- Nicolás
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinancieraMX
Escribir sobre una tirano, un dictador, podría resultar relativamente facial. Encontrar calificativos, tropezones, disparates y hasta crímenes es sencillo porque hasta ellos mismos en su patología presumen sus descalabros.
Pero es triste dedicar tiempo, espacio y reflexión a todo aquel que equivoca el camino y desata una ola de injusticias y atropellos para millones de personas.
Nicolás Maduro se suma a una lastimosa lista de nombres y apellidos que en la historia quedan como despreciables.
Su caída aún no toca fondo. Se abriga en un discurso embriagador que lleva al fanatismo, a la confrontación y al odio. Su antagonismo con varios gobiernos en el mundo, incluyendo a México, lo orilla a buscar palabras difamantes e insultos baratos y gratuitos.
En su propio país ha humillado a la gran mayoría de la población a perder el empleo, a encarecer la vida, a perder la dignidad, a violentar los derechos humanos, a convertir las prisiones en celdas políticas de venganza, a arrebatar a los suyos el derecho a disentir, a controlar a base de amenazas cumplidas como sacar a la calles tanquetas.
Miles y miles de venezolanos, en un éxodo sin precedentes buscar aliviar su tragedia migrando mientras todo pierden.
Venezuela es hoy uno de los países que gran parte de su presupuesto lo destinan a la compra de armas y su mejor dialogo, el más próspero es con otras dictaduras feroces que encuentran en sus paisanos al mejor enemigo a disparar.
No hay duda, Maduro ha sostenido su presidencia con sangre de inocentes, pero poniendo en la portada el rostro de Bolívar y de Chávez.
Maduro vino a México a desafiar porque bien sabe que no es bien recibido. Llegó tarde y se fue por la puerta de atrás a la ceremonia de investidura presidencial de AMLO. Fue cobijado por personajes como Ebrard pero más aún, por Dolores Padierna, Yeidckol Polenvsky y el irrespetuoso Fernandez Noroña, que creen que nuestro país merece un destino como el de Venezuela y a un líder como Maduro. Se arrodillan ante estos dictadores de izquierda que salen expulsados de sus gobiernos para terminar o asesinados o en prisión.
Este miércoles habrá una enorme marcha contra Maduro, el mundo europeo se alía para cerrarle las puertas a la dictadura de Maduro, la OEA se pronuncia, Estados Unidos y Canadá ( nuestros socios principales) reprueban lo que ocurre en Venezuela y aquí, aquí en México, la indefinición, la cobardía escondida en un artículo constitucional que se refiere a la “no intervención”.
Quedamos anacrónicos, se nos olvida que formamos parte activa de un concierto internacional, pero vemos que no hay política cierta, ya ve usted, hasta estuvimos ausentes en la Cumbre de Davos.