- POR MAURO FLORES
RedFinanciera
Denuncia la PTPA a organismos del tenis como ATP, WTA, ITF e ITIA y los acusa de conformar un “cartel” en perjuicio del jugador; las entidades la descalifican
El tenis mundial se cimbra y la amenaza de un resquebrajamiento, si no hay diálogo, se vislumbra en el horizonte.
Después del anuncio que, este martes 18 de marzo, emitió la Asociación de Tenistas Profesionales (PTPA), fundada en 2019 por Novak Djokovic y Vasek Pospisil, entre otros, y que representa a singlistas entre los mejores 500 y a doblistas, entre los mejores 200 de los rankings ATP y WTA, respecto al emprendimiento de una serie de acciones legales en Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea contra los organismos rectores del deporte, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), la Asociación de Tenis Femenino (WTA), la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la Agencia para la Integridad del Tenis (ITIA), a los que califica como “cartel” en un sistema corrupto, ilegal y abusivo y fomentar un control monopólico del tenis para explotar a los jugadores, y después de escuchar la respuesta de dichos organismos, el futuro se va francamente negro.
La PTPA emitió un comunicado donde explica que inicia estas demandas, a través del bufete internacional Weil, Gotshal & Manges LLP, para denunciar abusos sistemáticos, prácticas anticompetitivas e indiferencia por el bienestar de los jugadores.
Las demandas de la PTPA se estructuran en 7 puntos:
Colusión para reducir la competencia: argumenta que los organismos demandados celebran acuerdos y arreglos para suprimir la competencia entre torneos. Estas restricciones permiten pagar compensaciones artificialmente bajas a los tenistas, eliminar la competencia e impedir que cualquier competidor potencial entre en el mercado.
Fijación del importe de premios y supresión de ingresos de los jugadores: señalan a los organismos internacionales del tenis de confabularse para limitar premios en torneos y la capacidad de los jugadores para ganar dinero fuera de la cancha, en lugar de permitir que el libre mercado dicte las cantidades que ganan los jugadores. Estos organismos rechazan las peticiones de propietarios de los torneos para aumentar el dinero de los premios, asegurando que el sistema siga amañado a favor de los demandados.
Mandatos de puntos de clasificación: imponen un sistema draconiano de “puntos de clasificación” que dictamina en qué torneos pueden competir los jugadores, cuánta compensación ganan y si reciben determinadas oportunidades de patrocinio. El sistema aleja a los jugadores de cualquier evento alternativo que pudiera existir en un mercado libre, y les obliga a competir únicamente en los torneos de dichos organismos si es que quieren jugar.
Forzar un calendario insostenible: la temporada se extiende durante 11 meses al año, lo que deja poco margen a los jugadores para descansar y recuperarse. Esto los obliga a viajar por su cuenta para participar en docenas de torneos. Pasar tiempo con la familia o recuperarse de las lesiones exige perder oportunidades de ganarse la vida y obtener puntos de la clasificación.
Desprecio por los jugadores: se obliga a los jugadores a competir bajo calor extenuante, a terminar partidos a altas horas de la noche y a jugar con pelotas de tenis diferentes y lesivas según la semana, lo que les provoca lesiones crónicas en muñecas, codos y hombros.
Explotación económica de los jugadores: se obliga a los jugadores a ceder sus derechos de nombre, imagen y semejanza sin ningún beneficio, esto permite a los organismos rectores beneficiarse de sus identidades, les impiden conseguir patrocinios independientes y les limitan el número de patrocinadores que pueden tener.
Violación del derecho a la intimidad: los jugadores son sometidos a registros invasivos de sus dispositivos personales, a controles de drogas aleatorios en mitad de la noche y a interrogatorios sin representación legal. La ITIA ha suspendido a jugadores sin el debido proceso basándose en pruebas endebles o inventadas. Los teléfonos de los jugadores son confiscados y registrados sin su consentimiento, una grave invasión de la privacidad.
Mientras tanto, la ATP, aseguró que desde que el ATP Tour se estableció en 1990, ha desempeñado un papel fundamental en el crecimiento mundial del tenis masculino profesional. Durante más de tres décadas, la estructura de gobierno 50-50 de la ATP ha garantizado un equilibrio en cuanto a dar voz a jugadores y torneos.
La ATP defiende los cambios, como la introducción de una fórmula de prize money, el récord de premios y la ampliación de Bonus Pools. Las auditorias anuales e independientes han dado transparencia sobre las finanzas de los torneos ATP. El Programa Baseline de la ATP ha proporcionado ingresos mínimos para los jugadores clasificados en el Top 250 individual, dotando una seguridad financiera sin precedentes en el tenis profesional y que se han consolidado las contribuciones al fondo de pensiones de los jugadores, entre otros.
La ATP acusa a la PTPA de dividir y distraer con desinformación y de tener dificultades para albergar un papel significativo en el tenis. Por lo anterior rechaza los argumentos de la PTPA y dice que defenderán su posición.
Todo esto nos hace sino vislumbrar un panorama tétrico en el deporte blanco. Hay argumentos que seguramente serán irrefutables de uno y otro lado, sin embargo, parten de un inicio hermético y de rechazo y en este tipo de dificultades el diálogo es lo más sensato. Desde nuestro punto de vista, la ATP nunca había enfrentado nada parecido y ante el auge de torneos como los Ultimate Tennis Showdown (UTS) y organismos independientes como UTR (Universal Tennis Rating) la estructura del tenis debería reestructurarse y abrirse a la conciliación en beneficio de la materia prima del deporte, el jugador. El monopolio siempre repercutirá en acciones injustas e ilegales. ¡CON UR SPORTS SEGUIMOS PISANDO FUERTE!