- La criminal gestión de la pandemia
- Mas de 150 mil muertos por las inacciones del gobierno del ejecutivo AMLO, “ la omisión, colusión “el daño imparable de un estado ineficiente: marzo, error de origen ..
RedFinancieraMX
DRA. LAURIE ANN XIMENEZ FYVIE. “– En México a finales de febrero de 2020 confirmaba sus primeros dos casos de COVID-19. El 11 de marzo, la OMS declaraba la pandemia. Para entonces, en relación con Asia y Europa, que ya contaban con un alto número de infectados, México estaba en una posición ventajosa: muy pocos infectados confirmados, así como la oportunidad deponer en práctica lo aprendido por otros países que ya llevaban dos meses enfrentando el virus (clausura de fronteras, tamizajes para todo aquel que entrara al país en cuestión, pruebas de detección masivas, aislamiento de infectados, rastreo de contactos, uso obligatorio del cubre bocas y protocolos de atención hospitalaria temprana).SI, tuvimos la ventaja del tiempo y el aprendizaje previo.
El desafío era claro: había que aprender de los aciertos de los países del sureste asiático, mejor preparados por haber atravesado la epidemia de SARS años antes, y de los errores de varios países europeos que para marzo ya enfrentaban una situación dramática, sobre todo España e Italia. La falta de recursos, un sistema de salud debilitado y una población de más de 129 millones, atravesada por una desigualdad crónica, eran razones más que suficientes para implementar una estrategia sanitaria similar a la de países como Vietnam. La función del estado mexicano es proteger a sus habitantes con acciones eficientes y eficaces, la salud es un derecho humano y la obligación de proveer a su población acciones concretas.
La televisión chilena en junio de 2020, este académico mexicano, que ha desarrollado su carrera en Estados Unidos, indicó que el epicentro de la pandemia se ha intensificado de Forma explosiva en Latinoamérica, continente acicateado por la ausencia de respuestas rápidas y efectivas por parte de sus autoridades sanitarias .«Las autoridades no se ponen de acuerdo y crean información contradictoria y confusión entre la población. En todos los países del continente, incluyendo a Chile, Perú, México y, fundamentalmente, Brasil, hemos visto un incremento en el número de infecciones y muertes», declaró Castillo Salgado, observador entrenado e imparcial sobre todo lo que sucede en Latinoamérica sobre la actual crisis sanitaria. Así, en Latinoamérica se observa una «gran desigualdad en el acceso a pruebas diagnósticas y esto puede implicar que muchas muertes se clasifiquen como neumonía atípica.
La displicencia por la inacción y el discurso condescendiente revelaba resignación ante un curso de acontecimientos que, si bien no era inevitable, sí era predecible, tanto por los modelos matemáticos como Por las experiencias previas de otros países. Desde el principio resultó difícil comprender cuáles serían las acciones y los cambios en la supuesta estrategia cuando pasáramos de la fase 1 a la 2 y después a la 3. Se hablaba de un avance por las fases con tal naturalidad y resignación que quedaba claro que no se tenía la menor intención de impedirlo. La semilla de la falsa narrativa de la inevitabilidad de los acontecimientos que vendrían se sembró desde un inicio.
La OMISIÓN POR COLUSIÓN DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS AUTORES INTELECTUALES DEL GENOCIDIO MEXICANO. 4. FASE 1 .ESPERANZAS Y ERRORES DE CÁLCULO « México continúa en la fase 1 por el coronavirus COVID-19, debido a que hasta el momento los 12 casos registrados son de importación, por lo que no se restringirán los viajes internacionales hacia territorio nacional, no se cerrarán fronteras ni puertos marítimos, ya que estas medidas no tienen fundamento científico sólido sobre el impacto en la disminución del riesgo de transmisión», se informó el 12 de marzo de 2020, durante la conferencia matutina encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
EL MEDIOCRE Y AMBICIOSO : «Ese subsecretario no es de bata, sino de chaleco». La descripción que un ex secretario de Salud hace del «Zar del COVID», el apodo con el que la prensa mexicana ha bautizado a Hugo López-Gatell, alude ,primero, a su falta de experiencia «de campo», como en la jerga médica se llama a aquellos sanitaristas a los que no les tiembla el pulso a la hora de fumigar contra el dengue y que acumulan miles de horas atendiendo en consultorios y enseñando en las comunidades a potabilizar el agua y lavarse las manos correctamente.
La gestión de la salud pública: alguien tiene que hacerlo y en México hemos tenido buenos ejemplos de ello. El detalle es que quien lo haga debe hacerlo bien. Y, exceptuando el breve periodo en el que, al principio de la pandemia, López-Gatell tenía subyugadas a miles de mujeres —y hombres, claro— que suspiraban por este cincuentón delgado y de voz cristalina, la trayectoria del máximo responsable de la gestión de la pandemia tendía a ser bastante mediocre y olvidable .
Eso, claro, hasta el momento en que las cifras de muertos a causa de COVID-19 y de la errada estrategia sanitaria de López-Gatell empezaron no solo a hacer descender su imagen positiva en los medios, sino que fuera denunciado formalmente por mal desempeño, e incluso homicidio, por varios legisladores de nuestro país.
EN MANOS DEL PODER PUBLICO DE IGNORANCIA EN MATERIA DE SALUD: Es verdad que el niño mimado de López Obrador no se cansa de adular en público a su jefe —en realidad, el único que tiene, pues Alcocer Varela es a todas luces un secretario fantasma—. A diferencia del doctor Anthony Fauci, su par estadounidense que varias veces y en forma pública ha contradicho a su jefe, el ahora ex presidente Donald Trump, López-Gatell permanece en silencio ante los claros errores del presidente, que él replica sin chistar, pues en apariencia el pacto que hizo fue el siguiente: obedecer ciegamente al presidente a cambio de obtener favores y ascensos. Prueba de ello es que, en agosto, Andrés Manuel López Obrador le cedió a la subsecretaría de López-Gatell el control de 13 unidades administrativas y órganos desconcentrados de la SSA, entre los que destacan la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión Nacional contralas Adicciones (Conadic).
El subsecretario GENOCIDA de prevención y promoción de la salud esté a cargo de la Cofepris, un órgano hasta agosto independiente y hoy degradado, lo convierte en uno de los funcionarios más poderosos del actual gobierno. Los sectores industriales de las farmacéuticas regulan el abasto de medicamentos y representan 10 % del producto interno bruto (PIB) de México. Kakistocrata. Aparentemente, nadie del gabinete de López Obrador pidió referencias a quienes, durante el gobierno de Felipe Calderón, tuvieron que corregir los errores grotescos que cometió López-Gatell durante la epidemia de influenza en 2009. Como director general adjunto de Epidemiología, cargo que ocupó en la Secretaría de Salud entre 2008 y abril de 2012, el actual subsecretario fue congelado y apartado por «enredar» una y otra vez los números dela nueva cepa de influenza que en 2009 llegó a nuestro país, como cuenta un alto ex funcionario de la S.S.A que actuó durante el sexenio de Calderón.
¡ Muérete en casa ! : Hugo López-Gatell afirmó ese día que cada país tiene una metodología diferente para medir la epidemia y que en el caso de nuestra nación no hay interés en medir «los casos leves», algo que él ya ha admitido varias veces, sino en captar de forma «exhaustiva» las cifras de pacientes graves que requieren hospitalización. Afirmó también que este sub registro ocurre en absolutamente todo el mundo, aunque en nuestro país se reconoce de forma explícita y no se hace nada por corregirlo. Además de estar a la vanguardia en la gestión de una pandemia, México es, ante todo, un país honesto, fue su mensaje. Es Hábil para eludir preguntas que lo comprometen, confundir con falsos tecnicismos y una impaciencia casi teatral con aquellos que se atreven a cuestionarlo, López-Gatell permanece en su cargo sin haber cambiado, a casi 10 meses de declarada la pandemia, el curso de su estrategia sanitaria. A mortalidad de pacientes atendidos en unidades de cuidados intensivos se ha calculado entre 71 y 82 %, dependiendo del tipo de hospital y la región del país, en algunos, hasta el mes de diciembre de 2020, seguía siendo mayor a 90 por ciento. La clave, pues, para lograr el control de un evento epidémico de esta naturaleza, ha sido siempre la prevención y la atención temprana, no los cuidados críticos que sirven sólo como un último recurso con poca probabilidad de éxito.
La responsable del colapso virtual de los hospitales, de la dispersión descontrolada de contagios y de muchas muertes ocurridas a finales de 2020 y que seguramente continuarán como efecto dominó durante la primera parte de 2021. Una estrategia tan irresponsable, podemos responder, primero, que no es nuestra tarea ver qué demonios pasa por la cabeza del funcionario. Un aparatito relativamente económico que funciona con dos pequeñas pilas y puede salvar vidas es el oxímetro. La oximetría basal de una persona suele estar entre 92 y 98 %. Si está en 90 % o menos, esto representa un signo de alerta. Mientras en países como Reino Unido, el gobierno ha invertido desde la primavera de 2020 en informar sobre este fenómeno y proporcionar gratuitamente oxímetro a su población; en México, el doctor López-Gatell no ha hablado siquiera de esta medida que podría salvar vidas, mucho menos de implementarla.
El panorama de la pandemia todavía es incierto este año, y más allá. Aun así, después de casi un año de lucha contra el COVID-19, las autoridades sanitarias de distintos puntos del planeta tienen un mejor entendimiento del virus, la mejor manera de frenar su propagación y atenuar sus daños. Salvo en México. “Conforme el INEGI las persona fallecidas no son 150, 000, si no, 31, 000 que no se llevaron a la estadística de casi 190,000.