- Por Ricardo Jiménez
RedFinancieraMX
El peso mexicano seguirá reaccionando con movimientos volátiles al aumento a la mayor aversión al riesgo a nivel global, por la nueva variante del coronavirus, donde varios países en el mundo comienzan a cerrar sus fronteras ante potenciales amenazas de contagios de la nueva cepa Ómicron.
En la Zona Euro varios países ya anunciaron restricciones de viaje a África, principalmente Sudáfrica en donde surgió la variante. Asimismo, se confirmaron casos en Hong Kong, Israel y Bélgica, por lo que previsiblemente se ha extendido a otras regiones del mundo y se corre el riesgo de que se implementen medidas similares a las del segundo trimestre de 2020, con severas consecuencias negativas para la actividad económica mundial.
La Organización Mundial de Salud (OMC) la clasificó como variante de preocupación la nueva cepa Ómicron, lo cual implica que la nueva variante con una de las siguientes características, tiene alto grado de transmisibilidad, un cambio en la presentación clínica de la enfermedad o representa una disminución en la eficacia de las vacunas disponibles.
El tipo de cambio peso-dólar bajo este nuevo escenario previsiblemente seguiría depreciándose con amplias posibilidades de romper el precio de los 22 pesos por dólar, aunque, es importante comentar que en operaciones de la semana pasada de intradía logró superar ese nivel alcanzando un precio de 22.1550 pesos por billete verde.
El peso mexicano marcará un nuevo rango de negoción en las operaciones de esta semana, donde el nivel más bajo se ubicaría en los 21.35 pesos y la cotización más alta se establecería en los 22.40 pesos por billete verde.
La moneda mexicana nuevamente se verá envuelta dentro de un ambiente de operaciones volátiles originados fundamentalmente de la inquietud de varios factores como, el surgimiento de una nueva cepa llamado Ómicrom, la incertidumbre sobre la designación de Victoria Rodríguez como posible gobernador del Banco d México (Banxico) y la perspectiva de alzas de la tasa de interés del Fed.
Una serie de catalizadores elevaron la reciente volatilidad del peso mexicano, donde la curva del peso se ha desplazado al alza y la pendiente e incluso se ha invertido ante las presiones concentradas en los plazos cortos, reflejo de la mayor incertidumbre para el horizonte más cercano.
En específico, la volatilidad implícita de 3 meses en opciones en el dinero se elevó a máximos de abril cercano al 13% desde 10% al comienzo de noviembre. Además, la postura del Fed será signo de un mayor aumento de la volatilidad tras la expectativa de un mayor fortalecimiento del dólar estadounidense en las próximas semanas.
El peso mexicano finalizó en 21.92 pesos por dólar, una depreciación semanal de 5.21%, tocando un precio máximo de 22.1550 pesos, resultando en un rango de negociación semanal que se amplió de 134 centavos desde 42 centavos de la semana anterior, con un promedio de 50 centavos de la semana previa.
La volatilidad del tipo de cambio se incrementó de manera importante en proporción de 2 relativo a su promedio móvil de 90 días y considerando una desviación estándar de 34 centavos en promedio en los últimos 6 días e incluso desde mediados de la semana pasada el desempeño promedio refleja una desviación de 3.5 de volatilidad.
En las operaciones de esta semana, los participantes del mercado estarán atentos a la evolución de la pandemia, al reporte de ventas al inicio de la temporada navideña, al testimonio del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell y Jane Yellen en el Senado estadounidense y la reunión de la OPEP.
En la agenda económica en Estados Unidos incluye los reportes de empleo, cifras del sector inmobiliario, Beige Book y la confianza al consumidor correspondiente a noviembre estimado en 110.7 puntos, previo se ubicó en 113.8 puntos.
En México, se publicará el Informe Trimestral de Banxico y su encuesta de expectativas, tasa de desempleo, finanzas públicas, remesas en indicadores del IMEF y la venta de autos nuevos a noviembre.