes patógenos, además de que ayudan en la metabolización de los alimentos ingeridos, el organismo les ofrece un lugar donde vivir.

Importancia de la microbiota, especialmente del aparato digestivo

Saíz Cayuela destaca la relevancia de la microbiota del aparato digestivo de los humanos, que está compuesta de 100 billones de bacterias y puede ser afectada por la falta de ejercicio físico, de sueño y descanso, o algún otro tipo de horarios alterados, además del estrés, lo cual disminuye el número de bacterias beneficiosas.

Al respecto, la médica Mileidis San Juan Acosta, especialista de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), apunta que “en el tubo digestivo existen entre diez y 100 billones de bacterias, lo que representa una masa de casi dos kilos de peso; se trata de una comunidad muy rica y diversa extendida por todo el sistema digestivo”.

Asegura la doctora, adscrita al Hospital Universitario de Santa Cruz de Tenerife, que la mayor concentración de bacterias del tracto digestivo está en el colon, mientras que en el esófago y el estómago existe una densidad muy baja. La microbiota también es fundamental para tener una buena salud gástrica, ya que ayuda a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos patógenos oportunistas (causantes de enfermedades), estimula el sistema inmunológico y ayudar a realizar parte de la digestión.

San Juan Acosta explica que la microbiota tiene varias funciones, pero la principal es proteger frente a gérmenes que puedan causar enfermedades y actúa en el sistema inmunitario tanto intestinal como periférico sobre el eje microbiota–sistema nervioso–pared intestinal. Está demostrado que hasta el 70 por ciento del sistema inmunológico depende de la microbiota, pues favorece que el sistema de defensa funcione adecuadamente.

Estudios realizados evidenciaron que sólo un tercio de la microbiota intestinal es común a la mayoría de la población, mientras que los otros dos tercios son específicos de cada persona y está determinada por los genes, el ambiente en el que se vive y la alimentación, así que influyen en ella tanto la lactancia materna como una dieta adecuada a lo largo de la vida, dijo San Juan Acosta y agregó que la FEAD sugiere una régimen abundante en frutas, verduras y fibra para promover un microbioma diverso y saludable.

Equilibrio de la microbiota

El correcto equilibrio de la microbiota intestinal es esencial para el buen funcionamiento del aparato digestivo, porque cuando se presenta una desestabilización entre las distintas cepas bacterianas el organismo se ve afectado y se produce una disbiosis intestinal que puede generar desde molestias intestinales, dolores de cabeza y pérdida de energía, hasta enfermedades autoinmunes, obesidad, diabetes, algunos cánceres digestivos, fibromialgia o Parkinson, alerta el médico Domingo Carrera Morán, quien obtuvo su especialidad en Nutrición por el Hospital Saint James de Londres, Inglaterra.

Y recomienda para contrarrestar estos factores llevar una alimentación sana y equilibrada, realizar ejercicio de manera regular, con una adecuada higiene del sueño, evitando la auto y sobre medicación, desarrollando además actividades que permitan minimizar los efectos del estrés.

En tanto que el gastroenterólogo Sushrut Jangu del Hospital Brigham and Women’s en Boston, Massachusetts, y afiliado a la Universidad de Harvard, escribió en un artículo para The Boston Globe que “cada vez más la investigación médica sugiere que la salud del intestino es más importante de lo que habíamos creído antes; estas redes de nervios densas y delicadas que constituyen una cubierta alrededor de los intestinos y el largo brazo del sistema inmunológico que vigila las paredes abdominales, sugieren que estos órganos no sólo digieren los alimentos, sino que pueden regular el ánimo y las emociones; también juega un papel central en la respuesta inmunológica a la enfermedad”.

Relación entre microbiota y excremento

El doctor en Bioquímica Stanislav Dusko Ehrlich, quien es microbiólogo en el King’s College de Londres, indica que la única forma de hacer una fotografía precisa de la microbiota es de manera indirecta con un análisis de las heces e indica que en el presente los excrementos ofrecen una nueva perspectiva de la biología humana.

El equipo de este investigador ha desarrollado una técnica revolucionaria: extraen ADN de las bacterias presentes en las heces e identifican la lista de genes que contiene; gracias a esta decodificación genética han descubierto que hay diez veces más bacterias en el aparato digestivo, que células en todo el cuerpo humano.

A su vez, la especialista en endocrinología, nutrición y metabolismo del Hospital Pitié-Salpêtrière de Francia, Karine Clément, menciona que todos los experimentos científicos apuntan a que en un futuro el análisis de la microbiota se hará a todos los pacientes independientemente de su dolencia y que se podrían curar enfermedades con las bacterias que hacen falta al individuo.

En la actualidad ya se están usando excrementos humanos para curar a algunos enfermos, lo que se conoce como un “trasplante de heces”, y en unos años se podrán identificar los microbios beneficiosos para poder cambiar radicalmente la incidencia de las enfermedades más graves y hasta podrían crearse tratamientos revolucionarios a base de pastillas milagrosas hechas con excrementos, pronostica Clément.

Hoy existen biobancos que guardan en sus congeladores millones de bacterias con la idea de crear probióticos de nueva generación que enriquezcan los intestinos del ser humano, concluye la experta, y aconseja que para cuidar la salud debemos proteger la microbiota, empezando por aumentar el consumo de fibra en la dieta.