La costumbre del poder

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  • Autoridad moral y sumisión
  • Por Gregorio Ortega Molina

RedFinancieraMX

*¿Dónde quedó el propósito de Andrés Manuel de transformar moralmente a los mexicanos, de convertirnos en otros de la noche a la mañana? ¿Cuál es la meta de la 4T? ¿En qué momento la familia se le salió del huacal? ¿Qué lo mantiene atado a lo peor del priismo? ¿No es momento de cerrar la ventanilla de la opinión pública, y ponerse a gobernar?

¿Continúa vigente la afirmación del palero de Palacio Nacional, Hugo López Gatell, y Andrés Manuel todavía es una fuerza de contagio moral? ¿Tiene la autoridad suficiente para, en lugar de gobernar, ningunear a los mexicanos, dividirlos, confrontarlos, pero además y más grave, insultarlos, “pendejearlos” (la palabra está en el diccionario) hasta el cansancio?

Para eludir su responsabilidad y dejar de lado sus promesas de campaña, descarga sus frustraciones con términos hirientes, pero se muestra incapaz de romper su acuerdo con Enrique Peña Nieto, de conceder el indulto a Rosario Robles, quien vive en la cárcel sin sentencia. ¡Vamos!, facilita el engaño a la opinión pública y mantiene en vilo la libertad de Emilio Lozoya Austin, porque le compra tiempo y le facilita autoerigirse en tótem de la lucha contra la corrupción, cuando hace todo lo contrario cuando de su familia y allegados se trata: la solapa, la concede inmunidad e impunidad. Es la 4T.

Olvidando lo elemental de la fuerza real que concede el poder, el presidente de la República eligió el camino de la opinión pública para sostener su gobierno, sostenerse él mismo y salirse con la suya. Quizá sea esa ruta de escape la que lo sepulte debajo de un alud de descontento mostrado por la población, que se quita la modorra mental y abre los ojos, porque ya no soporta el engaño.

Después de La rebelión de las masas, de José Ortega y Gasset, imposible eludir la lectura de Masa y poder, donde Elías Canetti nos pone al día en este tema:

“A la masa lenta pertenece la lejanía de la meta. Se avanza con gran tenacidad hacia una meta, que es inamovible, y en el camino se tiene que pertenecer juntos. El camino es largo, los obstáculos desconocidos, los peligros amenazan por todos lados. No está permitida una descarga antes que se haya alcanzado la meta”.

¿Dónde quedó el propósito de Andrés Manuel de transformar moralmente a los mexicanos, de convertirnos en otros de la noche a la mañana? ¿Cuál es la meta de la 4T? ¿En qué momento la familia se le salió del huacal? ¿Qué lo mantiene atado a lo peor del priismo? ¿No es momento de cerrar la ventanilla de la opinión pública, y ponerse a gobernar?

www.gregorioortega.blog @OrtegaGregorio