- Limitaciones
- Por Carlos Ramos Padilla (*)
RedFinanciera
El asunto de la ridícula consulta para enjuiciar a nadie está poniendo muchas limitaciones y tomando ventajas de manera simultánea como si se tratase de tiempos electorales.
Por “veda” se nos ha restringido entrevistas con servidores públicos y menos hablar acerca de logros o avances en proyectos de gobierno.
Por otra parte, previo a la Consulta Popular, aparecieron millones de dosis y este miércoles recién pasado se rompió récord en aplicación con 1 millón 453 mil 638 dosis, cuando el promedio diario ha sido de 291 mil.
Mucha coincidencia en fechas como para incidir en el ánimo social y entonces decidir acudir a las urnas en una muestra espontánea de agradecimiento a la 4aT.
En varios centros de vacunación ya se observa desorganización y en otros dilación en la aplicación de las dosis por faltantes de vacunas. Pero este evidente y preocupante crecimiento en el índice de contagios y fallecimientos parece no interesarle al gobierno como debería. Las medidas sanitarias son flexibles, la supuesta normalidad ha sido tolerada y las aglomeraciones en el transporte público son notorias.
Es una vergüenza comprobar cómo miles de mexicanos han buscado alternativas de protección por las ineficiencias y torpezas del gobierno.
Ebrard, de manera simultánea a fotografiar en el aeropuerto la llegada de contenedores con medicamentos debería también compartir la imagen de la saturación en salas de terapia intensiva y en servicios fúnebres.
Insiste el presidente en que el 30 de agosto se reanuden las clases presenciales y sean abiertos los centros educativos.
AMLO está muy preocupado por su visita a Badiraguato y en promover la liberación de reos en cárceles federales porque señaló que no va a permitir la tortura. Alguien con inteligencia y razón me dijo “así como están las cosas, qué razón hay para permitir todos los días hacer daño a los demás”.
Y parece qué hay esa disposición dado que los problemas centrales no se atienden, menos se resuelven y si las frivolidades que engañan a las personas. Es serio lo que escribo, cada día MÉxico desgasta su imagen en el extranjero.
Y no es que le disgusten las críticas al tabasqueño, es que estamos descalificados en el mundo. Saben de MÉxico por los arrebatos presidenciales, sobre las insultantes ocurrencias de proyectos faraónicos que no se habrán de concluir como el Tren Maya, no entienden esta extraña conducta de recibir vacunas anticovid por tandas y aplicarlas de manera segmentada por edades, zonas geográficas o dependencias mientras la gente sigue muriendo.
Me comentó una familia española: “Carlos es que ya no recibimos buenas noticias de vuestro país. Nada más no pueden resolver el problema de criminalidad empezando por los raterillos callejeros hasta esa rara mezcla de encuentros entre las altas autoridades del gobierno y los capos del narcotráfico”.
Y lamentablemente no hay forma de desmentirlos. En mucho la imagen negativa de los mexicanos ha superado ya a la de los colombianos en su peor momentos, cuando el poder era absoluto de Pablo Escobar Gaviria.
Importantes grupos de emprendedores jóvenes ya no miran a nuestros país para invertir o experimentar con proyectos de tecnología “no vale la pena con ese gobierno y menos si ni a la calle podemos salir porque nos matan” argumentan. Y los europeos conocen y bien a México. Les gusta encontrarse con mexicanos, hablan de Cancún, de la CDMX, saben de Tijuana y de Tepoztlán, pero ya no para venir, hemos perdido el encanto.
Madrid, por ejemplo, vive sus mejores momentos viendo sus calles llenas de turistas sin importar las altas horas de la noche. Jovencitas atractivas en pantalón corto o minifaldas sin temor alguno a ser molestadas. Jóvenes reunidos en plazas públicas y la gran mayoría transportándose en bicicleta.
El Servicio de transporte público limpio, eficiente, sin contaminar y con suficientes vehículos para evitar que por dentro se saturen. El Metro de Madrid muy amplio en sus andenes, con baños, botes de basura (no consideran que alguien arroje algo a las vías), con horarios puntuales, vagones anchos, dignos en donde todos van sentados.
Gente amable atendiendo, auxiliando, resolviendo y no se trata de improvisados y malhumorados policías sino personal capacitado para hacer agradable el día a los demás. No le echan la culpa al pasado, ven y van de frente. Calles y avenidas todas pavimentadas, sin un solo bache y con muchas señalizaciones. Enormes y bien cuidadas áreas verdes.
Módulos de atención turística por todas partes. Policías que cuidan pero orientan, son rígidos pero amables. Y con tristeza vemos que en Mexico nos falta muuuuucho pero muuuucho para llegar a esos niveles. Ya lo estábamos logrando, éramos codiciados, éramos envidiados, hoy nos repelen, les asustamos, nos critican y duro hasta por el grito homofóbico en los estadios.
Pero no hay quien corrija, quien marque el rumbo, quien destine recursos para elevarnos a otro plano. No, no hay quien y que lastima.
(*) Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2