- Por Ricardo Jiménez
RedFinancieraMX
El peso mexicano sigue de capa caída frente al dólar estadounidense llevando cuatro semanas consecutivas de depreciación bajo la afectación de factores externos, como el predominio de la expectativa de la normalización de la política monetaria de Estados Unidos en el mediano plazo.
El tipo de cambio peso-dólar sigue operando bajo un entorno de nerviosismo a nivel global por las persistentes presiones inflacionarias a nivel global, lo que ha encendido los focos rojos en varios bancos centrales, entre ellos se encuentra la Reserva Federal (Fed).
Los participantes se encuentran preocupados por el cambio del entorno global, lo cual generó fuertes movimientos volátiles en las operaciones de la semana previa, llevando a la paridad cambiaria hasta un precio máximo de 20.8876 pesos por dólar, aunque hacia el cierre de las negociaciones del viernes finalizaron en 20.70 pesos por billete verde.
En lo que resta de este año, el peso mexicano previsiblemente seguirá desarrollándose dentro de un ambiente de movimientos volátiles, con el pronóstico de que siga depreciándose hasta alcanzar un precio de 21.0 pesos por dólar e inclusive en medio financiero existen estimaciones de 21.20 pesos para finales de este año.
La expectativa de mayores presiones inflacionarias a nivel global, apoyadas por el aumento en los precios de los energéticos y algunos commodities básicos, evento que alimenta a los bancos centrales a mostrar una postura menos flexible.
En el mercado de bonos comienza a descontar esta expectativa, pues la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años presentó un aumento semanal de 14 puntos base para alcanzar una tasa del 1.6%, nivel no visto desde junio de este año.
La incertidumbre ante la falta de un acuerdo entre republicanos y demócratas para aumentar el techo de la deuda Estados Unidos fue otro de los elementos que contribuyeron a la volatilidad del mercado de cambios. Sin embargo, en la sesión del miércoles, el senador republicano Mitch McConnell comentó una propuesta para aumentar el límite de la deuda hasta diciembre.
El dato económico poco favorable anunciado en Estados Unidos también contribuyó al nerviosismo de los inversionistas. La creación de nuevos empleos registró un dato de 194,000 plazas, cuando el mercado esperaba que se generarán hasta 500,000 nuevos puestos.
Ahora hablemos desde el punto de vista técnico, durante la semana anterior, el tipo de cambio peso-dólar dos veces superó su nivel resistencia de los 25.75 pesos por dólar, lo que eleva la posibilidad de se dirija a su siguiente precio techo de los 21.0 pesos por billete verde.
El pronóstico antes mencionado podría ser alcanzado si se continúa aumentado la percepción de riesgo sobre México, pues un riesgo local podría ser la iniciativa de la reforma eléctrica presentada por la administración del gobierno de López Obrador.
La aprobación de la reforma eléctrica podría resultar un mayor costo para los usuarios finales, presión para las finanzas públicas, aumento en la probabilidad de recorte en la calificación crediticia de la deuda soberana de México, menor crecimiento de la inversión fija, salida de capitales y bajo crecimiento económico del país en el largo plazo.
La próxima semana, los mercados financieros estarán atentos a la publicación de las minutas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal y Banco de México, así como las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La agenda económica en Estados Unidos incluye el dato de inflación correspondiente a septiembre, donde los analistas estiman un dato mensual de 0.3% y anual de 5.3%, en el mes previo fue de 5.3%, además, de la publicación de las ventas al menudeo, sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan y la encuesta Empire Manufacturing.
En México, se anunciarán las ventas de ANTAD, actividad industrial al mes de agosto con el pronóstico de los analistas de un crecimiento anual de 4.1% y creación de empleos formales.