El pueblo no usa Chanel

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  • Por Francisco Gómez Maza

RedFinancieraMX

Ciertísimo, no es lo mismo pueblo que sociedad, y no es lo mismo pueblo oprimido que clases dominantes opresoras.

Sociedad contiene una carga fuerte de exclusividad, de privilegio, de imposición, de complejo de superioridad. Es una señora de sociedad, por decir es una señora de la clase pudiente, de la clase privilegiada, de la clase acomodada.

Pueblo tiene una carga de falta, de carencia, de servidumbre, de explotación de la fuerza de trabajo por parte de la clase dominante, de los señores y señoras de la Sociedad.

No es lo mismo, pues, Señora Doña Denise Dresser, Sociedad y Pueblo. Usted no es pueblo. Usted es miembro de una clase dominante, privilegiada, acomodada en el sistema socioeconómico; es usted parte de la Sociedad, es usted Señora de Sociedad, de la gente que aparece en las páginas de sociales de los diarios y las revistas del corazón, como la española Hola, por mencionar la más barata. Usted escribe en el diario Reforma que es un portavoz de las clases dominantes.

Lo que se imponía en lo pasado reciente eran (son aún) las clases dominantes, a cuyos representantes les cuesta aceptar al pueblo, a los obreros, a los trabajadores asalariados, a los campesinos, a los pobres, a los desheredados, a los miserables, a los indigentes, a los limpiaparabrisas, a los limosneros apestosos. Usted, por supuesto, no es parte del pueblo. Usted está en posibilidades de usar marcas de lujo como ChanelValentinoChristian DiorLouis VuittonChristian LouboutinJimmy Choo, o por lo menos Carolina Herrera…, o ir de shopping a Nueva York, a Tiffany, o Galleries, en París o, de perdida,  en una carrerita, al Palacio de Hierro, o a Zara, o a cualquier tienda de lujo de Santa Fe.

Usted tiene ideología; el pueblo tiene conciencia de clase. La ideología es evangelizadora, es imponente, es dominadora. El pueblo es el dominado, el explotado, el excluido. Se da cuenta de ello, aunque usted no lo crea y sólo espera, espera que le llegue su hora… Y es posible que ya le esté llegando. Sólo digo.

Y estas aclaraciones mías vienen a cuento porque usted, Señora Doña Denise Dresser, escribió en el diario Reforma un reclamo dirigido al señor Andrés Manuel López Obrador, que no es santo de mi devoción ni de usted (yo no soy ni su fan ni su enemigo de él, porque soy periodista y los periodistas estamos sólo para informar y analizar y cuestionar, no para aplaudir ni para condenar), ni es santo de la mayoría de los integrantes de las clases dominantes, advirtiéndole que usted también es pueblo, y que pueblo también son las organizaciones de la sociedad civil conservadoras, los de abajo, los de arriba, los de piel blanca y los de tez morena…

Lamento decirle que está usted, señora Doña Denise Dresser, lamentablemente muy lejos de la verdad. Usted no huele a sudor, usted se baña todos los días con agua calientita, usa champúes finos, lociones de lujo, ropa de marca como le llaman (yo también me visto con ropa de marca, pero marca patito) y no tiene que meterse a los terregales, a los lodazales, a los barrios donde asaltan, donde matan, donde se refugian los delincuentes (en la sociedad donde usted vive también hay delincuentes, pero de cuello blanco) ni duerme en el suelo, o en un petate, o en un colchón raído, pasando fríos en la temporada de frío, o intensos calores en el estiaje.

Disculpe, Señora Doña, usted y los de su clase no tienen absolutamente nada que ver con el pueblo. Usted perdone, Señora Doña.  analisisafondo@gmx.com