Se comenta solo con…

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  • Jorge/Marcelo
  • Por Carlos Ramos Padilla*

RedFinancieraMX

 

Con un gesto de enorme valor y dignidad Jorge Gaviño Ambriz, exdirector del Metro, lanza un desafío abierto, público, a Marcelo Ebrard: que renuncie al cargo, que pida licencia como secretario de Relaciones Exteriores para que dé la cara y debata, enfrente realidades sobre la Línea Doce del Metro.

Y es que Gaviño está siendo acosado y acusado, hostigado y señalado como “asesino” por enviados, por emisarios cobardes que intentan buscar culpables donde no los hay.

Gaviño ha sido de los pocos que con conocimiento del tema ha demandado en diferentes tribunas, incluyendo el Congreso de la CDMX, que se investigue, se localice a los responsables de la pésima construcción de la Línea Dorada ya que se exigen desgracias como la recién ocurrida en Tláhuac.

Con un discurso moderado pero contundente Gaviño da prueba de que el, poder está para servir y que es necesario generar información correcta a la ciudadanía.

Hay imágenes en donde Ebrard defiende la inyección de trenes en la Línea Doce por corresponder a peritajes internacionales de la mejor calidad.

Eso sirvió a AMLO en campaña para acusar como siempre los excesivos costos de la adquisición de trenes por gobiernos anteriores y señalar, como jefe de gobierno, que los nuevos vehículos costaron muchos menos, Sin embargo, él y Ebrard y Delgado omitieron decir que eran más cortos, más anchos, con ruedas de metal y sin aire acondicionado.

Ahí los ahorros no por eficiencia ni seguridad. Algunos trasnochados morenistas intentan defender a sus compinches señalando, distrayendo para otros lados, incluso piden el desafuero de Miguel Ángel Mancera que recordando por seguridad de los usuarios determinó cuándo Joel Ortega era director del Metro, suspender la operación en once de las 20 estaciones para revisar las obras, corregir errores y reforzar estructuras.

Hoy como argumenta Mariana Gómez del Campo “lo construye Marcelo, se le cae a Sheinbaum y quieren desaforar Mancera”.

Gaviño ha sido franco, no va a tolerar se le acuse de “asesino” y subraya que durante su gestión puede afirmar que por negligencia ni un solo usuario murió, “cosa que no pueden sostener otras personas”.

Durante la gestión de Sheinbaum y Serranía se han presentado tres accidentes con muertes, incendio en el complejo central del Sistema, choque de trenes en Tacubaya y el accidente en Tláhuac.

La jefa de gobierno ha tratado de minimizar la tragedia argumentando que se trató de un “incidente” y el presidente de la Republica no atendió “primero a los pobres” porque ahora considera que eso representa un show del conservadurismo.

Marcelo Ebrard ha sido dos veces protegido por AMLO, la primera luego de los linchamientos en Tláhuac, la segunda después de su autoexilio en Francia precisamente por la Línea Doce y la información que estaba fluyendo desde el escritorio de Joel Ortega quien fuera perseguido mediáticamente por Ebrard por lo ocurrido en el NewsDivine.

Esperamos en verdad que Marcelo no se escude en las mañaneras con su acostumbrada actitud de perdonavidas.

Hay 26 muertos, pero más allá, millones en riesgo por una obra sin proyecto, sin mantenimiento, con improvisaciones y corrupción. 

Mario Delgado sabe y mucho de esto como Sheinbaum de la construcción de los segundos niveles de periférico que en un gobierno que dice proteger la transparencia “reservó” la información y que a decir de varios expertos no estamos lejos de un desplome en periférico como el ocurrido en el Metro.

Gaviño ya lanzó el guante y sabemos que tiene recursos para defenderse y exhibir a quienes hasta hoy se presumen intocables. 

Veremos la estatura y calidad del canciller si responde o no, porque no se trata de enfrentar a Gaviño sino de atender a través de él los reclamos de la sociedad y tal vez de los órganos de justicia.

No importa ya si los morenistas impidieron se instalara una comisión investigadora de lo ocurrido en Tláhuac. Hoy hay la formalidad pública de dar explicaciones.

Los primeros en reclamar son los deudos, de eso no hay duda.

Y si Marcelo no acepta estamos viendo cómo se pueden descarrilar sus ambientes de poder y cómo el costo político para su redentor AMLO y su partido Morena será de escándalo.

*conductor del programa VaEnSerio MexiquenseTV canal 34.2