- Por Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva y autor de Liderazgo para tod@s
RedFinancieraMX
El wealthtech, convergencia entre digitalización e inversión, multiplica las alternativas de gestión del patrimonio disponibles tanto para los usuarios finales como para los profesionales y expertos a través de las plataformas y productos digitales.
Entre los beneficios al integrar tecnología de última generación como inteligencia artificial, aprendizaje automático, machine learning o Big Data a la gestión de inversiones, esta la multiplicación de opciones y su “democratización”: pueden emplearla hasta simples ahorradores para mejorar sus finanzas personales y no sólo profesionistas de la inversión.
Así, en los últimos 10 años surgen infinidad de aplicaciones de fintech que ayudan a ahorrar e invertir de una manera mucho más sencilla, asequible y rentable. A la par de la inversión robo-advisors que el ahorrador personal o una familia deben destinar el 80%, se deben optar por alternativas de diversificación que garantizan retornos de inversión en menor tiempo y generan rentabilidad.
Antes que las fintech aparecieran, se requería mucho capital para acceder a opciones que antes se reservaban para las grandes fortunas y comúnmente alejados de los mercados bursátiles y de renta fija. Así aumentan todavía más la diversificación y disminuyen la volatilidad de la cartera sin disminuir, necesariamente, la rentabilidad global que nos proporciona la gestión indexada vía robo-advisors.
Algunas alternativas a considerar son éstas:
Inmuebles. Las plataformas de crowd-funding inmobiliario permiten la inversión en capital o deuda de operaciones de promoción inmobiliaria o de activos inmobiliarios para alquilar. Con ellas es posible acceder al mercado inmobiliario desde un importe reducido. Entre algunas plataformas para realizar este tipo de inversiones se encuentran Monific, Stockcrowdin, Urbanitae, Civislend, y Estateguru entre otras.
Oro y metales preciosos. Además de poder invertir en ETF o grupo de activos que cotiza en la Bolsa oro, existen aplicaciones fintech como BullionVault, que permiten la inversión directa en oro y otros metales preciosos guardados en bóvedas de Londres o Zúrich..
Arte contemporáneo. Esta es una inversión que se reducía hasta ahora a grandes fortunas. La inversión en arte contemporáneo acostumbra a tener un retorno notable. Existen plataformas como Masterworks que adquieren obras de autores como Warhol, Banksy o Basquiat, en las que se pueden invertir pequeñas cantidades como participaciones de la obra, y al cabo de unos años obtener una revalorización una vez se revendan a algún coleccionista privado.
Préstamos al consumo y corporativos. Existen numerosas plataformas de crowdlending que permiten prestar, en centenares de créditos, tanto financiación al consumo de particulares (como Mintos y otras) préstamos a pequeñas y medianas empresas. La retribución, en este caso, son los intereses que se obtienen en la cartera de préstamos.
• Inversión en ‘startups’. Gracias a las plataformas de equity crowdfunding (Crowdcube, Seedrs, Dozen, Startupxplore, Fellow Funders o Capital Cell, entre otras), es posible la inversión en proyectos que se encuentran en fase temprana y que tienen alto potencial de crecimiento, en forma de pequeños importes.
• Criptoactivos. La tecnología blockchain logra invertir en las criptomonedas, como bitcoin, ether y muchas más, además de otros criptoactivos procedentes de las finanzas descentralizadas o los llamados tokens no fungibles (NFT). Para la inversión en criptoactivos hay que acudir a aplicaciones móviles llamadas exchanges, o casas de cambio. Algunas de las más conocidas son Coinbase, Binance, Kraken o Ledger y Bit2Me. También bancos digitales como Revolut o 2gether ofrecen la posibilidad de adquirir y comerciar con algunos criptoactivos.