- No obstante, por estatutos no podría entrar; dice que el argentino Walter Larrea colaboró en gran parte de su proyecto aunque no vive en México
- Por Mauro Flores Ledesma
RedFinancieraMX
Sin objetivos claros y con argumentos que podrían servir para la propuesta actual o la que hizo un candidato hace 30 años, el empresario y tenista Juan Hernández cierra tesoneramente su campaña invitando al excapitán del equipo mexicano de Copa Davis Leonardo Lavalle a expresar su respaldo a la planilla que él encabeza y subiendo una entrevista en sus redes sociales.
Juan Hernández propicia la reflexión de los entrenadores mexicanos cuando dice que en su equipo está el argentino Walter Larrea, de quien pregona a los cuatro vientos que fue entrenador de la gran figura pampera Guillermo Vilas. ¿Será otro “vendedor de espejos”? Lo que sí sabemos es que los dos grandes maestros de Vilas fueron Felipe Locicero, con quien se inició, y el rumano Ion Tiriac, quien lo llevó a la cima hasta llegar al puesto número dos mundial.
Reitera Hernández, que Walter Larrea tuvo una gran participación en el proyecto -que todavía no se concluye- y alude que va a colaborar con la ATJ. Larrea fue sparring de Guillermo Vilas cuando éste, con 40 años de edad, intentó regresar y jugó algunos torneos challenger en 1992, entonces Walter tenía 20 años de edad, así que difícilmente pudo enseñarle algo a la gran figura del tenis argentino en su historia. La mejor posición de Larrea como jugador ATP fue 874 en el 2007 y tuvo varios lapsos de retiro del tenis profesional. El argentino, según Hernández, radica actualmente en Francia y pasa mucho tiempo en Europa.
LAVALLE NO PODRÍA ENTRAR
La invitación a Lavalle no tendría relevancia alguna de no ser porque viene acompañada de una serie de irregularidades en la convocatoria y en el proceso electoral para decidir al nuevo Presidente y Consejo Directivo de la Asociación de Tenis de Jalisco (ATJ), lo cual representa que algunos tenistas que enaltecieron los colores patrios, no evalúan los acontecimientos ni deportivos ni políticos, pues con sus declaraciones y su posible asistencia a la asamblea, Lavalle respalda lo que a todas luces está marcando al deporte blanco de aquella entidad: la ilegalidad y la poca transparencia.
El excapitán puede apoyar a quien quiera y decirlo cuando quiera, pero de eso a presentarse en la asamblea como “invitado de honor” de Juan Hernández para dirigirse a la comunidad tenística jalisciense es ya otro tema.
Lavalle no puede ni debe entrar a la asamblea de la ATJ porque no es delegado de ninguno de los clubes de la entidad y si la otra planilla decide llevar a Roger Federer, a Donald Trump o al Papa Francisco, tampoco se les debería permitir la entrada.
SILENCIO DE CLUBES
Jalisco, un estado donde se han gestado épicas batallas en el mundo del tenis y que ha sido cuna de brillantes tenistas mexicanos, está hoy sumergido en una marejada que no se merece, atizada por un presidente interino de asociación como es Carlos González, quien llegó de manera fortuita ante la licencia que pidió José Ochoa, pero los clubes parece que solo ven al toro desde la barrera.
A González lo deslumbró la pericia insana del expresidente de la Federación Mexicana de Tenis (FMT) José Antonio Flores Fernández, quien después de que fue destituido por la mayoría de asociaciones tomó revancha y se hizo a un lado, pero no sin antes dejar un conflicto de intereses, así que apapachó al presidente interino de Jalisco y le cantó al oído para que fuera su “sucesor”. En una asamblea donde únicamente cinco asociaciones con derecho a voto levantaron la mano, Flores lo ungió, lo hizo “presidente” y le entregó las llaves de la FMT. Ningún otro presidente de la FMT había dejado las cosas en el estado tan deleznable que lo hizo Flores.
Carlos González no solo es un “presidente” ilegal porque surgió de una convocatoria de asamblea que desconoció la mayoría al no presentarse a esa reunión de amigos, también es ilegítimo pues 23 asociaciones le dieron el respaldo a la planilla del Ing. Mario Chávez el 3 de julio pasado.
Con todo, González ha convocado y “desconvocado” la asamblea y ha cambiado la convocatoria a su antojo con un silencio sepulcral de los clubes y los tenistas de Jalisco. Así que ahora habrá asamblea ordinaria y extraordinaria y habrá desde modificación de estatutos hasta elección de nuevo Consejo Directivo.
LO DE SIEMPRE
Mientras tanto, Juan Hernández evidencia en la entrevista con un medio virtual del Estado de México, lo que ya se sabe, no tiene un plan de trabajo, un proyecto con el haya convencido a los clubes, habla de generalidades como que habrá comités para todos los sectores infantiles-juveniles, amateurs, seniors, etc., y la pregunta obligada es: ¿entonces cómo trabajaba la ATJ?
González, a su vez, ha metido las manos en el proceso hablando con los representantes de clubes de Jalisco, se sabe que va a poner a consideración de la asamblea la afiliación de dos nuevos clubes (Tenis México y Punto Tenis), que ni los propios jaliscienses saben dónde están, pero que ya tiene en la planilla de Juan Hernández.
Habla de apoyos a los jugadores jaliscienses y becas para los destacados tenistas de ese estado, pero no hay fórmulas, salvo las promesas de siempre: “se creará una “promotoría” para conseguir recursos”.
Todos los que organizan torneos y buscan patrocinios saben lo complicado que es eso en la actualidad, con un deporte carente de figuras y donde cada vez son menos los interesados en practicarlo, solo basta preguntar en las tiendas de los clubes cuántas raquetas venden al mes.
Incluso habla de labor altruista con personas en sillas de ruedas o débiles visuales. Buen propósito, pero la ATJ está para velar por el tenis de la entidad antes que cualquier otra labor.
Hernández añade que busca un cambio del tenis para que los clubes sean los que manejen a la asociación y no al revés. La pregunta sería ¿entonces para qué existe la ATJ? El mandato de la asociación es precisamente coordinar los esfuerzos de todos en beneficio del deporte, si los clubes lo van a hacer, entonces la ATJ no tiene razón de existir.
Para finalizar, Hernández asegura que van a hacer tenis y no política como lo “pueden hacer otras personas”. Al final la política es definida por el pensamiento de Aristóteles como “el arte de ejercer el bien común”, aunque algunos se dejen llevar por el Maquiavelo que la define como “el arte de ejercer el poder”.
Insistimos, el próximo sábado el perdedor será el tenis de Jalisco porque hay vicios de origen, pero esperemos a ver las sorpresas que nos depara esa asamblea.