- Las emociones que no se terminan de procesar se almacenan en el cuerpo a modo de tensión muscular
RedFinanciera
En las experiencias cotidianas, el ser humano se encuentra constantemente enfrentándose a una gran cantidad de emociones que no siempre resultan agradables, y esto es natural, el problema es cuando el individuo bloquea sentirlas y comienza a cargar con situaciones sin resolver que inevitablemente terminarán afectando su visión, entre otras cosas.
“Por eso el trabajo emocional es muy importante, porque de lo contrario se crean bloqueos y estrés que afectan de forma considerable el funcionamiento de nuestra visión.
Por eso, dependiendo de cuál sea nuestro bloqueo emocional vamos a presentar determinado problema específico en la vista, siendo algunos de los más comunes la miopía, la presbicia y el astigmatismo”, indicó Ainhoa de Federico, experta en educación visual y fundadora de Volver a Ver Claro, quien comparte más información al respecto.
Se ha extendido durante generaciones la información de que los problemas de vista se deben en gran medida a factores genéticos, sin embargo, el contar con disposición genética a ciertas enfermedades no significa que éstas van a manifestarse sí o sí durante la vida del individuo. Los expertos cada vez están más de acuerdo en aceptar que los problemas visuales aparecen por condiciones ambientales, hábitos y estilo de vida y entre ellos un factor determinante en 88% de los casos de aparición de síntomas visuales son las emociones.
Las emociones que no se terminan de procesar se almacenan en el cuerpo a modo de tensión muscular, la cual es una de las grandes causas del desarrollo de padecimientos en la visión. “Debido a esto, es evidente el por qué el 58 % de las personas que se operan la vista recaen en el mismo problema pasado el tiempo, porque no se atiende el problema de raíz y las emociones continúan generando la misma tensión”, explicó Ainhoa.
Han existido múltiples estudios de investigadores, académicos y profesionales que la tensión emocional afecta los músculos de los ojos encargados del enfoque, como los estudios del doctor Charles Kelley, pionero en el estudio de la relación entre la visión y las emociones mal integradas, pero también la Dra. en psicología Carolyn Zeigerm, el optometrista Roberto Kaplan, el Dr. Jack Fox, el Dr. en optometría Ray Gottlieb, el Dr. Martin Brofman y otros.
Estas investigaciones han descrito cómo tensiones emocionales específicas derivan en el desarrollo de síntomas visuales particulares. La misma Dra. Ainhoa de Federico descubrió que el 88 % de las personas participantes en su investigación con algún problema en la vista habían experimentado algún acontecimiento estresante en sus vidas que marcaba un antes y un después y aparecían correlacionados con la aparición de su padecimiento visual.
De acuerdo con la experta en educación visual y los descubrimientos del Dr. Martin Brofman, estas son las causas emocionales de algunos de los padecimientos visuales más comunes:
Miopía: “Se trata de una persona que es demasiado precavida y previsora; una persona que siempre intenta controlar las circunstancias a su alrededor. Suele aparecer también cuando hay una falta de confianza en uno mismo para atravesar las pruebas de la vida, por lo que suele presentarse durante la pubertad y adolescencia. El objetivo será liberar la inseguridad y el miedo”, explicó la experta.
Presbicia: Contrario a lo que sucede en la miopía, en la que se ve bien de cerca pero mal de lejos, la presbicia es lo opuesto. Esto se debe a que la persona dispersa demasiado su energía en otras personas y no deja nada o casi nada para sí.
Es una persona que se enfoca demasiado en su pasado y que siente nostalgia o culpa. En este caso, se deberán trabajar las emociones desde lo que Ainhoa llama un “egoísmo positivo”, en el que retoma el protagonismo de la propia vida y se comienza a ver por uno mismo.
Astigmatismo: De acuerdo con la teoría de las emociones, una persona con astigmatismo es aquella que se ha traicionado a ella misma, es decir, a sus valores, y se comienza a ver de forma distorsionada, esto debido a que busca complacer a los demás y se crea una confusión interior. En este caso, se recomienda buscar la autenticidad y reconectar con la esencia de uno mismo preguntándose, “¿qué es lo que realmente quiero?”
“El equilibrio emocional y el manejo de las emociones es parte de los aspectos fundamentales a tratar para mejorar la vista de forma duradera, pero es un trabajo constante de autoobservación que requiere consciencia de uno mismo y hábitos saludables, sin embargo, vale totalmente la dedicación que le pongamos ya que las recompensas serán maravillosas al aclarar la vista exterior y la visión interior”, finalizó la fundadora de Volver a Ver Claro, quien brinda más consejos en su canal de Youtube.