Textos en libertad

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  • A un año de la huelga en Notimex
  • Con gran tristeza, para mi prima Susana Villagómez Hernández, otra víctima del covid-19
  • Por José Antonio Aspiros Villagómez

RedFinancieraMX

Este 21 de febrero cumple un año en huelga la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, Notimex, y no hay indicios de solución. Usted conoce los detalles porque los medios informativos han dado seguimiento a este prolongado conflicto y algunos articulistas hasta han vaticinado el final de la empresa que, para estas fechas, ya debe haber perdido a todos sus suscriptores en beneficio de la competencia privada.

A lo largo de sus más de 52 años de existencia, Notimex ha estado sometida al escrutinio público y mediático por su origen gubernamental y porque depende en parte del erario. Se le ha criticado su desempeño -a veces injustamente- y nunca se le aplaudieron sus aciertos, ya remotos.

Fundada en 1968 como sociedad anónima e incorporada formalmente al Poder Ejecutivo en el sexenio de Miguel de la Madrid, Notimex se convirtió legalmente en un medio de Estado -ya no del gobierno en turno- hace tres lustros, pero desde principios del siglo actual arrastraba conflictos que la fueron minando.

Algunos de ellos estuvieron provocados por sus directivos, otros por intereses externos y también por un sindicato cuyo dirigente reelecto varias veces, quiso imponer sus demandas a la empresa y lo consiguió en la pasada administración. Y ese es el argumento por el cual decenas de sindicalizados (también antiguo personal de confianza) fueron despedidos en 2019 pero, como conservaron la titularidad del contrato colectivo de trabajo, pudieron estallar hace un año la huelga.

En sus primeros 32 años Notimex logró no solamente sortear las críticas (su “pecado” era incluir información oficial en su servicio noticioso, como lo hacían todos los medios privados) y llegó a crecer, ganar credibilidad y tener presencia y reconocimiento en todo el país y en el extranjero, a pesar de su siempre magro presupuesto aunque sus adversarios alegaban que “vive de nuestros impuestos” y “a todos nos cuesta”: no más de dos pesos al año por cada habitante del país era lo que recibía del erario. Lo demás, eran ingresos propios.

Todo lo bueno y lo malo sucedido en torno a Notimex desde su fundación, fue recabado por este tecleador para escribir su historia. Cómo y por qué se fundó, en qué contexto político, cómo se desempeñaron sus sucesivos directores, qué problemas debieron remontar para que la institución funcionara y estuviera al día en materia tecnológica, quienes de esos funcionarios fueron sancionados o reconocidos y por qué, sus confrontaciones con diversos actores de la información -desde artistas hasta políticos- y con no pocos medios noticiosos a cuyas propias agencias les hacía competencia, las diversas tentaciones o demandas habidas para que cerrara sus puertas, algunas fallas y los muchos aciertos noticiosos que llegó a tener, las coberturas de campañas presidenciales… en fin, todo lo que fue posible documentar, fue consignado en esa historia.

Terminamos el libro en 2015 al cabo de décadas de preparación, y lo fuimos actualizando hasta que en 2019 se logró una pequeña edición -ya agotada- gracias al patrocinio de las organizaciones gremiales Comunicadores Unidos (Tamaulipas) y Club Primera Plana (Ciudad de México), y a sus dirigentes Mario Ángel Díaz Vargas y José Luis Uribe Ortega, con el apoyo del impresor y colega Mario Luis Altuzar (Publicaciones Aldehan, Chiapas).

Ejemplares de esa obra, titulada Notimex. La imagen ‘sexenal’ de México en el mundo, deben estar -porque los enviamos- en las bibliotecas de la Academia Nacional de Historia y Geografía, la Escuela de Periodismo ‘Carlos Septién García’ y el citado Club Primera Plana. Muchos contactos del autor recibieron versiones en PDF.

También hubo el propósito de su publicación más amplia en otros sitios. La directora de la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición, Ana Lilia Arias, lo propuso en 2020 en un programa de coediciones con la Universidad Nacional Autónoma de México, pero no fue seleccionado. Y el Club Primera Plana lo iba a proponer a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, pero la pandemia ha impedido firmar el necesario convenio de intercambio.

Nos hemos olvidado de ese libro, pero no de Notimex, porque durante 30 años fue nuestra casa de trabajo y eso representó muchas experiencias, aprendizaje y aportaciones que nos llevaron a crecer profesionalmente.

Ahora, sólo como observadores damos seguimiento al tema de la huelga y nos intriga qué pueda pasar cuando se resuelva, si es que no la cierran antes, pues se le ha manejado como si dependiera del presidente de la República, a quien no parece interesarle mucho la suerte que corra (el libro narra también qué trato noticioso le dio Notimex al licenciado López Obrador desde que fue presidente del PRD, pero en especial como jefe del Gobierno del Distrito Federal) y con ello se ha perdido el sentido de lo que debe ser una agencia de noticias del Estado todo.