- Cuando se enfrentaron en Acapulco los investigadores de ovnis
- Por José Antonio Aspiros Villagómez
RedFinancieraMX
El Congreso de Estados Unidos recibirá alrededor del 25 de junio un informe del Pentágono, la Oficina de Inteligencia Naval y el FBI, sobre lo mucho que sabe el gobierno de ese país de los objetos voladores no identificados (OVNI y, ya sustantivado, ovnis), que ahora también llaman fenómenos aéreos sin identificar (FASI).
Mientras entre la gente común el tema constituye un objeto de burlas escépticas o bien de fe ciega en su naturaleza extraterrestre, en esta ocasión ha sido tomado con seriedad por las autoridades del país vecino porque, si bien trascendió que ese informe no aportará revelaciones sorprendentes, hay otras consideraciones como la violación del espacio aéreo estadunidense por parte de los ovnis, sean estos lo que sean.
Al parecer el informe, del que se han difundido adelantos, dejará fuera la información clasificada, o lo que es lo mismo, seguiremos sin saber si los avistamientos hechos hasta por astronautas y pilotos de la Fuerza Aérea estadunidense, son de naves de origen terrestre o alienígena, ni de dónde vienen estas últimas en todo caso, o qué potencia extranjera las desarrolló en el primer supuesto.
El tema es antiguo y ha sido discutido a partir de fotografías, testimonios e hipótesis, en libros, revistas, televisión y la radio por investigadores independientes, y fue abordado en 1977 en un congreso internacional en el centro de convenciones de Acapulco, Guerrero.
El licenciado Pedro Ferriz Santa Cruz, muy conocido divulgador mexicano del fenómeno ovni, dio mucho apoyo a la organización del encuentro y, como era director de la agencia de noticias Notimex, le brindó una gran difusión. Este tecleador –que también grabó resúmenes para los noticiarios En contacto directo, En punto y En contacto directo nuevo día de Telesistema Mexicano (hoy Televisa)– fue uno de los reporteros designados por Ferriz para cubrir aquella reunión junto con el ya desaparecido colega Octavio Magaña y un camarógrafo.
Durante una semana, del 18 al 23 de abril de 1977, el evento enfrentó a los postulantes de la teoría física con los de la parapsicológica para explicar los ovnis. Unos decían que los avistamientos eran reales, de origen terrícola o extraterrestre, y otros, que eran producto de la mente. Algunos hablaron de mitos, y otros de la autenticidad o falsedad de testimonios verbales y famosas fotografías tomadas durante décadas.
El investigador suizo Erich von Daniken dijo que su interés estaba constreñido a probar que este planeta fue visitado en el pasado por alienígenas, mientras que el astrofísico Allen Hynek, quien colaboró con el gobierno de Estados Unidos en las investigaciones sobre ovnis, sostuvo que la gente ve a Venus y cree que es un plato volador. Un libro suyo inspiró la película ‘Encuentros cercanos del tercer tipo’.
A su turno, Ferriz sostuvo que luego de haber encarado la burla, la carcajada y la perplejidad, llegaba la etapa de la seriedad y por ello los investigadores dejaban la estafeta a los hombres de ciencia. Y junto con el francés Cristian Siruguet como coautor, dio a conocer el libro Los ovnis y la arqueología mexicana (Editorial Diana) con una investigación según la cual, alguna tecnología desconocida estuvo en contacto con las antiguas civilizaciones mesoamericanas y trazó alineaciones extensas y perfectas en lo que hoy es México, que forman figuras geométricas en cuyas intersecciones se encuentran centros ceremoniales prehispánicos donde han sido avistados los ovnis.
El ex sacerdote jesuita Salvador Freixedo, de Puerto Rico, aseguró que los ovnis pueden ser sólo proyecciones de la mente, núcleos de energía síquica o manifestaciones de entidades parafísicas, y recordó que en la Biblia se mencionan casos de “descaradas” intervenciones de los ovnis, como cuando a Moisés se le apareció una nube a la que llamó “la gloria del Señor”.
Para el investigador John Keel no había pruebas de que los ovnis llegaran de otros mundos, y más bien se trataba de un fenómeno ambiental que siempre ha existido y que cada cultura ha interpretado de acuerdo con sus conocimientos. Las apariciones, según él, estaban “relacionadas con el magnetismo y ciertos efectos sobre el cerebro humano”. Otros congresistas lo rebatieron y le lanzaron acusaciones.
Luego habló Jacques Vallée, astrónomo de La Sorbona de París con maestría en astrofísica y colaborador de la NASA, para quien tres de cada cuatro avistamientos eran realmente de globos sonda y otros artefactos creados por el hombre que los testigos no habían podido identificar.
En ese congreso, la NASA, la CIA y el FBI fueron acusados de una conspiración para ocultar documentos sobre el paso de platos voladores por zonas restringidas de exclusividad militar, así como de confiscar evidencias fotográficas e intimidar y llamar subversivos o meter en manicomios a los testigos de avistamientos.
Fue William H. Spaulding, quien analizaba el fenómeno con tecnología moderna, el que hizo tal señalamiento y llamó a la gente a no creer en los ovnis sólo por las imágenes que ven, pues estaba comprobado que fotografías famosas aceptadas como auténticas no lo eran, pero eso no significaba que los ovnis no existieran.
Y si existen, ¿de dónde vienen? El delegado argentino Favio Zerpa mencionó los posibles centros de procedencia: otra galaxia, mundos paralelos o la cuarta dimensión. ¿Y cómo logran moverse? Eso lo explicó el ingeniero mexicano Guillermo Jaimes González Soto con sus pruebas con un plato volador a escala para determinar los principios físicos en que se basa el desplazamiento irregular y veloz de los objetos.
El representante mexicano Guillermo Hesselbach provocó fuertes críticas cuando dijo que en eventos de ese tipo la gente sólo iba a hacerse propaganda, y también fue rechazado el “periodismo poco serio” de la reportera enviada por el diario Excélsior al congreso, quien escribió que la reunión era un fraude y los delegados, unos negociantes.
Así fue en síntesis esa experiencia vivida por el tecleador como reportero, mientras que ahora confiesa que ha visto con asombro las muchas horas de grabaciones de ovnis hechas en Puerto Rico, Estados Unidos y México por Alfonso, uno de sus tres hermanos, quien está convencido de la hipótesis física.