- AGUA FRÍA II
- CARLOS RAMOS PADILLA
Red Financiera
He afirmado que el populismo disfrazado, condimentado de una falsa austeridad (antes republicana), no impresiona a ninguno de los estadistas que asistieron al G7.
Sí sorprende que una presidenta (con a) que representa a una nación con importantes recursos, cultura y territorio, intente demostrar que un buen gobierno empieza en la clase turista de una aeronave, por cierto, exponiendo a los demás pasajeros en asuntos de seguridad y evitando que la presidenta pudiese reaccionar ante una emergencia nacional.
Kananaskis, fue el centro neurálgico de la reunión, justo en las montañas rocosas de Canadá.
La Cumbre prácticamente ya había iniciado en su formalidad y tras bambalinas, Sheinbaum continuaba con sus escalas (3). Ella llegaba a Calgary, luego a Vancouver, en tanto Trump se disponía a regresar a Washington (al llamado “situation room”) para atender el conflicto en Medio Oriente que en ese momento rasguñaba las advertencias nucleares.
La mexicana para entonces ya sumaba 11 horas de retraso. Juan Ramón de la Fuente carente de reflejos rápidos no pudo mitigar los efectos negativos de la cancelación bilateral programada para el martes.
El portazo estaba dado y ahora solamente a informar que se logró una llamada telefónica sin ningún resultado más que proponer a futuro llegar a acuerdos sobre temas de interés.
La mascarada de la austeridad se vino abajo y golpeó más la imagen de Sheinbaum cuando se filtró la información acerca de que parte de su comitiva viajó en un avión Gulfstream de la Marina, (matrícula es ANX-2012), esto sin contar por supuesto con un necesario equipo de avanzada para tratar logística y calendario de actividades.
Sheinbaum regresó sin contar buenas noticias. Se enfrentó a la realidad que aquí le esperaba, problemas en el sector salud por desbasto de medicamentos, advertencia de protección civil en Guerrero, Oaxaca y Chiapas al paso de un fenómeno meteorológico (huracán Erick), la continuación y creciente conflicto en materia del Poder Judicial, crímenes y asesinatos de políticos (incluyendo al director del penal de Tuxpan), y por si fuera poco la torpeza de Fernández Noroña y del gobernador poblano, Armenta, por obstaculizar a la libre expresión además del fuerte conflicto generado por Fernández Noroña por la escalada de protestas de ilegales en Estados Unidos.