Se comenta sólo con…

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  • A cumplir
  • Por Carlos Ramos Padilla (*)

RedFinancieraMX

Está de no creerse la declaración de AMLO, pero va textual: “Los periodistas, los medios de comunicación que defendieron a ese modelo son responsables de que México no tenga los médicos, no tenga los especialistas que requiere ahora con la pandemia”.

No sólo me parece insultante, sino absurdo este discurso. Por su superficialidad, su tontería e incluso de amargura deja en claro que ya no tiene idea de lo que expresa, por ello y otras cosas más,  el tribunal electoral determinó que el presidente López Obrador no puede hablar sobre los logros de su gobierno durante la campaña previa a las elecciones intermedias del 6 de junio.

El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación significa  un obstáculo para la estrategia propagandística de la 4aT.

Durante las conferencias mañaneras, AMLO presume sus avances incluyendo Dos Bocas, su nuevo aeropuerto para la Ciudad de México y una línea férrea turística en la península de Yucatán.

Aprovecha también para atacar, culpar, desprestigiar y difamar a quien su gana le da sin fundamentos ni constancias. Diseña planes que sabe no podrá cumplir y justifica errores como la venta-rifa del avión presidencial.

Cuando no tiene respuestas contesta con “yo tengo otros datos”, y busca villanos favoritos para ganar espacios de popularidad y electorales. Nunca se equivoca y prefiere hablar de su Constitución Moral que de los elevados niveles de feminicidios, homicidios y juergas por la pandemia.

No hay un sólo sector con el que no esté distanciado, confrontado o enemistado. Sin embargo defiende a sus incondicionales aunque se detallen eventos de abusos, corrupción, ilegalidad e incluso mal manejo del erario.

Dice que son “aportaciones” los dineros en fajos que se han recibido para su beneficio. Bajo estos antecedentes y dado que manda al diablo a las instituciones y no respeta los códigos legales, la imposición de la mañanera habrá de registrar cambios sustantivos para evitar que el mismo presidente se convierta en bocina de sus candidatos, en promotor de  Morena y en el primer sujeto que desde su posición manipule, controle o interprete las campañas y al mismo proceso electoral.

Ya sabemos que si no gana todo es fraude, se autoimpone como “legítimo” o simplemente descalifica al órgano electoral.

El tribunal determinó además que todos los funcionarios del gobierno deben “abstenerse de elementos que constituyan propaganda política, personalizada o electoral, logros de gobierno o emitir información dirigida a incidir en las preferencias electorales”.

Veamos hasta dónde llega la prudencia, el respeto y la estatura del mandatario. Lo cierto es que de deberá, tendrá que cumplir con los ordenamientos.

(*) Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV, canal 34.2