Confirma la IP debilidad en la economía y las finanzas públicas

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  • 2025 lleva 40 días en medio de un entorno complejo, subraya el CEESP que difiere de optimismo oficial
  • Por Gerardo Flores Ledesma

RedFinanciera

A pesar del optimismo oficial que sostiene que la actividad económica es sólida y las finanzas públicas estables, en los primeros 40 días de 2025 está claro que el entorno es complejo, porque las cifras confirman un constante debilitamiento de la actividad productiva y un déficit público históricamente elevado, lo que puede inhibir un mejor desempeño en el futuro, sobre todo en un entorno de elevada incertidumbre y cautela de la inversión.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) subrayó que las finanzas públicas cada vez son más ajustadas ante el anunció de nuevos proyectos que demandan mayores niveles de gasto, y las expectativas ante la coyuntura no son alentadoras, lo que provocará más correcciones a la baja en el PIB.

De acuerdo con las autoridades, en 2024 el crecimiento de la actividad económica fue impulsada por el buen dinamismo de la demanda interna, sin embargo, los principales indicadores económicos muestran una tendencia a la baja, por lo que 2025 lleva casi mes y medio en un entorno complejo.

El CEESP señala que la Secretaría de Hacienda dio a conocer su Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al cuarto trimestre de 2024, en el que resalta el crecimiento de la actividad económica impulsada por el buen dinamismo de la demanda interna, con tasas de crecimiento del consumo y la inversión por arriba de su promedio histórico, finanzas públicas en línea con lo aprobado por el Congreso, por lo que el déficit y la deuda pública se mantuvieron estables y sostenibles en el largo plazo.

Sin embargo, los principales indicadores económicos muestran una tendencia a la baja desde prácticamente hace un año, acelerando su debilidad en los últimos meses del 2024. De hecho, la tasa de crecimiento promedio para los próximos diez años ya está por debajo del 2%.

La estimación oportuna del INEGI muestra que en 2024 el PIB creció solo 1.3%, cifra inferior tanto al rango oficial estimado que va de 1.5% a 2.5%,

Para el sector privado, y aunque la inversión anual en el periodo enero-octubre supera su promedio histórico, también es un hecho de que en pocos meses muestra un importante debilitamiento, de tal forma que a noviembre ya acumula tres meses consecutivos con variaciones negativas.

En el caso del consumo pasa algo similar, aunque si bien aún se mantiene en terreno positivo, igualmente muestra un constante debilitamiento.

En materia de finanzas públicas el informe señala que se mantuvieron estables y en línea con las metas aprobadas. Sin duda esto es cierto, pero se debe tener presente que las cuentas públicas aprobadas para todo el año ya eran significativamente deficitarias.

Se dice que los ingresos se mantuvieron al alza para ubicarse en 22.1% del PIB, mismo porcentaje que el año anterior, que han sido los más bajos desde 2020.

El CEESP agrega que “el avance de los ingresos totales se atribuye en buena medida al crecimiento de 4.7% en los ingresos tributarios, que los llevó a representar un máximo histórico de 14.6% respecto del PIB. No obstante, se debe considerar que su incremento fue casi tres veces menor al reportado un año antes”.

A su interior, el mayor impulso provino del aumento de 34.8% en los ingresos por IEPS, especialmente en gasolinas y diesel que se elevaron 67.5%. La recaudación por concepto de ISR aumentó 2.2%, mientras que la de IVA se contrajo 1.6%, igualmente por debajo de su avance previo, lo que en parte refleja el menor ritmo de crecimiento de la economía y la debilidad del consumo.

El gasto aumentó 7.7% y superó el incremento de 4.3% que se había aprobado. Resalta que el gasto en inversión física aumentó 11.4%, lejos de la caída de 23% que se tenía prevista. Aunque esto es una buena señal es un hecho que, a pesar de este aumento, su efecto en el ritmo de crecimiento no fue lo esperado.