Panorama negativo para el crecimiento económico

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  • Las variables se han deteriorado, señalan expertos de Banco Base
  • Para 2019 el PIB será de 1.8% a 1.3%, y para 2020 el dinamismo apenas alcanzará el 1.9%

RedFinancieraMX

Desde agosto de 2018, Banco Base mantuvo una expectativa de crecimiento económico de 1.8% para este año, proyectando una desaceleración con respecto al crecimiento de 2018 (2.0%), debido a la expectativa de una menor inversión, una probable desaceleración de las exportaciones y una menor contribución del gasto público al PIB con la entrada del nuevo gobierno, como resultado de un proceso de reajuste en la administración pública.

En los últimos siete meses el panorama económico se ha deteriorado. En México, los datos de inversión fija bruta muestran una fuerte tendencia a la baja, al crecer a una tasa anual promedio de 0.6% en 2018, lo que se divide en un crecimiento promedio de 2.1% en la primera mitad del año y una contracción promedio de 0.9% en la segunda mitad del año, luego de que concluyó el proceso electoral. En particular, la inversión mostró una fuerte caída en los últimos dos meses de 2018, al caer una tasa de 2.3% en noviembre y una tasa de 6.4% en diciembre, la caída más pronunciada desde septiembre de 2013.

En el mediano plazo, la menor inversión implica un menor crecimiento del empleo, lo cual a su vez limita la capacidad de consumo de la población hacia 2019 y 2020. Los datos de consumo al cierre de 2018 no son alentadores. En diciembre, el indicador mensual de consumo privado creció a una tasa anual de 0.6%, el avance más débil desde noviembre de 2013, creciendo en promedio 2.1% durante el año, su menor ritmo de expansión también desde 2013. Al inicio del 2019, también se han observado importantes señales de desaceleración.

Las ventas de mismas tiendas de la ANTAD crecieron a una tasa anual de 2.5% en enero, luego de crecer a una tasa promedio de 5.1% en 2018. Mientras tanto, en los datos de finanzas públicas la recaudación por concepto de IVA ajustado por inflación cayó 12.3% en el primer mes del año, siendo el mayor retroceso para un mes igual desde 2009, aunque gran parte de esta caída también se atribuye a la devolución de IVA de ejercicios anteriores.

Cabe señalar que el año pasado, el consumo explicó el 79% del crecimiento económico de acuerdo a las cifras de demanda agregada disponibles al tercer trimestre, dando sustento a la expansión del sector servicios que en 2018 explicó el 92.4% del crecimiento del PIB. En otras palabras, una fuerte caída de la inversión y una subsecuente desaceleración del consumo, comprometen el crecimiento del sector servicios y la capacidad del país para crecer a tasas positivas al comienzo del 2019.

Dado que en periodos cortos de tiempo la economía sigue una tendencia y dado el desempeño que han tenido el consumo y la inversión en los últimos meses, se espera que en los primeros meses del 2019 se tengan bajas tasas de crecimiento, subraya Banco Base.

A lo anterior, se agregan factores de riesgo como la incertidumbre con respecto a la implementación de políticas económicas por parte de la actual administración y los eventos como bloqueos a vías férreas en Michoacán, los paros laborales en Matamoros y un posible efecto dominó de huelgas en el resto del país, y finalmente el desabasto en los puntos de entrega de gasolina, particularmente en enero.

Por lo anterior, Banco Base ajusta su previsión de crecimiento para 2019 de 1.8% a 1.3% y anticipa un crecimiento económico de 1.9% en 2020. Para el primer trimestre de 2019, se anticipa un crecimiento trimestral cercano a 0%, aunque se podrá ofrecer una estimación más precisa conforme se publiquen más estadísticas “duras” de la actividad al comienzo del año, en particular el IGAE de enero que se dará a conocer el 25 de marzo.

Es importante señalar que el panorama de crecimiento para 2019 puede ser revisado durante el año, en función del desempeño de la actividad económica, la cual podría mostrar una mejoría en la segunda mitad del año si se logra reducir la incertidumbre de los inversionistas y el gasto público (que incluye inversión y consumo público) logra generar un efecto multiplicador.

No obstante, hay que recordar que también existen amenazas del exterior para la actividad económica, siendo la principal una desaceleración de la actividad económica de Estados Unidos, la cual ha comenzado a dar señales negativas, ante una caída de las ventas minoristas en diciembre a una tasa mensual de 1.2%, el mayor retroceso desde septiembre de 2009 y una desaceleración de la creación de empleo en febrero.