Índice político

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  • Todo debe cambiar… para que nada siga igual
  • Por Francisco Rodríguez

RedFinancieraMX

La entrañable Plaza Garibaldi, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, lleva su nombre en memoria de Peppino, el nieto del llamado padre de la patria italiana que ofrendo su vida por expulsar de Lombardía al invasor austríaco. El nieto de Giuseppe alcanzó el grado de general revolucionario que se levantó en armas en contra del porfirismo. El abuelo también apoyó la resistencia juarista contra los franceses.

Peppino heredó la raza guerrera de su abuelo. Y todavía luchó contra Mussolini, hecho que lo condujo al encarcelamiento y a la muerte. Falleció en Roma a los setenta años. Giussepe, el fundador de la tradición familiar fue el gran héroe de las guerras de independencia en Italia de mediados del siglo XIX, el romántico que encarnó el ideal de un país democrático. Al que libró todas las guerras contra franceses, austriacos e italianos.

Se ataviaba con un traje de gaucho y detrás de él siempre llevaba un palafrenero negro llegado con él de América, legionario de la libertad. Por todo el Piamonte, al ritmo del cántico Va pensiero‎, parte medular de la ópera Nabucco, de Verdi, los italianos luchaban contra el yugo extranjero. Las pintas de “Viva Verdi”, eran el acróstico de Viva VittorioEmmanuel Rey dItalia.

Igual que la palabra mafia, tan recurrida por los nacionalistas sicilianos, en realidad encerraba el significado de Muerte a la Francia Italia Anhela. Forma parte de las tradiciones de tierras ahogadas por la intervención. Aunque Garibaldi el abuelo era de Niza, el escenario de sus triunfos fue Sicilia.

Sustitución de élites, no transformación de las estructuras del poder

Don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina es el personaje de la conocida novela de Giussepe Tomasi di Lampedusa, El Gatopardo, un análisis del famoso concepto “si queremos que todo sirga como está, es necesario que todo cambie”, queriendo interpretar el apoyo de la aristocracia siciliana a los movimientos revolucionarios.

En las frases de El Gatopardo se sintetizan, más que en un tratado de ciencia política, las artes de las componendas y la negociación del llanto y la miseria, todo con tal de no dejar entrar a Napoleón y a una cauda de burgueses vorazmente ambiciosos.

La novela muestra cómo la aristocracia absolutista fue expulsada, con la anuencia de Don Fabrizio, del poder político para instaurar la monarquía parlamentaria y liberal del Reino de Italia, porque ello no implicó transformar las estructuras del poder, sino una simple sustitución de las élites.

El protagonista expresa su insatisfacción por los cambios ocurridos, comparando el destino de la aristocracia nativa con el de los campesinos: “Nosotros somos leopardos y leones, quienes tomarán nuestro lugar serán hienas y chacales. Pero todos seremos considerados como la sal de la tierra”.

Hubo críticas de los intelectuales de izquierda en tanto el autor mostraba al campesinado siciliano como “carente de conciencia de clase” al ser nostálgico del Reino de las Dos Sicilias‎ y opuesto a la modernidad, por haber apoyado la unificación italiana. También porque decía que la burguesía siciliana sólo estaba interesada en mantener sus privilegios.

Tras 200 años, los detentadores del poder económico son los mismos

Lo que es cierto es que desde entonces el gatopardismo se refiere a cualquier cambio aparente o a aquél que no puede vencer las resistencias del Estado de Derecho, ése que señala que el gobernante sólo puede hacer aquello que la ley le autoriza. Que no deja espacio para la imaginación del elegido.

México es el objetivo común de los traidores. Toda una cadena de impostores que se agarran de cualquier gancho para evadir sus responsabilidades. Villanos que se valen de cualquier resquicio para atentar contra la soberanía y contra todas las esperanzas.

‎Lampedusa, el autor de la novela, bien podría haber nacido en México y si así hubiera sido, sería testigo de la reedición de su novela. Un país maravilloso en el que lo único que ha cambiado con las transmisiones del poder ha sido la cantidad de personas que se sentaron en las sillas, antes ocupadas por otros de igual compromiso político. Dispuestos a que nada cambiara.

Porque la terca realidad se ha obstinado en que, a pesar de quienes lleguen, todo siga igual que antes. Los detentadores del poder económico siguen siendo los mismos, después de 200 años de régimen presidencialista y federal. Las dinastías ahogan el país.

Primera vez, en décadas. que llega a La Silla alguien de respeto

La irritación nacional va in crescendo‎, los factores de inestabilidad están más presentes que nunca, como están el narcotráfico, la guerrilla, el crimen organizado, los ajusticiamientos, las ejecuciones, las vendettas entre mafias de todo tipo. México es el país de las mafias en el crimen, en los negocios públicos y en los servicios sociales.

‎¿Qué va a pasar? Seguir en reversa hasta tocar más abajo del fondo, agotar toda esperanza, aflorar la frustración, resurgir la violencia guerrera… Arribar a una colectividad separada, dividida y enfrentada por el terrorismo, es la primera opción. La segunda es que todo cambie y que nada siga igual.

‎La oportunidad que ahora se presenta es de esas que todos pintan calvas. Es la primera vez en muchas décadas que llega a sentarse alguien de respeto, que debe ser asumido y obedecido. Y el hombre de Tepetitán tiene arrestos y vergüenza. Todos deseamos lo mejor, antes de que sea demasiado tarde.

Son tres los programas estratégicos de AMLO en el ámbito petrolero

Por eso cayó como agua de mayo la reunión en Villahermosa con los empresarios petroleros y uno que otro palafrenero y prestanombres local. “La reforma energética fue un vil engaño “, les advirtió. ‎Todos aquéllos que hayan conseguido en ventas de garage los pedazos de patria, tendrá que pasar la prueba del añejo.

La inversión petrolera deberá conseguir volver a producir 2.6 millones diarios de barriles de crudo, 800 mil más de los que ahora se se extraen. Las tierras y aguas someras serán exclusivas para la exploración y perforación de la Nación, pues en ellas se encuentran depósitos probados que rebasan cualquier imaginación saudita.

La extracción de crudo, la rehabilitación de refinerías y la construcción de otra en Dos Bocas son los tres programas estratégicos del sector petrolero para desdecir el discurso del engaño peñanietista, que dejó de invertir esperando a los extranjeros que jamás llegaron… ni llegarán. Los recursos se obtendrán de la eliminación de privilegios en un gobierno austero.

Les cayó el veinte. Todos apuestan a que López Obrador va en serio

‎Limpieza y transparencia en todos los ámbitos. Lo está diciendo alguien que ha demostrado hablar y actuar con sensatez y resultados.

En el sector privado y en los ámbitos de la inversión extranjera parece que les ha caído el veinte. Todos apuestan a que va en serio. Falta, como siempre, que haya listos que no lo quieran entender. Todo debe de cambiar para que nada siga igual. Es la consigna.

¿No cree usted?

Índice Flamígero: Tenía que ser. Desde siempre se ha escrito aquí –y dicho, además, en espacios radioeléctricos– que Javier Duarte de Ochoa y Enrique Peña Nieto conformaron una auténtica sociedad del crimen. Como a otros gobernadores priístas, incluso panistas y perredistas, al veracruzano no sólo lo autorizaron a robar, defraudar y engañar, sino sobre todo a compartir. A rendir tributo al tlatoani que aún ocupa Los Pinos. A mocharse. Eso explica el porqué, primero, la PGR se desistió de inculpar al apodado Javidú del delito de delincuencia organizada y, después, a que en una trama aparentemente jurídica a éste le hayan sentenciado con 9 años de prisión y una ridícula multa de casi 60 mil pesos. Socios del crimen, en tres palabras. + + + Dice la fiel lectora –culta e informada– Bibi Villavicencio que “ahora resulta que que la ONU va a cogobernar. Para Ayotzinapa, para el desarrollo urbano, para el cambio climático, para…. para…para… ¿para lavarnos las manos de responsabilidad? Yo no vote por la ONU, un fardo burocrático costosísimo.” Dice bien. + + + En un sabio mensaje, el colega Francisco Gómez Maza expresa, con razón: ” Morena, por complacer a los amargados, le quita comisión de cultura al PES, su gran y fiel aliado en la coalición Juntos Haremos Historia. Nadie abre el pico por las comisiones que les dieron al PRI y al PAN, sus eternos enemigos. Y son más estratégicas que cultura y salud.”