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  • Embajadas II
  • Por Carlos Ramos Padilla*

RedFinancieraMX

El gobierno de México es mal calificado por los nombramientos “a modo” de Embajadores y diplomáticos. En el PRI advierten que Claudia Pavlovich podría ser expulsada y el aviso de acentúa para personajes como Omar Fayad y Quirino Ordaz, que vale decir, ninguno de los tres cumple con los requisitos como embajadores de carrera, ni tienen los méritos y si muchas acciones que demeritan su biografía política, entre estos la traición. Ahora activistas de derechos humanos en Panamá cuestionaron y devalúan la designación de Pedro Salmerón como Embajador de México en ese país por los señalamientos en su contra por acoso sexual.

La designación, dijeron, envía el mensaje de que en México se premia a quien es violento. Por supuesto Ebrard guarda silencio y está más comprometido en proponer la expropiación de bienes de CitiBanamex que en cumplir con su compromiso legal y constitucional.

Cuando estalló el movimiento “MeToo” en nuestro país allá por el 2019, Salmerón fue acusado de acoso sexual por alumnas y ex alumnas del ITAM, pero el académico renunció a la institución académica antes de que lo sancionaran. Su nombre tapizó lo que en el ITAM le llaman “la plaza roja”. El exhorto para que el gobierno de López Obrador reconsidere se está multiplicando. Y esta es otra bomba colocada por la SRE que participa de la degradación de México ante el mundo. A Ebrard ya se le señalado de tener en puestos claves a gente muy joven, inexperta y además recién egresada de la Academia, eso en lo interno, pero el espectáculo fuera de las fronteras ya es ridículo y repito, entre escándalos, robos, improvisaciones, propuestas anacrónicas y ahora enfrentar juicios colectivos por gente violenta y señalada por acoso sexual. Hace apenas unos días volvió a la pasarela de la exhibición por irregularidades la secretaria de Educación Delfina Gómez, meses de cuestionamientos al sector salud y reprobación a López Gatell, graves críticas de ex secretarios de Hacienda a la política económica del gobierno, inundaciones en Dos Bocas y nuevas rutas costosísimas del Tren Maya, inflación fuera de control, ataques permanentes al INE y lo que nos faltaba: la burla internacional. Ser embajador significa la enorme responsabilidad y privilegio de representar a nuestro país en todos los ámbitos. Es un cargo de honor y disciplina que descansa en profundos estudios en la materia, conocimiento de idiomas, historia propia y del país al que se llega, cultura amplia, educación e instrucción de alto nivel, relaciones diplomáticas, políticas públicas, religión y conocimiento del derecho internacional.

No se llega sólo como premio de consolación por haber sido un exgobernador perdedor o una comunicadora “perseguida” y menos un académico con historial dudoso con acusaciones públicas. Sabemos que en algunos casos la oferta de las representaciones diplomáticas se da por negociación o en donde se presenten vacantes. Que nos platiqué su historia Isabel Arvide y de cómo se dio su nombramiento, con eso tendríamos una idea más clara de cómo en vendimia política se ganan cargos.

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 (izzi 135)