Leche humana, escudo para población infantil

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  • Es un fluido vivo que se adapta a los requerimientos nutricionales e inmunológicos del niño

RedFinancieraMX

En este 2021, la prioridad de los padres (mamás que tienen a sus bebés) debe ser proteger a sus hijos y la leche humana es un escudo clave para reforzar su sistema inmunológico.

El Doctor Benjamín Suárez, director médico de Sanulac Nutrición México, explicó que la leche materna es un fluido vivo que se adapta a los requerimientos nutricionales e inmunológicos del niño según su crecimiento y desarrollo.

“Algunas de las ventajas que les da a los menores consumir la leche de su mamá es que aporta más y mejores nutrientes para cada etapa de su crecimiento, contribuye a su desarrollo neurológico, inmunológico y metabólico, entre otros beneficios, además de generar un lazo afectivo con la madre”, expuso el especialista en salud pública.

Al ser un fluido vivo, la leche materna es dinámica y se adapta a las necesidades del lactante, por ejemplo:

Calostro: Se produce entre los 2 y 5 días posteriores al parto; tiene mayor cantidad de proteínas del suero, entre las que está la alfa lactoalbúmina, aporta inmunoglobulina, el tipo y cantidad de grasa adecuada, así como la cantidad de lactosa necesaria.

Leche de transición: Es la leche que produce la mamá desde día 6 y hasta el día 15 después del parto; aporta más volumen, más lactosa, más grasa y menor cantidad de proteína.

Leche madura: Ésta se produce después del día 15, más del 80% de su composición es agua, contiene lactosa, hierro, proteínas, grasas y carbohidratos adecuados en cantidad y composición para los lactantes; inhibe el crecimiento de microorganismos patógenos, además de promover el crecimiento de bifidobacterias y lactobacilos, y estimular el sistema inmunológico.

El Doctor Benjamín Suárez comentó que los bebés no presentan intolerancia a la leche materna y tienen una mayor tolerabilidad gastrointestinal. A mayor lactancia menor riesgo de sobrepeso u obesidad.

Respecto a los sucedáneos de leche materna, por lo general, su base es la leche de vaca a la que se agregan nutrientes clave, con base en la composición de la leche humana. Algunas fórmulas pueden llegar a ser más pesadas y menos digeribles para los bebés.

El consumo de las también llamadas fórmulas infantiles debe estar prescrito por un especialista en la salud del bebé con la finalidad de promover el crecimiento y desarrollo adecuados, prevenir deficiencias subclínicas, fortalecer el sistema inmunológico y prevenir efectos negativos por la alimentación.

De tal suerte que, en los casos en los que se decida darle al bebé un sucedáneo de leche materna, deberá ser bajo vigilancia médica.