- Teletrabajo como índice de resiliencia empresarial
- Por Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva y autor de Liderazgo para todos
RedFinancieraMX
La flexibilidad en el lugar de trabajo es un determinante clave de la capacidad de las empresas para responder a una crisis, al igual que la flexibilidad financiera y de inversión.
Si bien las empresas con flexibilidad financiera estaban mejor equipadas para capear la crisis financiera de 2008-09, los investigadores encuentran que en la pandemia de Covid-19, las empresas cuyos empleados podrían trabajar de forma remota logran mejores perspectivas.
Empresas con alta flexibilidad en el lugar de trabajo se relacionan con una mayor recuperación del empleo y se alejan de la inversión de capital tradicional, mientras que las empresas con menores posibilidades de teletrabajo dependerán más de la automatización para reemplazar la mano de obra.
Ahora, vale mencionar que la flexibilidad financiera es el acceso de una empresa a fondos internos y financiamiento externo, la de inversión representa el poder de ajustar el momento de los gastos de capital y la que se refiere al lugar de trabajo es la capacidad de los empleados para trabajar de forma remota.
Esta última tiene una nueva importancia a raíz del Covid-19. En la crisis financiera de 2008-09, no jugó un papel en las perspectivas de una empresa, mientras que ahora proyecta un crecimiento del empleo significativamente mayor que aquellos que tienen menos posibilidades de trabajar fuera de la oficina y de la infraestructura acotada de oficina.
En distintos estudios se evidencia que las empresas en el cuartil superior de flexibilidad en el lugar de trabajo predijeron de tres a cuatro puntos porcentuales más de crecimiento del empleo respecto a las firmas que presentaban baja flexibilidad en el lugar de trabajo, que planean retrasar los gastos de capital aún si tenían la flexibilidad de inversión para hacerlo.
La crisis del COVID-19 cambió la forma en que las empresas invierten, observan los investigadores. Los directores financieros de las empresas con alta flexibilidad en el lugar de trabajo informaron desde el principio que sería menos probable que invirtieran en escaparates y espacio de oficinas en 2020, y las encuestas posteriores indican un debilitamiento de la voluntad de dedicar dinero al gasto de capital en el futuro.
Estas empresas se están alejando de la inversión de capital tradicional y probablemente se centran más en tecnologías y activos que pueden facilitar la colaboración remota. Es importante destacar que, incluso a medida que la economía se recupera, las estadísticas macroeconómicas pueden mostrar un gasto de capital lento, lo que podría reflejar la naturaleza cambiante de la inversión en lugar de la debilidad financiera de las empresas.
También puede haber un impacto a largo plazo en los trabajadores. Las grandes empresas con baja flexibilidad en el lugar de trabajo recurren más a la automatización para protegerse contra los cierres en otra crisis relacionada con la salud, que perjudicaría especialmente a los trabajadores poco cualificados y que tienen un mayor riesgo de ser reemplazados.