- Otro gobernador en apuros
- Por Roberto Cienfuegos J.
RedFinancieraMX
El hecho cierto, al margen de lo que todavía está en proceso de conocerse el desenlace de la trama política del año, es que el controversial gobernador tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca está en apuros y como dijéramos coloquialmente con los “amigos” que lo rodean, pues su futuro resulta todavía más incierto y aún comprometido.
Tamaulipas, un estado popularmente llamado Mataulipas, suma ya más de dos décadas en problemas, parte de ellos vinculados con gobernadores como Manuel Cavazos, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Egidio Torre Cantú. Así que no es de todo raro que toque el turno a García Cabeza de Vaca, hoy sujeto a un proceso de desafuero que podría ponerlo en la antesala de la desgracia política sobre todo si éste se decide en el legislativo federal, por encima del estatal.
A García Cabeza de Vaca ya lo dejaron solo los 11 gobernadores de la llamada Alianza Federalista. Así lo puso en claro el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, cuando expuso que su colega michoacano, Silvano Aureoles, habló al respecto a título personal y no del resto de sus homologos cuando acusó a Palacio Nacional de alentar una embestida.
Tampoco el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, bronco casi por antonomasia, se lanzó al ruedo para defender a su similar tamaulipeco, que está echando mano de todos los recursos a su alcance para zafarse de la trama que lo cerca.
Pero en la intentona parece que ha hecho una mala apuesta, no sólo por altamente costosa desde el punto estrictamente pecuniario, sino sobre todo por infructuosa. En la geografía tamaulipeca, tan vapuleada por el crimen y el narcotráfico, a esa triada de presuntos amigos y salvadores, ya se le conoce como la Santísima Trinidad. Es de dudar sin embargo, que vaya a bastar para sacar del atolladero al gobernador tamaulipeco del PAN.
Fuentes políticas de ese estado apuntan con recelo y aún desconfianza a figuras bien conocidas públicamente como el ex vocero del ex presidente Felipe Calderón y aún hombres de su confianza como Max Cortázar, incorporado en enero de este año como titular de Comunicación y Relaciones Públicas del jefe del ejecutivo estatal, o también al ex particular y ex senador panista Roberto Gil Zuarth, que recién en el caso de este último puso distancia de la propia Alianza Federalista, quizá como un indicio claro de lo que viene y que anticipa un tsunami con un poder destructor o reivindicativo si prefiere de pronóstico reservado, y donde ni todo el dinero del mundo bastará para remediar o contener a estas alturas, en las que quedó claro una vez más quién mueve el poder hoy día en México.
Cortázar, según nuestras fuentes, ha ido demasiado lejos en las redes del poder periodístico establecido, pero aseguran que ni siquiera así podrán impedir el objetivo y menos si abre peleas a cuchillo con la prensa. Habrá que ver si el reputado abogado Alonso Aguilar Zínser logra algo más que deslindar a su cliente de los delitos graves que se le imputan, pero que según este experto del derecho nada tienen que ver con su defendido. Si acaso, según Aguilar Zínser, García Cabeza de Vaca está acusado de un delito patrimoinial, nada que lo vincule al narcotráfico o la delincuencia organizada. Bueno, es claro que mil 250 millones de pesos es un monto disponible sólo para mentes muy por encima de cualquier mortal.
La fiscalía general de la república, en la que confía y mucho el presidente Andrés Manuel López Obrador, dice que hay sustancia suficiente en el caso conforme al expediente.
Ya se verá, pero el gobernador debería quizá mostrar toda su astucia y aún sagacidad ante “los amigos” que lo rodean, algo parecido a lo que ocurrió a propósito de la línea que marcaron con él mismo sus vecinos en el Club de Golf. La cosa se pone buena. Veremos.
@RoCienfuegos1