- Se espera PIB de 1.1%, no de 2.3%, y caída en la recaudación: CEESP
- Los programas sociales podrían tener un efecto negativo neto en los hogares
- Por Gerardo Flores Ledesma
RedFinanciera
El sector empresarial del país consideró que el gobierno de Claudia Sheinbaum tendrá que recurrir a mayor endeudamiento para cumplir con las metas de finanzas públicas en 2025, y puso en duda la meta de crecimiento anual de 2.3% que al no cumplirse sólo generará más efectos negativos, porque se fincó en un marco macroeconómico y presupuesto muy optimista.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) subrayó que, aunque el crecimiento fuera de 1.1%, como estiman los especialistas del sector privado, hasta este momento, la recaudación tributaria sería menor en 63 mil millones de pesos.
Advierte que, aunque los programas asistenciales del gobierno sigan transfiriendo recursos a los hogares, incluso con nuevos programas, “es probable que este beneficio pueda verse minimizado por los elevados costos que implica tener un entorno de baja calidad educativa y de servicios de salud, además del mayor gasto en seguridad que tienen que asignar las familias. El efecto neto puede ser negativo para los hogares”.
El CEESP admite que en el Presupuesto del 2025 se propuso una disminución de 3.6% en el gasto total, lo que en principio pareciera ser una buena señal para los mercados financieros, pero aclara que esa disminución del gasto responde a una exigencia natural dada la rigidez de las fuentes de ingresos y el riesgo que implica elevar los niveles de deuda.
Señala el organismo empresarial que por todas esas razones “cumplir con las metas de finanzas públicas será complejo, por lo que es muy factible que tenga que ser apoyado con mayor deuda pública”.
EL PRESUPUESTO 2025
El Presupuesto de Egresos es el documento en el que, además de establecerse el monto y el destino de los recursos que se utilizarán para cumplir las obligaciones durante el año fiscal, el gobierno plantea sus prioridades y objetivos.
Para el sector empresarial, el Presupuesto para 2025, que será el primero del nuevo gobierno, mantendría las mismas premisas que el anterior: programas asistenciales y proyectos poco rentables.
Y aclara: “Para el presupuesto del próximo año, si bien es cierto que las intenciones del gobierno son favorables, es evidente que no son suficientes para cumplir su meta original de reducir el déficit. Incluso, reducirlo en dos puntos del PIB y no en tres como se tenía planteado, además de ser muy complicado, puede generar desequilibrios importantes en la asignación de los recursos, afectando a rubros que pueden ser relevantes para el crecimiento, la inversión y el bienestar de las familias”.
Detalla que en el Presupuesto del 2025 se propone una disminución de 3.6% en términos reales en el gasto total, lo que en principio pareciera ser una buena señal para los mercados financieros y fortalecer la calificación soberana del país, pero “más allá de una planeación real, la reducción del gasto responde a una exigencia natural dada la rigidez de las fuentes de ingresos y el riesgo que implica elevar los niveles de deuda. Reducir el déficit vía menor gasto es sin duda la mejor opción, aunque puede tener un costo elevado”.
Se apunta que, en la clasificación administrativa del gasto programable, donde se refleja quién ejerce los recursos, se pueden percibir las prioridades del nuevo gobierno.
De ese modo se sabe que “tras las adecuaciones al gasto aprobadas, evidentemente por la mayoría de Morena, se puede apreciar que los objetivos serán los mismos que en el pasado gobierno: privilegiar objetivos políticos mediane proyectos cuya rentabilidad no es comprobable y programas de transferencias carentes de incentivos para la movilidad social y del objetivo de romper los ciclos de preservación de la pobreza de los segmentos sociales más necesitados”.
De los 44 ramos que integran esta clasificación, 35 presentaron recortes respecto a los montos aprobados para 2024. Los nueve rubros que reportan aumentos se pueden relacionar con los proyectos y programas prioritarios del gobierno.
El gasto en desarrollo agrario, territorial y urbano aumenta 183% y responde principalmente al nuevo programa de vivienda social. Le sigue el incremento de 65.1% en el gasto en infraestructura, comunicaciones y transportes, que contempla las nuevas obras ferroviarias en el país. Las erogaciones de las entidades no sectorizadas crecen 20.7%, en especial por las transferencias al programa IMSS Bienestar. El gasto en Bienestar crece 2.8%.
No obstante, rubros tan importantes para el bienestar de los hogares como el de salud reporta una disminución de 34%, seguridad y protección ciudadana cae 36.2%, medio ambiente y recursos naturales baja 39.4% y trabajo y previsión social se contrae 6.7%, a pesar de integrar el programa de jóvenes construyendo el futuro.