- Cuyo número de muertos es de 65, mientras que los desaparecidos suman 279
RedFinancieraMX
Al menos cinco personas fueron detenidas ante su presunta participación en la alteración de documentos sobre la represa de la minera Vale, luego de su ruptura y cuyo número de muertos es de 65, mientras que los desaparecidos suman 279.
De acuerdo con fuentes oficiales, dos ingenieros fueron detenidos en Sao Paulo, pero no trabajaban de manera directa con la compañía minera Vale, ya que sus servicios fueron contratados con otra empresa.
Indicaron que los otros tres sospechosos detenidos eran empleados directos de la Vale y fueron capturados en Belo Horizonte.
Las autoridades indicaron que esas personas estarán detenidas por 30 días, mientras las autoridades adelantan las indagaciones que corroboren las sospechas de fraude en los informes de seguridad, según diversos reportes de prensa.
Indicaron que la fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, dijo que “la compañía debe responder por la tragedia y ser sometida a un proceso criminal”, mientras que los ejecutivos de la firma también podrían tener que asumir su responsabilidad de forma personal.
De acuerdo con el diario “O Globo” los bomberos indicaron que en este quinto día de rescate, el número de desaparecidos es de 279 y han rescatado a 192 personas, mientras que 31 cuerpos siguen sin identificar.
Dijo que trabajan ahora con una retroexcavadora para recuperar cuerpos atrapados en un autobús. “El lodo en el corcho del frijol sigue siendo inestable, pero ya permite la entrada de las máquinas”.
Apuntó que “militares israelíes trabajan junto con los bomberos en el rescate de cuerpos en el autobús. Con la ayuda de sensores y otros equipos, ellos consiguieron acceder a una parte mayor del vehículo. Hay posibilidad de encontrar cuerpos de funcionarios de la Vale y de personas que estaban en la carretera venida de Inhotim”.
La tragedia se registró el pasado viernes cuando colapso la represa de la minera Vale en Brumandinho, en el suroriental estado brasileño de Mina Gerais, lo que generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, silicio y hierro) mezclada con 55 millones de metros cúbicos de agua.