Los centros de datos ya no son edificios, son la nueva unidad de cómputo

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  • Por: Martin Olsen VP de Estrategia y Planificación Global de Productos

RedFinanciera

Nos hemos acostumbrado a llamar “computadoras” a cosas que, hasta hace poco, eran solo objetos cotidianos. El mejor ejemplo: los automóviles. Con más líneas de código que un avión de combate y, en algunos casos, más silicio que acero, los autos modernos son verdaderas computadoras sobre ruedas. Y no están solos: refrigeradores inteligentes, relojes, termostatos y hasta lavadoras han dado el salto digital. La tecnología ya no está solo en nuestras manos, está en todas partes, transformando lo cotidiano en inteligente.

Paradójicamente, en plena era digital, seguimos sin reconocer el verdadero valor de los espacios que hacen posible nuestra conectividad. Los centros de datos —el corazón silencioso del mundo digital— suelen ser percibidos de manera reduccionista: para unos, simples bienes raíces; para otros, solo infraestructura de TI. Esta visión fragmentada ignora que los centros de datos no son solo edificios ni solo computadoras, sino ecosistemas integrados y estratégicos donde convergen tecnología, infraestructura y visión de futuro. Es momento de repensar su valor y darles el lugar que merecen en la conversación sobre innovación y transformación digital.

El centro de datos como una unidad de cómputo

Aquí es donde la IA —y especialmente la computación acelerada— se convierte en un punto de inflexión. La explosión de cargas de trabajo, impulsadas por modelos con billones de parámetros y clústeres de GPU que consumen más de 100 kW por rack, está rompiendo los esquemas tradicionales.

Jensen Huang, CEO de NVIDIA, ha argumentado que el data center es ahora una unidad de cómputo con una evolución convincente: Chip → Servidor → Rack → Fila → Sala → Data Center. Cada capa es una máquina más integrada y optimizada, no un conjunto suelto de piezas.

En tanto, 451 Research y otros expertos han ido un paso más allá: nos invitan a dejar de ver al data center como un simple edificio y empezar a entenderlo como lo que realmente es: una máquina y no un edificio. La próxima gran unidad de cómputo. Y como toda máquina, debe tener planos precisos, tolerancias bien definidas y métricas claras de rendimiento. No se improvisa, se diseña, se mide, se optimiza, se replica. Porque solo aquello que puede medirse, puede mejorarse, y solo lo que se diseña con intención, puede escalar con impacto.

La dramática expansión del entrenamiento de IA por parte de grandes proveedores de servicios en la nube y LLM ha comenzado a cambiar las cosas y ha propiciado un aumento en la densidad de potencia de los racks, lo que finalmente ha hecho más convincentes los argumentos basados en la tecnología física a favor de la refrigeración líquida (donde la TI y la térmica están estrechamente integradas). También se está innovando en el suministro y la distribución de energía para una mayor integración con la TI.

La convergencia TI/TO

Vertiv ha estado específicamente liderando esta convergencia de Tecnologías de la Información (TI) y Tecnologías de operación (TO) en varios frentes, incluso a través de sus estrechas asociaciones tecnológicas con fabricantes de chips, tales como NVIDIA. Recientemente, Vertiv presentó el concepto del Data Center como la siguiente unidad de computación, en una sesión conjunta con la firma de analistas IDC. Los atributos centrales de esa idea incluyen:

  • Integración precisa: Un centro de datos moderno se parece cada vez más a una placa de circuito impreso: una integración inteligente y necesaria de energía, refrigeración y servicios de TI que logra hasta un 20% más de eficiencia energética, 30% más de aprovechamiento del espacio, una implementación 50% más rápida y una reducción del 25% en el costo total de propiedad.
  • Gestión dinámica: Otro elemento clave de este enfoque es su capacidad para gestionar cargas de trabajo dinámicas con precisión milimétrica. Es como un equipo de pits en una carrera: todo está perfectamente sincronizado para recargar y cambiar neumáticos en el momento justo. Demasiado, y se desperdician recursos; muy poco, y se pierde la competencia. Así funcionan las GPU modernas, anticipando la demanda de energía y refrigeración para optimizar cada segundo de operación.

En las últimas fechas, Vertiv lanzó una arquitectura de referencia completa de 7MW de la plataforma NVIDIA GB200 NVL72 , desarrollada conjuntamente con NVIDIA. Esta arquitectura acelera la implementación de la plataforma NVIDIA GB200 NVL72 refrigerada por líquido a escala de rack y admite hasta 132kW por rack. Vertiv continúa su estrecha colaboración con NVIDIA en infraestructura de IA de próxima generación, incluidas las nuevas plataformas GPU presentadas.

Ante esto, surge una propuesta disruptiva: dejar de ver los centros de datos como infraestructura y reconocerlos como unidades de cómputo. Existe, incluso, la propuesta para clasificar los centros de datos optimizados para IA como Fábricas de IA e incluso los sitios de hiperescala como Gigafábricas de IA. Es un giro radical en la narrativa: seguimos llamándolos “edificios”, pero ahora son espacios diseñados para fabricar IA a escala.

NVIDIA también está trabajando con Vertiv y otros para cumplir con las futuras Fábricas de IA a través de tecnología avanzada de gemelos digitales – Omniverse Blueprint Avanza el Diseño y Simulación de Fábricas de IA – y el uso potencial de agentes de IA para ir más allá de la promesa de Gestión de Infraestructura de Data centres (DCIM) de hace casi una década.

La convergencia es inevitable

El camino hacia los centros de datos autónomos comienza a parecerse al de los autos autónomos: más largo de lo esperado, pero con un avance considerable. La infraestructura se está volviendo inteligente, y el centro de datos está evolucionando de edificio a máquina.

Ya sea que los llamemos edificios, fábricas o computadoras, con el tiempo se convertirán en semántica. Lo importante es reconocer en qué se han convertido: sistemas inteligentes e interconectados, diseñados para ofrecer IA a gran escala.