- Por Karla Inzunza García/Enviada
RedFinancieraMX
BARCELONA, España.- En las últimas semanas he tenido la oportunidad de viajar por varios países de Europa y convivir de manera directa con gente de cada ciudad. Cuando te hospedas con oriundos puedes asimilar y aprender costumbres e ideales lo que te permite comprender qué está ocurriendo en cada sitio y transitar de ser un turista temporal a convertirte de alguna manera en un habitante.
Es inevitable a la hora de sentarse a la mesa platicar, comparar nuestras costumbres y matar la curiosidad con la típica pregunta “¿y en México cómo es …? Al intentar aplicar comparativos me he dado cuenta de que no importa que haya un océano de distancia, los conflictos políticos, económicos y sociales son muy semejantes.
Pero, qué sucede con nosotros los mexicanos que idealizamos a los extranjeros con la frecuente expresión “bueno, eso es un primer mundo” como si nuestra nación fuera otro planeta.
Mexicanos les tengo noticias: Aquí en el Viejo Continente también se quejan de corrupción, también los gobiernos roban, también hay inseguridad (los famosos carteristas), también presentan serios problemas migratorios, también se multiplica el desempleo, también hay un cambio de gobierno de derecha a izquierda, también, también, también…
Pero entonces, ¿qué hace diferente las cosas? La sociedad sí me ha dado lecciones. Mientras en México se vuelve viral un video en donde la población agrede a soldados y les faltan al respeto en Michoacán, aquí se difunde masivamente el caso de un guardia civil que murió en una persecución con narcotraficantes. La comunidad ha reaccionado ofreciendo una despedida con todo honor a este guardia, los noticiarios divulgan homenajes y este uniformado es despedido como debe de ser, con todo el respeto y honor merecido.
¿Quieren más? Mientras en México promovemos campañas de adopción de animales y concientiza a los vecinos de que se trata de seres vivos no juguetes, en Europa puedes recibir una multa hasta por 30,000 euros por maltratar o abandonar una mascota. El chip es obligatorio y hay un estricto control con todos los animales.
¿Cómo pedir respeto, si no respetamos la vida de otros seres? ¿Cómo podemos exigir un mejor país si ni siquiera tenemos consideración a nuestras autoridades? ¿Con qué derecho nos quejamos de corrupción, si somos nosotros quienes sobornamos a los policías?
Al final, la gran enseñanza es: “Tenemos que conocer jerarquías y respetarlas. Empezar por cada uno de nosotros para entonces tener cara y exigir a nuestro gobierno. Debemos convertirnos en una sociedad más unida, integrada, donde dejemos de pensar en quién es “fifi” o “chairo”, al final somos mexicanos. En lugar idealizar a otros países, debemos replicar sus buenos hábitos como la lectura, educación y obediencia a las autoridades y con ello intentaríamos modificar nuestras conductas . Les propongo dejar de imaginar lo que hay después de nuestras fronteras y ponernos a trabajar en lo que hay en casa”.