Tipo de cambio con alto grado de volatilidad en 6 meses de gobierno de AMLO

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  • En diciembre alcanzó su más alto nivel de depreciación
  • Por Ricardo Jiménez

RedFinancieraMX

A seis meses de la administración del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, (AMLO), el tipo de cambio peso-dólar presentó movimientos mixtos con un alto grado de volatilidad, sobre todo en las dos primeras semanas de haber iniciado la gestión de AMLO.

En el lapso antes mencionado, la moneda mexicana alcanzó su nivel más alto de los primeros seis meses del mandato de AMLO, al registrar el 5 de diciembre un precio de 20.5190 pesos por dólar, y con respecto al inicio de su gestión mostró una depreciación de 1.21%.

El subdirector de análisis económico de CIBanco, James Salazar dijo que la pérdida de valor de la paridad cambiaria se derivó básicamente del nerviosismo que generó entre los inversionistas la decisión del AMLO de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

El especialista mencionó que otros de los factores que generaron una mayor inquietud en el medio financiero fue la decisión de la calificadora Fitch Ratings de bajarle la calificación a los pasivos de Pemex, afectando también a la deuda soberana de México.

James Salazar agregó que la propuesta del partido político de Morena de bajar las comisiones de los bancos, también resultó otro elemento que provocó fuertes movimientos volátiles en el mercado de divisas nacional.

Sin embargo, el peso mexicano se recuperó en el primer mes de la gestión de AMLO, observándose en ese periodo una apreciación de 3.85%, esto es un avance de 78.80 centavos, registrándose un precio de 19.6650 pesos por billete verde.

Es importante destacar que, en los primeros seis meses de gobierno de López Obrador, la paridad peso-dólar registró una apreciación de 3.90%, que implicó una recuperación de 79.75 centavos, aunque en el primer trimestre, el peso presentó una revaluación de 5.74%, esto es una ganancia de 1.17 pesos.

El tipo de cambio peso-dólar durante el segundo trimestre registró una pérdida de valor de 1.95%, equivalente a un retroceso de 37.65 centavos, al pasar de un precio de 19.2790 a 19.6555 pesos por billete verde, aunque en este lapso alcanzó su nivel mínimo al tocar un valor de 18.7570 pesos por billete verde.

La directora de análisis económico y bursátil de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza destacó que dentro de los puntos positivos de la administración de AMLO durante estos primeros seis meses, resultaron el esfuerzo de la Secretaria de Hacienda para cumplir con el objetivo de un superávit primario del 1% del PIB.

La experta del banco regiomontano agregó que ya se comenzaron a dar los apoyos prometidos en campaña para jóvenes y adultos mayores, lo que puede incentivar el consumo, aunque se trata de un efecto coyuntural y no a una solución a problemas más amplios.

Sin embargo, Gabriela Siller dijo que existen puntos negativos dentro del gobierno de López Obrador como, el recorte de dos escalones que sufrió la calificación de Petróleo Mexicanos (Pemex). La calificación podría seguirse recortando si no se resuelven los problemas de fondo de Pemex.

La analista de Banco dijo que factor poco favorable sería en que sigue en pie el plan de la refinería de Dos Bocas (Tabasco), con una alta participación de Pemex en su construcción, lo que puede generar sobre costos y presionar las finanzas públicas.

Agregó que también se ha elevado de manera importante la especulación acerca de un posible recorte de la calificación crediticia de México, precisamente por la situación financiera de Pemex, además, de que el gasto público ha ido a la baja, lo que afectará negativamente al crecimiento económico del país.

La encargada del área de análisis de Banco Base anticipó que, en el segundo semestre, el tipo de cambio peso-dólar mostrará una mayor depreciación con amplias posibilidades de observarse cotizaciones por arriba de los 20 pesos por dólar e inclusive hacia finales de año mostraría un precio cercano a los 21 pesos por unidad.

La depreciación del peso mexicano se explicaría en parte por la alta probabilidad de que las calificadoras sigan bajando la calificación de la deuda soberana de México, además, de la persistencia guerra comercial que habrá entre Estados Unidos y China que afectarán a los mercados emergentes, como el caso de México.