Textos en LIbertad

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  • El quinto poder: usted
  • Por José Antonio Aspiros Villagómez

 RedFinancieraMX

         El 5 de octubre pasado se cumplió un año de que este tecleador fue admitido en la Academia Nacional de Historia y Geografía, una distinción que se agradece. Fue en una noche emotiva y hasta anecdótica, durante una ceremonia que contó con la estimulante asistencia de académicos, familiares y amistades. La agencia Notimex difundió el acto; gracias también.

        Y como hace un año no divulgamos la ponencia, aquí va. Con el título de ‘Contexto histórico y geográfico de las agencias de noticias en México y en el mundo’, hablamos sobre cómo, dónde y por qué surgieron esas empresas, y cómo el control de la información pasó con el tiempo de los gobiernos o de empresarios de medios, a un quinto poder como resultado del uso de las nuevas tecnologías.

         En la sede de la Academia, Londres 60, colonia Juárez en la Ciudad de México, un edificio antiguo, acondicionado y acogedor, los asistentes supieron también que las primeras agencias aparecieron en el siglo XIX y pronto hubo quien buscara beneficios a cambio de plegarse a las posiciones oficiales. Caso concreto, cuando la agencia Reuters gestionó con la corona inglesa la concesión del cable submarino para enviar mensajes, por lo cual -según una de nuestras fuentes- “tuvo buen cuidado de decir (difundir) lo que el gobierno británico deseaba que dijera”.

         Las agencias de noticias surgieron en Europa gracias a tres empresarios de origen judío. Primero el francés Charles Havas creó en 1835 la que llevaba su nombre y ahora es la AFP. Los otros dos primero trabajaron con él y luego se independizaron. Uno fue el berlinés Bernhard Wolff, quien fundó en 1849 una agencia a la que puso su apellido y duró hasta 1933 (la reemplazó la DPA), y el otro, también alemán, Paul Julius Reuter, creó la ya citada Reuters en Inglaterra en 1851.

Esas agencias distribuían su información mediante palomas mensajeras, caballos, bicicletas y barcos, dejados atrás cuando surgieron el telégrafo, el teléfono, las ondas de radio y el citado cable submarino, tecnologías que con el tiempo también se volvieron obsoletas.

En América, las agencias nacieron en la misma época. En 1846 varios periódicos de Estados Unidos crearon la Associated Press (AP) para cubrir la invasión de ese país a México. En 1907 el editor Edward Willys Scripps creó la United Press Association, que luego se fusionó con la International News Service y dio origen en 1958 a la UPI. La primera agencia utilizada por diarios mexicanos fue la AP, desde que el 1 de octubre de 1916 El Universal la presentó como un servicio exclusivo.

Desde el siglo XIX las agencias europeas crearon cotos de información para repartirse el mercado de las noticias según fueran sus zonas de dominio colonial, y cuando se les presentó la estadunidense AP, tuvieron que cederle parte de esos territorios. Así, AFP, Reuters, AP y UP (después UPI) se convirtieron en el siglo XX en agencias transnacionales de noticas.

         Un documento de la Unesco titulado Un solo mundo, voces múltiples indica que con esas empresas apareció la “prensa de masas” que contribuyó a “reducir las dimensiones del mundo” y ayudó “al mantenimiento del orden político y económico existente y a la extensión de los intereses comerciales y políticos metropolitanos”.

Además, a propuesta de Estados Unidos la ONU aprobó en 1948 el principio del “libre flujo de la información” y durante décadas se valieron de él las agencias de esa nación, así como de Francia e Inglaterra, que con ello mantuvieron el control de la difusión noticiosa internacional.

En ese contexto, hace medio siglo los periódicos El Sol de México y El Heraldo de México suspendieron los servicios de la UPI porque difundió una nota, sin identificar sus fuentes, sobre la posible cancelación de los Juegos Olímpicos México 68.

Por ese tipo de situaciones la Unesco apoyó un cambio conceptual para que el “libre flujo” informativo fuera también “equilibrado y responsable”, e impulsó la creación de agencias nacionales de noticias y de un Nuevo Orden Informativo Internacional. Las naciones del Tercer Mundo formaron en 1976 el Pool de Agencias de Noticias de los Países No Alineados.

En respuesta, en 1982 Estados Unidos se retiró temporalmente del organismo, lo mismo que Gran Bretaña. En 1983 el debate fue orientado más al aspecto tecnológico que al ideológico y pasó de la Unesco a la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Y no sólo los gobiernos, sino también los grupos guerrilleros, triunfantes o no, crearon sus agencias. Por ejemplo, en 1959 la Revolución Cubana fundó Prensa Latina a propuesta de Ernesto ‘Che’ Guevara; en Managua, la Agencia Nueva Nicaragua fue establecida por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1979), y en 1980 la insurgencia salvadoreña abrió Sal-Press. El terrorista “Estado Islámico” difunde a través de la agencia Amaq.

En México, en los años 60 aparecieron Informex, Agencia Mexicana de Servicios Informativos, Compañía Radionoticias El Heraldo y Prensa Independiente de México. En julio de 1968 fue creada Amex, y en agosto Notimex. Según opiniones acreditadas, estas dos nacieron para impulsar a los aspirantes a la postulación presidencial Luis Echeverría Álvarez y Emilio Martínez Manautou, respectivamente.

Amex cerró en 1970, y en 2006 Notimex dejó de depender de la Secretaría de Gobernación al obtener su autonomía con el nombre de Agencia de Noticias del Estado Mexicano.

Un aspecto distinto de estos temas -el de la calidad- lo abordaremos en la víspera del Gran Premio de México, durante el Día Internacional de la Corrección de Estilo organizado cada año desde 2007 por la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición.

Por lo pronto, hoy la semi centenaria Notimex vive su modernización tecnológica y un cambio de paradigma pues, como lo indica en su libro Periodismo del siglo XXI (2017), “antes del ciberperiodismo, las audiencias eran pasivas” y ahora influyen mediante las redes sociales digitales. Con ello ha nacido el quinto poder: el del usuario de la información. Es decir, usted.