- ¡Sin frases espectaculares!
RedFinanciera
La verdad que inventan los hombres es siempre más hermosa que la verdad que viven en su día a día. Y para ello basta recordar las frases que nos han dejado los ex presidentes de México, como, José López Portillo (1976-1982), quien recordaremos nos dijo: “defenderé la paridad del peso como un perro”; y también afirmó que “En México no hay presos políticos, sino delincuentes comunes”. De la época de los presidentes neoliberales, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) enarboló: “No dejaré que el país se deshaga en mis manos”.
Y en tanto, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) expuso la inolvidable frase: “ni los veo ni los oigo”, o bien “no se hagan bolas”. Y su sucesor, Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), nos dejó la también inolvidable frase: “No traigo cash”, y no podía quedarse atrás Vicente Fox (2000-2006), quien soltó la inigualable frase: “Comes y te vas”, así como “Ser presidente de México da ñáñaras”.
El inolvidable FECAL por su acronimo de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), nos dejó aquel cínico: “aiga sido como aiga sido”; y en su tiempo Enrique Peña Nieto (2012-2018): “ya sé que los periodistas no aplauden” y “Estamos como a un minuto; no, menos, como a cinco minutos”.
En la recta final de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, hemos discutido muchas y muchos, unos a favor otros en contra; pero lo seguro será que, pasados los años, en el recuento que hace la historia, no se olvidará en la memoria de la mayoría de los mexicanos lo que hizo el oriundo de Tepetitán, Tabasco: dejó un país diferente, porque cada tiempo tiene a los hombres que merece el pueblo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que ante el final de su sexenio se perfila como el único jefe del Ejecutivo Federal de la era moderna del país que nunca tuvo vacaciones; e incluso trabajó todos los sábados y domingos en su gestión gubernamental; o bien, en el ejercicio de comunicación circular en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, se mantuvo de pie durante aproximadamente 3 horas de lunes a viernes.
No se le ve llegar cansado, pues acude después de inaugurar obras de infraestructura, todos los fines de semana, como es el tramo seis del Tren Maya, en el estado de Quintana Roo. Se le ve de buen ánimo y fuerte, pues aún falta 20 días de su ejercicio de conducción de un país, y en esos días tiene el compromiso del último partido de beisbol en el parque de tranviarios de la Ciudad de México, antes de que concluya su gestión presidencial.
El tiempo le ha dado la razón a la Cuarta Transformación. Este tecleador no intenta hablar de cosas que no tienen explicación; la realidad es que Andrés Manuel López Obrador le regresó la dignidad perdida a México y a su sociedad.
La historia del presidencialismo en México le otorgó el número 79 al licenciado Andrés Manuel López Obrador, que con una gran experiencia –que dan los años y los errores del pasado– nos deja una fuerza creadora que estará en los mexicanos junto con la presidenta 80, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, para que esta inercia hacia adelante no disminuya o se desvíe.
Es tan difícil la gloria y morir lentamente sin hacer ruido. Dentro de diecinueve días el Jefe del Poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, quien dentro de múltiples hechos, acciones y mensajes, sin frases espectaculares, se limitó a decir: “Primero los pobres”, así como “Yo tengo otros datos”, y me “Me canso ganso”… Y hasta aquí con Los Pozos de Carlos Pozos. Y si desean que le haga su pregunta al Presidente de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lordmolecularedacción@gmail.com; vía X a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com/ así como también pueden ver mi Canal Lord Molécula Oficial.