- Bellos atardeceres, playas de fina arena y un mar de agua cristalina, la mezcla de opciones
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Riviera Nayarit se caracteriza por encantar a sus visitantes con bellos atardeceres, playas de fina arena y un mar de agua cristalina; sin embargo, su gastronomía es también uno de sus tesoros más apreciados, considerada Patrimonio Cultural Intangible, que integra la sabiduría de las cocinas tradicionales con toques contemporáneos que hacen de cada bocado, una experiencia única de sabores, texturas y aromas.
Por ello, y con motivo de las próximas Fiestas Patrias, el Tesoro del Pacífico invita a los viajeros que se sientan seguros de viajar a disfrutar de un delicioso recorrido gastronómico a través de cuatro microdestinos que destacan por la tradición de sus platillos y su riqueza cultural.
Isla de Mexcaltitan. – La Venecia Mexicana, como también es conocida y considerada Pueblo Mágico a partir de 2020, está ubicada al noreste del estado y es el inicio de este recorrido donde los viajeros podrán festejar las Fiestas Patrias y degustar sus platillos más emblemáticos, entre ellos: El pescado sarandeado, un platillo donde las brasas en contacto con el pescado fresco y la salsa rojiza que lo recubre se integran de manera sencilla para despertar los sentidos y dejarse llevar por el sazón y sabor de este típico platillo de la región.
Las aguas que rodean a la isla brindan camarones frescos, que se convierten en la base de diversos guisos, entre ellos: la Tixtihuil (un caldo con chile pasilla), perfecto para disfrutar durante una tarde de lluvia, acompañado de un tamal relleno, que en conjunto son una delicia. Por su ubicación geográfica, los comensales pueden saborear platillos frescos, ya que los pescados y mariscos utilizados provienen de la pesca del día.
Jala. – Al sur del estado se encuentra este poblado de ambiente pintoresco y colonial donde el tiempo parece haberse detenido y conservar para deleite de la vista, la mayor cantidad de monumentos históricos. Jala, uno de los cuatro Pueblos Mágicos en el destino, alberga uno de los ingredientes base de la gastronomía mexicana y, particularmente, para su dieta, el maíz. Un elemento de gran versatilidad con el que se elaboran deliciosos platillos, como: las peculiares tostadas gigantes de 30cm, pozoles con diferentes tipos de granos de maíz, gorditas al horno, esquites o los encanelados, el postre típico del municipio.
Por otra parte, Jala ha destacado gracias a una de las celebraciones de mayor riqueza cultural que ejemplifica el sincretismo religioso instaurado en los tiempos de la conquista y la milenaria tradición de los pueblos originarios, La Feria del Elote. Una festividad que se lleva a cabo en los meses de agosto y que tiene la particularidad de premiar la cosecha del elote más grande de la temporada.
Hace unos años, el maíz ganador, con poco más de 60 centímetros, obtuvo el reconocimiento internacional al quedar registrado en el libro de los Records Guinness.
San Blas. – Es un microdestino inigualable en el Pacífico donde una caminata ligera por sus calles empedradas, las edificaciones de la época colonial y el aroma intenso del café recién molido permiten ser disfrutados con una mayor sensibilidad que da la sensación de transportarse a otra época.
Cabe destacar que San Blas es un referente importante para la historia de independencia del país y que puede apreciarse con una escultura en lo alto de La Contaduría, donde el cura José María Mercado se levantó en armas para defender el movimiento independentista y perdió la vida.
La visita a este microdestino permite disfrutar de diversos platillos que se elaboran con ingredientes de la región, que, al fusionarse, logran deliciosas creaciones para deleitar a todo tipo de paladares.
Entre los icónicos platillos de la gastronomía sanblasense, se destaca el pescado tatemado. De fácil preparación que requiere conocer el punto perfecto de cocción del pescado para que, en cada bocado, el ahumado de la leña de mangle y los toques de sal se combinen para brindar una experiencia única de sabor y aroma que lo hacen un imperdible. Otra delicia local, son los sopes de ostión, un platillo obligado a degustar, pues su sabor ahumado provoca en los viajeros el deseo de no irse de San Blas.
Como postre, lo ideal es disfrutar de una rebanada de pan de plátano que se caracteriza por su sabor único, elaborado con ingredientes frescos de la región y de un suave dulzor que puede comerse a cualquier hora del día.
Santa María del Oro. – Ubicado al sur del estado, este microdestino resguarda bellos paisajes naturales de vegetación tropical y refrescantes cascadas que bañan su tierra, que invita al olfato a una expedición de diversos e intensos olores para abrir apetito.
Santa María del Oro ofrece uno de los escenarios naturales más impresionantes de la región, como lo es la Laguna del mismo nombre, ubicada en el cráter de un volcán inactivo y que es rodeada por una basta vegetación que lo convierten en un punto imperdible para visitar. Sin embargo, la belleza de sus alrededores permite también, destacar su gastronomía basada en productos de mar y tierra montados en suculentos platillos que pueden degustarse por cada uno de sus rincones.
El chicharrón de pescado, su plato estrella. Un delicioso platillo que permite disfrutar el sabor fresco de la mojarra tilapia, servido con arroz como guarnición y salsa molcajeteada que, al integrarse, intensifican sus sabores y lo hacen una de la creación más emblemáticas de SAMAO, como también es conocido este hermoso pueblo nayarita.
A manera de brindis y como en toda visita a Riviera Nayarit, la presencia de un destilado mexicano debe hacerse presente. La raicilla es la bebida típica con denominación de origen en Nayarit que todo viajero debe probar como parte de su visita al Tesoro del Pacífico. Por su intensidad y notas ahumadas, esta bebida espirituosa, de preparación artesanal en horno de leña y piedra volcánica, busca impregnar en los viajeros un pedacito de la vasta riqueza gastronómica del destino para que pronto regresen. Por su versatilidad, puede disfrutarse sola o en deliciosos cocteles que realzan su original sabor.
La gastronomía de los 23 microdestinos que integran a la Rivera Nayarit, aunado a la belleza de sus entornos naturales, es motivo para descubrir y seguir maravillándose con la impresionante oferta turística que ofrece a sus visitantes a lo largo del año. Es así como, el Tesoro del Pacífico presenta una alternativa para disfrutar de más experiencias que integran lo mejor de su cultura y naturaleza para que los viajeros disfruten de estancias únicas en cada visita.
Por otro lado, los viajeros que deseen degustar platillos contemporáneos con toques e inspiración en la cocina tradicional de la Riviera Nayarit encontrarán en los restaurantes Carolina, de The St. Regis Punta Mita; El Delfín del hotel Garza Canela San Blas, Emiliano Comida y Vino (Tepic), Tuna Blanca Punta de Mita y Loma 42 Tepic, una interesante propuesta culinaria, que les ha permitido ser reconocidos por la “Guía México Gastronómico, Los Grandes Restaurantes de México 2021”, gracias a sus originales platillos y calidad en el servicio, entre otros.