Entresemana

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  • Lampareado se fue de pinta
  • Por Moisés Sánchez Limón

RedFinancieraMX

El refrán advierte: quien siembra vientos cosecha tempestades.

La máxima popular –paráfrasis del licenciado López Obrador– le vino como anillo al dedo al ciudadano Hugo López-Gatell Ramírez, quien al inicio de la primera semana del bisoño 2021 ascendió al top ten de la impopularidad nacional en grado superlativo.

“Lampareado” lo llamó y defendió el inquilino de Palacio porque, adujo, está muy observado y es rete trabajador.

¿Por eso se fue de pinta don Hugo en plena pandemia, cuando el número de muertos por Covid-19 aterra? ¿Por eso lo perdona el licenciado presidente? Bueno.

El caso es que fue de suyo negativo el impacto a la popularidad del epidemiólogo, incluso la doctora Claudia Sheinbaum aportó su granito de arena, que las huestes morenas fueron rebasadas en redes sociales y dejaron en la orfandad al carismático Catón de la prensa nacional que cobra como subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud.

Sin duda, don Hugo es libre de hacer con su tiempo libre lo que le venga en gana, incluso pasear en pelotas en la playa nudista de Zipolite y carcajearse de las medidas sanitarias y mostrar que le importa un pito el uso del cubreboca. ¿Quédate en casa? ¿Cómo por qué?, preguntaría el epidemiólogo símil de crooner de la 4T.

El caso es que López-Gatell no es cualquier hijo de vecino ni se puede dar el lujo de andar en Zipolite de pachanga de fin de año, porque es el responsable del manejo de la pandemia del coronavirus. Lo que dice y hace lo atiende la inmensa mayoría de habitantes de la república mexicana, pese a los severos yerros en que ha incurrido y que pueden tipificar delitos de lesa humanidad.

Y no es un exceso referir ese delito. Mire usted, insisto en que vea y escuche la mañanera del 11 de febrero del año pasado, cuando el mensaje del epidemiólogo López-Gatell implicó un pésimo y perverso mensaje que llevó a millones de habitantes a desdeñar medidas sanitarias, amén de que el licenciado López Obrador también restó importancia a la pandemia e invitó a la población a abrazarse, besarse y salir a comer.

Después, usted ha conocido de cerca las contradictorias posturas, recomendaciones absurdas y desdén cuando no desprecio hacia lo que de él se publica en la prensa mexicana y extranjera. Pero, vaya, don Hugo lejos de reconsiderar se defiende como gato boca arriba y acusa a los enemigos de la 4, mimetizado de su jefe Andrés Manuel, y le endilga responsabilidades a periodistas y a periódicos –inmundos, los llama el inquilino de Palacio—como El Universal y el Reforma.

Usted dirá que ya han tratado con vastedad el tema del subse, pero mal haría en dejar de lado este grave proceder de un funcionario público que se ha burlado de los mexicanos y sus cerviz ha doblado frente al licenciado presidente, calificándolo prácticamente como inmune al Covid, súper poderoso por el nivel de su investidura y el “detente” que esgrimió en la mañanera cuando se asumió infalible en sus previsiones, porque sus estampitas lo protegen.

¡Esa es la dupla de los invencibles! ¿Contagiarse de Covid-19? ¡Bah!

¿Por eso se fue de pinta don Hugo, con todo y que es lampareado? Vaya, vaya, seguramente le avisó a su jefe, el licenciado López Obrador no el doctor Jorge Alcocer Varela, cuya quincena le llega religiosamente como secretario de Salud del gobierno federal. En serio, es el secretario de Salud, aunque de pronto parece que el crooner sujeto de este artículo se maneja como dueño de esa cartera en el gabinete de la 4T.

¿Duda usted de la defensa que hizo Andrés Manuel de don Hugo? Lea, por favor:

–Qué tal, presidente. Carlos Calzada, de Radio Educación—se presentó el colega, él sí es colega no integrante de la barra mercenaria.

El fin se semana –refirió Carlos en la mañanera de principio de semana– se filtraron fotos del subsecretario Hugo López-Gatell de vacaciones en Oaxaca. El funcionario tiene todo el derecho de irse de vacaciones; sin embargo, se contrapone un poco con el mensaje que él había dado de no movilizar, no hacer movilización, no irse a otros estados, no irse de vacaciones.

¿No se contrapone esto un poco precisamente con el mensaje de Quédate en casa que se haya visto esto que…? Como lo repito, el funcionario tiene todo el derecho de irse de vacaciones; sin embargo, podría parecer contradictorio.

Pues hay que preguntarle a él hoy por la tarde –respondió el licenciado presidente.

“Yo lo que puedo decirles –prosiguió– en abono a la conducta del doctor López-Gatell es que ha estado trabajando bastante, muy intenso, que ha estado cumpliendo cabalmente con su responsabilidad. Es un muy buen servidor público, un buen especialista, un profesional, eso es lo que puedo comentar; y que ya su situación en lo personal, aunque sí es un asunto público prefiero que él sea el que lo explique, eso es mejor.

“Nosotros tenemos que reconocer también lo que están haciendo los servidores públicos; más, cuando están muy lampareados, muy observados, todos.

“Entonces, qué bien que hay ese escrutinio público, pero también el servidor público tiene derechos. Entonces, vamos a ver qué dice el doctor Hugo”.

¿Perdonado? ¿Y la responsabilidad del funcionario público? ¿Y la prioridad frente a la pandemia?

Y jure usted que el caso quedará en la anécdota porque nada pasará, porque la impunidad que priva en los altos mandos del gabinete del licenciado Andrés Manuel es de tal grado que, bueno, usted recordará el asunto de Pío López Obrador y de David León, el joven que le entregaba paquetes de dinero al hermano incómodo y que ayer abandonó el ostracismo para defender a López-Gatell.

¿Y?

“No tengo nada que ocultar –dijo don Hugo en la conferencia vespertina, en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, para rendir el parte médico de la pandemia–. Efectivamente fui a la costa de Oaxaca, a la región de Pochutla. Es un sitio hermoso con población muy generosa, muy benévola, y fui a visitar a familiares muy cercanos, a personas muy amigas y estuvimos en una casa particular durante los días de Fin de Año”.

Y aunque fue fotografiado sin atender las medidas sanitarias, aseguró que en la reunión tomó todas las recomendaciones para prevenir la propagación del virus. “Las realidades no son sincrónicas para el país (¿?)”, adujo en descargo de que fue captado junto a otras personas.

Luego, para variar y en remedo a lo que hace su jefe, criticó que los medios de comunicación se enfoquen en temas de su vida privada y no en aspectos relacionados a la pandemia del COVID-19. ¡Sopas!

¿Y por qué se fue de pinta, a Zipolite? ¡Porque es bien chambeador! ¿Y si un médico, una enfermera, el jefe del área Covid de cualquier hospital se va a la playa porque está cansado y ha trabajado harto? Simple: se le despide y punto.

Seguramente don Hugo no cambiará, no ofrecerá disculpas ni se bajará del escenario y mantendrá su papel de crooner de la 4T, no de la pandemia porque citarlo así ofende a los verdaderos héroes de esta batalla sin final y de las más de 120 mil personas que la han perdido y de quienes la libran en una cama de hospital saturado, o en sus casa en espera del trance final.

Por eso, López-Gatell fue pauta del desencuentro político que tiene con Claudia Sheinbaum Pardo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien lo emplazó a dar sus propias explicaciones sobre las vacaciones que se despachó en la playa nudista de Zipolite, en Oaxaca, cuando la pandemia no permite ese tipo de lujos.

“En el caso del subsecretario López-Gatell, él tiene que dar sus propias explicaciones de lo que hizo. En mi caso y el de mi equipo estando las cosas como están en la ciudad no podríamos tomar un descanso ahora definitivamente”, puntualizó Sheinbaum Pardo en la conferencia de prensa del primer lunes de 2021.

¡Vaya con el lampareado! Se fue de pinta y le importó un pito la enorme responsabilidad que tiene como funcionario. ¿Otro pésimo mensaje? Impunidad para los amigos, los protegidos, compadres y comadres, familiares y serviles colaboradores. Eso es corrupción. Digo.

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