Señales de recuperación económica en EU y Europa

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81202149. México, 2 Dic (Notimex-Guillermo Granados).- A dos días de que la Residencia Oficial de los Pinos abriera sus puertas al público, cientos de visitantes hacen grandes filas para realizar su recorrido por lo que fue uno de los lugares más protegidos por el ejército y morada del presidente en turno. NOTIMEX/FOTO/GUILLERMO GRANADO/GGV/ACE/4TAT
  • ISM Manufacturero y de Servicios en EU, el más alto en 40 años

RedFinancieraMX

Las bolsas de Europa se comportan mixtas, con ligeras alzas en el FTSE 100 de Gran Bretaña, y bajas en buena parte del continente, de acuerdo con datos de la plataforma global de inversión multiactivos eToro.

Por su parte, las bolsas de EE. UU. abren mixtas, con el índice Nasdaq en ligeras baja, tras el débil cierre ayer. Los mercados están en una etapa de consolidación de precios, luego de los nuevos niveles récord alcanzados días antes.

El impulso económico general sigue respaldando la predisposición al riesgo de los inversionistas y ayer, aunque el comportamiento de los precios fue débil, se aprecia una confirmación de la tendencia. Hay factores que respaldan una perspectiva constructiva en los mercados de valores.

Primero, los datos macroeconómicos de Estados Unidos: después de leer el índice ISM manufacturero la semana pasada, que obtuvo el nivel más alto de los últimos 37 años (64.7 puntos), ayer el ISM de servicios registró el nivel más alto de los últimos 40 años (63.7).

Si se asocia al crecimiento del mercado laboral de la semana pasada, 916,000 puestos de trabajo creados solo en marzo, es evidente que las expectativas generales son de una fuerte aceleración de la economía en los próximos meses.

Las expectativas de recuperación económica también son fuertes en Europa: a pesar de la evidente lentitud del proceso de vacunación en los países europeos, los índices del viejo continente están empezando a descontar una recuperación que impulsada en gran medida por la reapertura general de la economía, más que por medidas de estímulo fiscal.

El segundo aspecto está vinculado a la expansión de los programas de estímulo fiscal de la administración estadounidense, que están impulsando la rotación sectorial de inversionistas hacia sectores como financiero, commodities, transporte y energía: un fenómeno que venimos observando desde hace meses.

El tercer aspecto es la configuración técnica de los índices: con el S&P500 cerrando en un solo día por debajo de la media móvil de 50 días en los últimos cinco meses, seguimos operando en un mercado buy the dip, es decir, muy direccional y que hasta ahora no ha mostrado signos de disminuir.

ENFOQUE TÉCNICO

PETRÓLEO

Por primera vez desde el 27 de octubre, el PM de 50 períodos cruzó por debajo del de 200 días en el marco de tiempo de cuatro horas, manteniendo el WTI en un rango de consolidación entre 57.5 y 63.7 dólares. En esta fase las resistencias más significativas se encuentran entre la zona de 63.7 y 62 dólares, sin embargo el RSI está registrando mínimos ascendentes, confirmando cómo esta fase aparece como de consolidación preparatoria para una nueva extensión alcista, en lugar de una ruptura en los soportes.

Una caída por debajo de 57.5 proyectaría al WTI hacia el área de 54 dólares mientras que, a la inversa, una ruptura de los 62 dólares se centraría en el área de 65 y 67.8 dólares.

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ENFOQUE FUNDAMENTAL

AT&T: Evaluación atractiva, aunque el sector es una incógnita.

El sector de las telecomunicaciones, tanto en Europa como en Estados Unidos, sigue siendo uno de los más infravalorados en los mercados hasta la fecha. A pesar del estallido de la pandemia y el aumento del trabajo a distancia, el contexto sigue siendo muy competitivo para los operadores, la mayoría de los cuales también tienen exposiciones financieras cuyas cargas pesan sobre las utilidades de la empresa.

No obstante, las valoraciones y rendimientos de los dividendos siguen siendo atractivos desde el punto de vista histórico, al igual que el margen para la revalorización del capital.

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AT&T ha incrementado su dividendo durante más de 36 años consecutivos, haciendo que las acciones caigan dentro del grupo de 70 que componen los Dividend Aristocrats. Actualmente la acción tiene una rentabilidad por dividendo cercana a 7%, significativamente superior a su rentabilidad por dividendo promedio de los últimos 10 años (5.6%).

Si consideramos un dividendo anualizado de 2.08 dólares y una utilidad esperada por acción de 3.2 para 2021, AT&T tiene una tasa de pago esperada de 65%, menos que su nivel promedio durante los últimos diez años de 68%.

En los años posteriores a 2010, la empresa ha optado por aumentar siempre el dividendo, aunque sea en una cantidad mínima, a menudo igual a un centavo por acción por trimestre para una tasa de crecimiento anual de la misma de menos del 2% en la última década.

Como anticipación, una de las razones de los incrementos marginales en los últimos años es que el negocio de AT&T no ha crecido considerablemente en los últimos años. Las utilidades por acción crecieron a una tasa anual del 3.8% entre 2011 y 2020 y las estimaciones para el próximo año son de un crecimiento del 3% en 2021, lo que proporciona un cierto margen de seguridad en torno al pago de dividendos futuros.

En términos de valoración, como se anticipó, AT&T como título sigue pareciendo interesante. A estos precios, AT&T cotiza a una relación precio/utilidad cercana a 9.5 veces, en comparación con un promedio de cinco años de 11 veces. Una realineación del múltiplo a niveles históricos para 2026 representaría un potencial de revisión promedio de las acciones de 3.2.% anual en este período de tiempo.

En este sentido, los retornos potenciales de AT&T serían el resultado combinado de un crecimiento del 3% en la utilidad por acción, una rentabilidad por dividendo cercana al 7% y una repreciación promedio anual del 3.2%. En conclusión, en este escenario AT&T podría ofrecer un rendimiento anual promedio general del orden del 13% hasta 2026. En vista de esto, incluso en un escenario de mantenimiento del múltiplo actual, la acción tiene el potencial de devolver rendimientos de dos dígitos durante los próximos cinco años.