- Este municipio es el que más agua recibe por parte del sistema federal
- 16 de 90 pozos propios han sido abandonados por la administración local
- Al alcalde Fernando Vilchis Contreras, militante del gobernante Morena, no ha querido solucionar la grave crisis de agua
RedFinancieraMX
Martes 10 de junio de 2020
Con sus 1.8 millones de habitantes, Ecatepec no solo es el municipio más poblado del Estado de México, también es que históricamente más sufre de las agudas carencias de servicios en todo el país, ahí se concentran la falta de agua potable, inseguridad, feminicidios y pobreza, entre otros problemas.
En los últimos 20 años Ecatepec ha sido gobernado por presidentes de los tres principales partidos políticos, el más reciente es Fernando Vilchis Contreras, militante del gobernante Morena, quien tampoco ha dado solución a la grave crisis de agua, ni a otros problemas como la deficiente recolección de basura, el transporte inseguro, el insuficiente alumbrado público y la inadecuada red de drenaje.
En Ecatepec existen 17 zonas que cada temporada sufren inundaciones con pérdidas materiales y humanas incalculables.
Los habitantes de Ecatepec no tienen agua potable por la red de suministro, por lo que en colonias como Franjas Valle de Guadalupe, abren las válvulas ante las cuales se forma una gran fila de gente con cubetas para tomar el agua de las desvencijas tuberías, como se retrata en el México de Luis Buñuel en sus películas de los años cincuenta.
Se calcula que cada temporada 120 colonias sufren desabasto, y ahora en medio de la pandemia por Covid19 -que obligó a miles de ciudadanos de la zona metropolitana a enclaustrase en sus casas-, los pone en riesgo de contagio debido al aumento del consumo doméstico.
Esta escasez es provocada y cuando menos tolerada por Vilchis Contreras, quien se reconoce como líder de recolectores de basura y de taxistas, pues según expertos, Ecatepec es el municipio del Estado de México que más agua recibe del sistema federal, ya que tiene asignado un caudal de 915 litros por segundo, es decir, de 28,855,440 metros cúbicos al año; también cuenta con otro caudal de 6,000 litros por segundo para su extracción a través de pozos propios, es decir, 190,004,400 metros cúbicos anuales, lo cual supera fácilmente los 5,900 litros por segundo del Sistema Cutzamala para todo el Estado de México.
A pesar de este caudal, periódicamente Vilchis Contreras acusa a las autoridades de agua del gobierno de Estado de México —e indirectamente a Conagua, pues Cutzamala depende de ésta— de “recortarles” el caudal, cuando en realidad durante los primeros cuatro meses del año, el municipio recibió un caudal de 1,384.36 litros por segundo en promedio (3’588,261.12 metros cúbicos al mes), que equivale a 51.29% adicional a lo asignado a la demarcación.
El resto del año ese supuesto “recorte” lo sufren municipios como Atizapán y Cuautitlán, entre otros, pues depende de una baja estacional del recurso en el Sistema Cutzamala, que no afecta el caudal de sus propios pozos; más bien, se trata de un mal manejo municipal, ya que otras demarcaciones que sufren la reducción general, la han amortiguado año con año, que es un mito el “recorte” de agua a Ecatepec.
Al frente al Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Ecatepec (Sapase), Vilchis Contreras nombró a Mario Luna Escanamé, un ingeniero mecánico eléctrico que nunca ha dirigido un organismo de agua, y cuya única relación con el tema es que en una empresa donde trabajó 11 años le “vendió” o le “rentó” maquinaria a otra empresa privada a cargo de un sistema de agua potable en Aguascalientes, según se ve en un currículo consultado en Ipomex.
La nula experiencia de Luna Escanamé, repercute en la problemática, pues en varias colonias donde hay escasez el problema podría mitigarse si se seccionara la distribución, con lo cual cada zona podría tener agua en diferentes horarios, en lugar de concentrar la distribución en una sola, pero el director de Sapase parece no saber cómo hacerlo.
Resulta extraño que, al mismo tiempo que acusan a los niveles federales y estatales, oculten que a la fecha tienen 90 pozos propios, de los cuales 16 están fuera de operación, por razones desconocidas, mismos que podrían beneficiar a más de un millón de habitantes.
Aprovechando esta situación, proliferan empresas y organizaciones “sociales” que, mediante el tandeo (el uso de pipas), “cubren” ese supuesto desabasto. El floreciente negocio asciende a poco más 500 millones de pesos anuales que se van a las bolsas de “piperos”, dinero que podría ingresar legalmente a las arcas del municipio.
En forma de “moches”, las autoridades municipales que, según usuarios consultados en la colonia 16 de Septiembre, son quienes están detrás de los “piperos legales” y piratas, continúan haciendo su agosto, pues cada pipa se vende hasta en 1,200 pesos.
Para rematar, el Sapase no posee procesos de recaudación adecuados, por lo que el tema se vuelve un círculo vicioso: la autoridad no tiene dinero —y, por lo visto, ni capacidad técnica— para ejecutar las mejoras necesarias para una correcta explotación y distribución, porque no recauda, y no lo hace porque en muchas zonas de la entidad no cuentan con el servicio… Y muchas personas acaban por no pagar el líquido, y el municipio, por no cobrarlo.
Los únicos beneficiados de esta carencia intencional son los piperos, que no sólo han subsistido, sino que han proliferado en los últimos años de gobierno de los tres principales partidos políticos, todos los cuales no ha sido capaces de solucionar el problema.
En el caso de la actual administración, en los corrillos del palacio municipal se afirma que en realidad Vilchis Contreras no está interesado en resolver nada, pues su alma mater, la UPREZ, organización perredista que lo vio nacer, también participa en el millonario negocio de las pipas.