- Por Miguel Ángel López Farías
RedFinancieraMX
Lo que no se ha entendido es que lo de Ayotzinapa no se esclarecerá tan pronto como se viene prometiendo, no basta con que el presidente Andrés Manuel se ponga una playera en alusión a los 43 jóvenes desaparecidos, eso es agrandar la escenografía en donde el poder ejecutivo muestra un rasgo de solidaridad con aquellas familias que arrastran la pena de no saber que sucedió con sus hijos y claro, no dudo que AMLO sienta empatía con esa causa, pero de que lo vaya a resolver dista mucho, pues los hilos que llevaban a cierta luz sobre este caso fueron arrancados tras la liberación de 77 personas vinculadas a este caso y la posibilidad de que el ex edil José Luis Obarca obtenga también la excarcelación…
Son cinco años en los que distintas manos han intervenido en esto, comisiones de la verdad, especialistas, peritos y la conclusión más cercana es sobre la incineración de los cuerpos en el basurero de Colula, claro está que el gobierno ha realizado operativos de búsqueda en iguala, Huitzuco, Tepecoacuilco , en las comunidades de Mezcala y Carrizalillo, del municipio de Eduardo Neri, pero sin atreverse a reconocer que han dado vueltas al mismo circulo, se regresa al punto de origen y la tragedia sigue siendo esa vieja historia repleta de sospechas, de señalamientos y capítulos sin resolver, tal y como ha ocurrido con toda la galería de “investigaciones” llevadas a cabo por un sin fin de comisiones de la verdad que son tan útiles como para nunca enterarse de lo que realmente ocurrió, sea el 68, el “halconazo”, el conflicto en Chiapas, el asesinato de Colosio, del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, José Francisco Ruiz Massieu, estafas maestras, fobaproas, helicopterazos, etc. etc. etc.
El problema para la administración de AMLO es que lo de los 43 le sirvió como bandera electoral, atrajo ese discurso y como Fox en su momento con el subcomandante Marcos y el EZLN, abrió las puertas de palacio para que vinieran a tomarse la foto y después no saber qué hacer con ellos y debo aclarar que no dudo ni un segundo del trabajo y sensibilidad de un funcionario como Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, a quien le dieron la tarea de “atender ” a los familiares de los normalistas, solo que encinas fue colocado en una terrible situación en donde él sabe poco se podrá hacer para cumplir con aquello de que “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, y anótelo, en algún punto de esto tendrán que salir a reconocer que lo del basurero fue real, que será sumamente difícil encontrar los cuerpos, pues , aunque sea políticamente incorrecto, se deben llamar las cosas por su nombre: lo de hace cinco años fue ejecutado por un grupo criminal, el de “guerreros unidos”, quienes peleaban en contra de los “rojos” por el control de la heroína en ruta hacia chicago, que a los normalistas se les confundió, sí, pero que tanto el operativo como los asesinatos corrieron a cargo no solo de los narcos, sino de la policía de iguala, bajo el mando de José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Pila, mujer a la cual se le relacionó sentimentalmente con el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, y a quien no lo han querido investigar a fondo, pues su figura llevaría a otros estrados mucho más delicados en la investigación, pues fueron actores cercanos al PRD de aquel tiempo y cuyo líder era, si, el hoy presidente de México.
En lo de los 43 no hubo crimen de estado, fue una ejecución masiva bajo manufactura de los carteles de la droga, el suceso tomo “papando moscas” a el entonces presidente Peña Nieto y a su secretario de gobernacion Osorio Chong, se hicieron bolas en los primeros días, el impacto mediático los consumió y a tropezones sacaron una verdad histórica, su gran pecado radica en eso, que fueron infinitamente torpes para reaccionar…y las consecuencias las encontramos en un capítulo que en la actualidad significa una pesadilla legal, sin cabos, sin caminos confiables…y solo, del otro lado se mira a un mandatario sosteniendo aun el discurso de que se llegarán hasta las últimas consecuencias”, como si continuara en campaña. Y anótelo y consérvelo, en un año veremos la misma historia.