- El gobierno debió adoptar medidas para evitar su colapso
RedFinancieraMX
La Isla de Pascua, posesión chilena en el Océano Pacífico, recibe todos los años a miles de turistas, razón por la cual, para cuidar su sustentabilidad, el gobierno debió adoptar medidas para evitar su colapso.
El pasado 18 de octubre la administración del presidente Sebastián Piñera emitió un “decreto supremo” donde se establece la “capacidad de carga demográfica” del territorio chileno ubicado tres mil 700 kilómetros del continente sudamericano, en pleno Océano Pacífico.
Esa capacidad se determina por varias y complejas fórmulas que contemplan 21 variables vinculadas a las dimensiones “socio-ambiental”, “económica”, “cultural” e “infraestructura y equipamiento”.
Esta nueva estrategia comienza en el Aeropuerto Internacional de Santiago, donde las personas que viajan a este territorio deben llenar un formulario de la Policía de Investigaciones (PDI) con todos sus datos personales y presentar la respectiva identificación, sea cédula de identidad o pasaporte.
Sólo tras recibir la autorización es posible embarcar en el avión de la aerolínea Latam, la única que opera vuelos comerciales hacia Hanga Roa, con hasta dos vuelos diarios que llevan a cientos de personas cada día a una de las islas más famosas del mundo.
Los turistas podrán estar en la Isla de Pascua hasta por 30 días y, finalizada la visita, deben devolver una de las copias del formulario a los agentes de la PDI, quienes registran la salida de la Isla de Pascua de las personas.
El Ejecutivo estableció una fórmula matemática para establecer la “capacidad de carga demográfica del territorio especial de Isla de Pascua”, la cual determinará el inicio de eventuales períodos críticos para la habitabilidad.
El objetivo de la estrategia es “determinar un máximo de población que puede haber en Rapa Nui para que no colapsen sus servicios y no sea afectada negativamente la vida de sus habitantes”, gran parte de los cuales viven del turismo.
Pese a que el decreto está vigente, aún resta por definir la forma en que se ejecutará la fórmula y cómo se cumplirá para evitar el colapso y abuso de los recursos naturales disponibles en la Isla de Pascua, estrategia que podría estar en funcionamiento a partir de enero próximo.
A las autoridades les preocupa de manera especial la calidad de los servicios básicos, el manejo de residuos, el estado del medioambiente y la contaminación del mar en el entorno de la isla.
De esta manera, las autoridades chilenas podría determinar que la isla se encuentra en una etapa de “latencia”, lo que impedirá a las personas que no pertenezcan a la etnia Rapa Nui firmar contratos de trabajo o realizar actividades económicas.
Si se decreta como “zona saturada”, las personas que vivan en la Isla de Pascua y hayan perdido la calidad de cónyuges o convivientes de isleños, además de quienes no tengan una relación laboral en la isla, tendrán 30 días para dejar ese territorio.
De acuerdo al censo de 2017, en la Isla de Pascua viven unas siete mil 750 personas y, cada año, reciben unos 100 mil turistas atraídos en gran parte por la magia de sus moai, enigmáticas figuras de piedra conocidas en todo el mundo.
Así, las autoridades chilenas respondieron a un viejo anhelo de los habitantes de esta isla, la cual debe ser protegida con celo para evitar que la sustentabilidad se vea amenazada y una de las joyas turísticas de Chile pierda sus atractivos.