Se comenta solo con…

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  • Rebeldía
  • Por Carlos Ramos Padilla

RedFinancieraMX

¿Qué estamos viendo en Estados Unidos? Una circunstancia muy similar a la experimentada en México con AMLO, es decir que la máxima autoridad es quien frecuentemente violenta las normas y viola las leyes a razón de un mero interés personal.

Aquí disfrazamos bloqueos, marchas y plantones sobre los derechos de la gran mayoría abusando de la “libertad” o de expresión o de manifestación.

Se han negado consistentemente a reglamentar o regular las marchas y bloqueos porque saben que son un mecanismo de presión social y política, sólo por eso, no en beneficio del país.

Argumentando sin pruebas, AMLO ha sido capaz lo mismo de secuestrar instalaciones petroleras que cerrar una de las avenidas más importantes del país, Reforma, justificando “ni un vidrio rompimos”.

A toda elección que no conviene o sufren derrota convulsionan y radicalizan gritando fraude.

Son tan contradictorios, para decirlo de manera fina, que a quien acusan de asesino y corrupto en meses lo nombran director de CFE.

Eso mismo se está viviendo en Estados Unidos motivados por el arrogante de Trump.

Quiere quedarse, está acostumbrado a ganar arrebatando, no le gusta perder y está incendiando a su país, sólo que allá tienen un conflicto racial de enormes proporciones y un complejo mosaico migratorio que presumen cuando quieren.

Desesperado Trump por los resultados iniciales que no le convienen ya engendró la idea en su propio país de operar trampas.

Y desde lo más alto del poder se embarran ellos mismos en sus mentiras.

Nunca Trump alertó de fraude o trampa cuando se le intentó demostrar sus nexos con Putin y la injerencia electoral desde el extranjero vía tecnología.

Trump vive del engaño y las mentiras, todavía tenía la mano caliente por saludar en Washington a amlo cuando volvió a acusar a los mexicanos de asesinos y puntualizar que el muro va y lo estamos pagando nosotros.

Quizá muchos a esto lo consideren como traición. Aquí en México a todo se llama corrupción mientras sean adversarios.

Combatiendo a la corrupción bajarían las gasolinas, se aprehenderían a quienes abusaron en proyectos como el aeropuerto de la CDMX, las cárceles estarían llenas de sicarios y narcos, no se verían secuestros de casetas de peaje, se terminaría con el huachicoleo, se acelerarían la transparencia e investigaciones como el extraño accidente que costó la vía a Rafael Moreno Valle y su esposa la gobernadora de Puebla, no habría nepotismo y tantas cosas más que despertaron enormes expectativas y sólo han terminado en crear un país de consultas y rifas.

Allá, Trump prometió hacer grande a “América” nuevamente y vemos que China los ha arrollado mientras el magnate se entretiene en redes sociales tan es así que en las últimas horas se le han cancelado cuatro twitters por violentar las normas electorales.

Aquí hay limpias con curanderas, allá Paula White asesora espiritual de Trump lanza arengas fuera de control invocando a Dios para la “victoria”.

Y todo esto no son comparaciones son hechos reales.

Vamos se parecen hasta en mostrar rechazo por el uso del cubrebocas mientras miles de personas fallecen.

Tendrían, AMLO y Trump, que mostrar una disciplina estricta en el cumplimiento de la ley, de respeto a la ciudadanía, de evitar confrontaciones y radicalización, de fomentar la unión y de procurar proyectos de crecimiento y progreso.

Pero no, son arrebatados, son tercos y arrogantes y viven de lo que no son capaces de darles a sus propios pueblos, seguridad y decoro.

*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv

*Conductor del programa Va En serio MexiquenseTV canal 34.2