Pobreza extrema afecta a 9.1 millones de mexicanos en 2024

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  • El 7.1% de la población vive en esta condición, mientras que 37.7 millones enfrentan pobreza moderada

RedFinanciera

La pobreza es un desafío que afecta profundamente el desarrollo de una nación, impactando no solo a las personas que la padecen, sino también al progreso económico, la estabilidad social y el acceso a oportunidades. Erradicarla es una meta prioritaria para garantizar un futuro sostenible.

En este contexto, según el reciente informe “Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024″ de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la reducción de la pobreza en México ha sido posible en gran parte gracias a las transferencias públicas dirigidas a los sectores más vulnerables, que incluyen programas como las pensiones no contributivas y las transferencias monetarias condicionadas y no condicionadas, las cuales, durante la pandemia, demostraron tener un impacto positivo en la mejora de las condiciones de vida de muchos mexicanos.

Sin embargo, a pesar de los avances alcanzados en las últimas décadas, la pobreza sigue representando un desafío profundo y persistente para la sociedad. Actualmente, el 22% de la población del país vive en condiciones de vulnerabilidad económica, una cifra alarmante que se mantiene destacada en comparación con otros países de la región, reflejando las desigualdades estructurales que aún deben ser atendidas de manera urgente y eficaz.

La CEPAL señala que, aunque la pobreza ha disminuido respecto a 2020, cuando la cifra alcanzaba el 29.9%, la situación sigue siendo preocupante. Y es que México es uno de los cuatro países de América Latina con altos niveles de pobreza, junto con Argentina, Colombia y Honduras.

A pesar de la mejora económica y la reducción de la pobreza extrema, el informe subraya que los montos de las transferencias condicionadas no han sido suficientes para cerrar la brecha entre los ingresos de los hogares pobres y la línea de pobreza. Asimismo, la inflación, que ha impactado en los precios de los alimentos, ha hecho aún más difícil para las familias de bajos recursos cubrir sus necesidades básicas.

Por su lado, el Banco Mundial, en su reporte sobre la situación mundial de la pobreza, reveló que entre 2018 y 2024, 9.5 millones de mexicanos han dejado la pobreza. Esta reducción ha sido posible gracias a mejoras en el mercado laboral, como el incremento del empleo y un aumento en los ingresos reales per cápita.

De hecho, los resultados de la investigación mostraron datos cercanos a los de la Cepal, pues indica que la pobreza en el país pasó del 28.8% en 2018 al 20,2% en 2024, lo que representa una disminución de 8.6 puntos porcentuales. “La pobreza ha disminuido significativamente desde el año 2020, pero se necesitan reformas estructurales para impulsar la productividad, la competitividad y la inclusión”, señaló el organismo.

La medición de la pobreza en México también ha sido evaluada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que utiliza una metodología propia para evaluar la pobreza multidimensional. En esa línea, en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2024, presentado en la Facultad de Economía de la UNAM por José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval, se indicó que el 36.3% de la población, es decir, 46.8 millones de personas, viven en situación de pobreza. De ellas, 37.7 millones enfrentan pobreza moderada (29,3 %), mientras que 9.1 millones, que representan el 7.1 %, padecen pobreza extrema.

En medio de este panorama, la pobreza sigue afectando a una proporción significativa de la población, especialmente en el sur del país, donde los estados de Chiapas y Oaxaca concentran los mayores índices.. En 2022, el 99.6% de la población de San Simón Zahuatlán, en Oaxaca, vivía en condiciones de pobreza, lo que lo convierte en el municipio más pobre del país. Le sigue Cochoapa el Grande, en Guerrero, con el 99.4% de su población en esta situación..

Otros municipios en estado crítico son Coicoyán de las Flores, en Oaxaca, y San Juan Cancuc, en Chiapas, donde más del 99% de la población vive en pobreza. La pobreza extrema en estos municipios es una de las mayores preocupaciones para las políticas públicas, ya que las condiciones de vida en estas zonas son muy precarias.

La Coneval manifiesta, además, que la pobreza afecta de manera desproporcionada a los niños y jóvenes. La falta de acceso a la educación y la escasa cobertura de los servicios de salud agravan la situación de los más vulnerables. En concreto, la carencia más frecuente en el país es el acceso a la seguridad social, que afecta al 50.2% de la población, seguida por la falta de servicios de salud, que impacta al 39.1%, y el rezago educativo, que afecta al 19.4% de los mexicanos.

Debido a esto, el ente ha sugerido, en relación con las políticas públicas, la implementación de mecanismos de coordinación efectiva que garanticen el acceso universal a los derechos sociales, especialmente en las zonas más empobrecidas del país. Igualmente, recomienda fortalecer los programas sociales existentes y enfocar los esfuerzos en abordar las causas estructurales que perpetúan la desigualdad, con el fin de lograr un desarrollo más equitativo y sustentable.

 

Ingreso laboral y pobreza

Entre el tercer trimestre de 2023 y el tercer trimestre de 2024, el escenario del ingreso laboral en México presentó importantes avances, destacándose una disminución en los niveles de pobreza laboral y un incremento en el ingreso real per cápita. De acuerdo con los datos proporcionados por el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), el porcentaje de personas en situación de pobreza laboral disminuyó de 37.3% a 35.1%, lo que equivale a una reducción de 2.2 puntos porcentuales a nivel nacional.

El ingreso laboral real per cápita creció un 7.1% anual, pasando de $3,124.26 a $3,346.45 pesos. Este incremento fue acompañado por la incorporación de 360.8 mil personas al mercado laboral. Sin embargo, a pesar de esto, el costo de la canasta alimentaria aumentó un 5.9% anual, superando ligeramente la inflación general promedio de 5.0%.

Este desfasamiento pone de manifiesto que, aunque el poder adquisitivo ha mejorado, el aumento en los precios de los alimentos sigue siendo un desafío para muchas familias. Incluso, para hacer frente a estas presiones económicas, muchas personas recurren a opciones como los préstamos personales, que ofrecen una solución a corto plazo para cubrir necesidades básicas o imprevistos.

En el ámbito urbano, la pobreza laboral disminuyó de 33.3% a 30.7%, marcando una reducción de 2.6%, mientras que en el ámbito rural la reducción fue menor, de 49.9% a 48.5% (1.4 puntos porcentuales). Además, el ingreso laboral promedio también evidenció disparidades: en las zonas urbanas, el ingreso per cápita aumentó un 7.7% y en las rurales el crecimiento fue de apenas 4.1%.

Cabe señalar que en el tercer trimestre de 2024, el ingreso laboral mensual promedio de la población ocupada fue de $7,397.27. Los hombres reportaron un ingreso promedio de $8,067.53 y las mujeres percibieron $6,433.15, evidenciando una brecha salarial del 30%. A pesar de ello, las mujeres tuvieron un incremento porcentual mayor en sus ingresos en comparación con los hombres, con variaciones de 7.7% y 6.4%, respectivamente.

La formalidad también jugó un papel crucial en la mejora del ingreso laboral. Los trabajadores formales tuvieron un ingreso promedio de $10,583.78, más del doble que los trabajadores informales, quienes percibieron $5,018.76 pesos mensuales. Entre el tercer trimestre de 2023 y el tercer trimestre de 2024, el ingreso de los trabajadores formales creció un 7.8%; en tanto, el de los informales aumentó un 4.7%.

En términos regionales, 25 de las 32 entidades federativas reportaron una disminución en la pobreza laboral durante el último año. Entre las más destacadas se encuentran Ciudad de México, Querétaro y Yucatán, con reducciones de 7.8, 6.6 y 6.1 puntos porcentuales, respectivamente. En contraste, entidades como Oaxaca, Sinaloa y Tabasco registraron incrementos, con alzas de hasta 1.6% en el caso de Oaxaca.

A pesar de la disminución general de la pobreza laboral, entre el segundo y el tercer trimestre de 2024, este indicador se mantuvo prácticamente sin cambios, pasando de 35.0% a 35.1%. En este mismo periodo, el ingreso laboral real per cápita disminuyó un 3.9% en las zonas rurales y aumentó un 0.5% en las zonas urbanas.

Es así cómo si bien los avances en el ingreso laboral y la reducción de la pobreza laboral en México son alentadores, existen retos pendientes en términos de equidad y acceso a una vida digna para todos. La brecha salarial, las diferencias regionales y el aumento en los costos de la canasta alimentaria son aspectos que requieren atención para consolidar un crecimiento inclusivo y sostenible.