- Músicos reflexionan acerca de la relevancia de tal formato musical
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La Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional fue el lugar de reunión para la conferencia “La venganza de los vinilo. Parte 3” con la presencia de los músicos José Manuel Aguilera, de La Barranca; Uili Damage, de Los Esquizitos, y Elohim Corona de Gran Sur. Cada uno presentó su propio trabajo discográfico: Lo eterno, Por favor, calmantes y Ay, dolor, respetivamente.
Moderado por Ricardo Bravo, organizador del evento, inició preguntando a los músicos cuál fue su primer contacto con el vinil. Elohim recordó los primeros que escuchó: álbumes de Led Zeppelin por influencia de su padre; Uili rememoró una colección del músico y compositor Francisco Gabilondo Soler, la cual le brindó “tardes de hipnosis oyendo su imaginario”; Aguilar mencionó las portadas psicodélicas de Cream, “que contrastaban mucho con las portadas de Los Panchos”, eso le hizo afirmar “quiero vivir adentro de esos discos”.
Cada músico tuvo oportunidad de explicar la génesis de su álbum enfatizando por qué decidieron sacarlo en vinilo. Aguilera estimó que “cuando generas un vinilo, es cuando en realidad haces un disco; siempre me quedó esa frustración y en cuanto se pudo realizar, lo hicimos”.
Sobre el nuevo auge de este formato, Elohim mencionó que “se han vendido más copias de Ay, dolor en vinilo que en disco compacto” y mostró su sorpresa ante un hecho en específico: “nos resultó más barato hacerlo en Europa que en México, no entiendo por qué…”.
Después de presentar un videoclip de cada banda, Ricardo Bravo preguntó si el vinilo tendrá un auge similar al ocurrido hace algunas décadas, lo cual enfrentó posturas durante la conferencia; Uili se mostró entusiasta y mencionó que actualmente se vende una mayor cantidad de vinilos en comparación con discos compactos durante su irrupción en los 90.
José Aguilera dudó que hoy en día alguien supere el umbral de 100 mil discos vendidos —cuando en décadas pasadas algunas bandas lograron vender millones—; pero se mostró complacido de que “la soberbia de la tecnología” haya dado un paso atrás para revivir el formato y aceptar “que tal vez se equivocaron” al imponer nuevas tecnologías en la música.