- El nuevo gobierno recibirá un país con bajo crecimiento y altos niveles de corrupción: CEESP
- El estado de derecho está muy debilitado y predomina la inseguridad, criminalidad e impunidad
- Por Gerardo Flores Ledesma
RedFinanciera
La iniciativa privada del país aseguró que México cerrará en los próximos días un sexenio con una economía debilitada, un ambiente político deteriorado, elevada incertidumbre y expectativas poco optimistas, por lo que el nuevo gobierno tiene retos importantes enfrente, principalmente trabajar en la construcción seria de un ambiente que estimule la actividad económica.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) precisó que el dinamismo de la inversión se deteriora debido al constante aumento de la incertidumbre por el entorno político, por lo que Claudia Sheinbaum deberá atender los riesgos que resulten de la aprobada Reforma Judicial, entre ellos la sostenibilidad de las finanzas públicas, que es uno de los riesgos más preocupantes.
DESAFÍOS DEL NUEVO GOBIERNO
El CEESP apunta que “lejos de la promesa de un sexenio que concluiría con tasas de crecimiento económico de 6% a finales del periodo y de 4% anual promedio, México cierra con una economía debilitada, con un ambiente político severamente deteriorado, con elevada incertidumbre y expectativas poco optimistas para el corto y mediano plazos”.
Agrega que el entorno presenta un nivel de estado de derecho considerablemente debilitado, con altos niveles de corrupción, inseguridad, criminalidad e impunidad, que ya inciden en elevados costos empresariales.
Para el primer año del nuevo gobierno los especialistas en economía anticipan una tasa de crecimiento de solo 1.5%. La expectativa se eleva a 2.0% para 2026, y eso no anticipa una recuperación importante, sobre todo si se considera que el pronóstico promedio anual para los próximos diez años se mantiene en 2.0%.
Y aclara: “El nuevo gobierno tendrá que trabajar seriamente en construir un ambiente que estimule en general la actividad económica, aunque esto se antoja seriamente complicado tras la aprobación de la Reforma Judicial, que la mayoría de los especialistas nacionales, internacionales y gobiernos de otros países, en especial de aquellos que tienen una relación comercial cercana con nuestro país, la consideran un posible obstáculo para la actividad económica”.
Asimismo, el CEESP precisa que la cautela empresarial está en aumento y así lo refleja la debilidad de la inversión, en tanto se pierde la posibilidad de perder la oportunidad que ofrece el nearshoring.
El organismo empresarial de México revela que “las empresas, en especial las Mipymes, enfrentan costos laborales significativamente elevados, así como altas tasas de interés que encarecen el capital de trabajo, lo que afecta sus niveles de competitividad y limita la posibilidad de crear más empleos de calidad. Claro está que también limita la inversión”.
Lamenta el CEESP la intención de desaparecer a los organismos autónomos como el INAI, CRE, CONEVAL, entre otros, que eran los encargados de establecer las mejores políticas económicas para mantener el ambiente de negocios idóneo.
Destaca que la ausencia de un sistema judicial independiente, transparente, y que puede adolecer de la preparación necesaria para lograr un ambiente con certeza jurídica adecuada, afectará a los negocios y dañará la confianza de los inversionistas.
Insisten los empresarios en que uno de los riesgos más preocupantes es la sostenibilidad de las finanzas públicas debido al entorno de fuentes de ingresos débiles y crecientes gastos, con un nuevo gobierno que tiene como principal problema un margen de maniobra muy limitado, en donde los gastos obligatorios representan más del 60% del gasto total.