- La madre Coatlicue y las diosas decapitadas
- Por José Antonio Aspiros Villagómez
RedFinancieraMX
Con tristeza por la partida de mi primo
Rafael Villagómez Hernández.
Descanse en paz.
(Segunda parte)
Hace tres décadas platicamos sobre los 200 años de arqueología en México con el entonces director del Proyecto y del Museo ‘Templo Mayor’, Eduardo Matos Moctezuma. Fue una charla muy ilustrativa y con ella obtuvimos una de las opiniones más calificadas en la materia. Pero resultó tan extensa que, para no privar de su totalidad al lector, fue necesario dividirla en varias partes.
Esta es la transcripción parcial de lo publicado en la revista bimestral En Todamérica # 262-263, de septiembre-octubre de 1990:
-Coatlicue, ¿qué era? ¿Era una deidad mala, era una deidad buena, había esa dualidad bueno-malo?
-Coatlicue es una deidad muy importante dentro del panteón mexica porque es madre de los dioses, es decir, Coatlicue va a ser la madre de un dios tan importante como Huitzilopochtli, por ejemplo, dios de la guerra azteca. También va a ser madre de Coyolxauhqui, de los 400 surianos que en realidad representan a las estrellas, o sea, es una de esas deidades maternas que revisten una importancia por eso mismo dentro de la religión azteca.
-¿Pero qué papel desempeñaba en el panteón azteca para la gente? ¿Qué veían en ella los humanos?
-Por eso: la madre de su dios Huitzilopochtli y de otros dioses; era importante. Es decir, el aspecto mitológico precisamente, que se rebelan en contra de ella y demás, es lo que va a dar pie al nacimiento de Huitzilopochtli, entonces por tanto es importantísimo ese acontecimiento. Es decir, eso va a permitir que nazca Huitzilopochtli y que pueda combatir precisamente contra estos otros… sus hermanos, sus medios hermanos, y destruirlos, a ellos y a la Coyolxauhqui. O sea que eso da pie precisamente a este mito tan importante del nacimiento de su dios principal, que era Huitzilopochtli.
-Se supone que ella era adorada, que estaba en alguno de los setenta y tantos edificios que había en el Centro Ceremonial. ¿En qué lugar estaba ella?
-Ella estaba en el Templo Mayor también. A las viejas diosas como Toci “nuestra abuela”, Teteoinan, en fin, a todas esas deidades femeninas que son madres, se les rendía culto también en el Templo Mayor, del lado de Huitzilopochtli, por la misma razón de haber sido madre, en este caso, del dios. Eso es muy importante y el culto se les rendía dentro del templo mismo, había festividades específicas para diosas como Toci y otras que también se llevaban a cabo dentro del Templo Mayor, siempre relacionadas con el elemento de la guerra, por cierto.
-¿Entonces la figura estaba dentro del Templo Mayor?
-Se sospecha que era parte del Templo Mayor.
-¿Pero no estaba adentro de los adoratorios?
-No sabemos exactamente la ubicación, pero hay algún relato que parece indicar que sí estaba adentro también del recinto dedicado a Huitzilopochtli.
-¿Y el hallazgo dónde fue hecho?
-Muy lejos. Se encontró en el Zócalo, muy cerca de la esquina sureste (Pino Suárez y Plaza de la Constitución).
-Conocemos una figura de Coatlicue. A mí me parece que es aterradora, semi antropomorfa inclusive, etcétera. ¿Pero es la única que existe o hay más?
-Aparte de esta llamada Coatlicue que apareció hace 200 años, tenemos también otra representación en el mismo Museo Nacional de Antropología, en la sala azteca. Allí se puede ver la figura con su falda de serpientes también, que es uno de los elementos que la caracterizan y tiene el rostro semi descarnado, por cierto. Y también tiene especie de garras igual que el gran monolito.
-¿Y desde León y Gama hasta la fecha ha cambiado la interpretación de esta diosa?
-En aquel tiempo se hablaba de Teoyaomiqui también, Actualmente, por ejemplo el doctor Rubén Bonifaz piensa que no es Coatlicue. Yo pienso que la figura aparecida el 13 de agosto de 1790 es la representación de estas diosas madres como Coatlicue, como Toci, como Teteoinan, estas deidades que podemos ver en el caso de la llamada Coatlicue a que nos venimos refiriendo, pues tiene la falda efectivamente de serpientes, es una deidad femenina, en fin, hay una serie de elementos que a juicio mío apuntan a que puede ser Coatlicue o es un resumen de diosas madres.
-¿O sea que hay alguna duda?
-Sí, nada puede darse ya por hecho, es decir, creo que siempre hay aspectos que están sujetos a constante revisión y desde esa perspectiva creo que la figura de Coatlicue -de la que se han hecho estudios como el de Justino Fernández que tiene todo un tratado sobre ella, como lo que han mencionado Alfonso Caso, Jacques Soustelle, en fin, especialistas y demás- creo que siempre es posible reestudiar estas figuras tratando de encontrar su verdadero significado, su verdadero simbolismo. Desde esa perspectiva yo creo que esta figura, como digo, está dentro de esas deidades femeninas, maternas, esto es muy importante, creadoras de dioses, y con los tributos, en este caso la falda, el collar mismo de manos y corazones, con la calavera como pectoral o como parte principal del collar, en fin. Creo que en buena medida representa, va unida, a este tipo de deidades.
-Me da la impresión de que es una figura bicéfala, ¿es cierto eso?
-Bueno, tiene dos cabezas de serpiente que se unen en la parte superior…
-Pero no son la cabeza de ella…
-Eso es lo que equivaldría a la cabeza, porque hay una cosa: parece ser que la figura está decapitada, igual que Coyolxauhqui.
-¿O sea que tuvo una cabeza y esa no apareció?
-No, no hecha, porque la figura estaría entera y completa… Las dos serpientes que se encuentran sí pueden estar ligadas a sangre, a sacrificio, a las deidades terrestres también como lo era ella; era una deidad terrestre.
-¿Por qué habría de estar decapitada?
-Es lo que digo, es la conjunción de varias diosas en un momento dado. Coyolxauhqui es una diosa decapitada, por ejemplo. Puede también tener que ver representación o liga en cierta forma con deidades como Coyolxauhqui, a la que está íntimamente relacionada, por el mito y todo.
(Continuará)