- Existe la posibilidad de una baja en la calificación
RedFinancieraMX
La agencia S&P Global Ratings confirmó la nota crediticia de México, pero con perspectiva negativa de largo plazo, “lo cual indica el riesgo de que bajemos las calificaciones en los siguientes 12 meses como resultado del debilitamiento de la calidad crediticia del soberano”.
La calificadora advirtió sobre el riesgo de un recorte en la calificación soberana de México de no tener una “mejora sólida” de la economía con el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura y la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Sostuvo en un reporte que ese contexto podría revertirse y “generar un panorama económico más positivo” en caso de mejorar la confianza para aumentar la inversión, a través del impulso de ambas medidas.
“Pero si no existen indicios de una mejora sólida, es probable que el desempeño de la tendencia de crecimiento de México se compare desfavorablemente con el de sus pares, lo que debilitaría el perfil económico del soberano y se traduciría en una baja de la calificación”.
La calidad crediticia del soberano también podría verse afectada por potenciales incrementos en los pasivos contingentes, en particular aquellos relacionados con el sector energético, porque el gobierno limita la participación privada en este sector estratégico, advirtió en su reporte.
Ello porque la primera parte de la iniciativa de inversión en infraestructura, anunciada en fechas recientes y que plantea más de 140 proyectos, no incluye al sector de energía.
Así, indicó, la baja inversión privada aumenta la presión sobre la operación de las empresas públicas de energía, como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Ambas tienen un historial de desempeño operativo y financiero deficiente, así como dificultades relacionadas con su capacidad técnica”.
A un año de la llegada del nuevo gobierno federal, la calificadora resaltó que mejorar las expectativas de crecimiento económico se mantiene como un factor clave para alcanzar los objetivos de desarrollo de la administración y mantener el sólido perfil fiscal de México.
“Tras el estancamiento registrado en 2019, las expectativas de crecimiento para 2020-2022 dependerán de una exitosa ejecución de las políticas y de las consistentes medidas del gobierno para mejorar la confianza empresarial y revitalizar la inversión privada”.
Así, la agencia calificadora confirmó la nota crediticia de México, al dejarla en BBB+ y A-2, respectivamente, con perspectiva negativa de largo plazo.
Lo anterior reflejaría expectativas de un menor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en comparación con sus pares lo que, junto con una menor base tributaria no relacionada con el petróleo, podría plantear decisiones fiscales difíciles, concluyó.