- Descubre los síntomas de alarma
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En la era digital actual, los teléfonos celulares se han convertido en una extensión de nuestra mano. Sin embargo, este uso desmedido puede traer consigo consecuencias negativas para la salud, especialmente en las manos.
El lado oscuro del móvil: lesiones y tendinitis
“El uso prolongado del celular puede ocasionar diversas lesiones en las manos, siendo la tendinitis la más común. Esta se produce por la inflamación de los tendones, las estructuras que unen los músculos a los huesos. En el caso de las manos, la tendinitis se suele manifestar en la zona de la muñeca y el pulgar, debido a los movimientos repetitivos que se realizan al escribir, deslizar la pantalla o sujetar el dispositivo”, menciona El Dr. Carlos Suárez Ahedo, ortopedista especialista en cirugía de cadera y de rodilla.
Síntomas que te alertan:
- Dolor: La señal más evidente es el dolor en la zona afectada, que puede ir de leve a intenso y empeorar con ciertos movimientos.
- Entumecimiento y hormigueo: La irritación del nervio mediano o de algunas ramas del nervio radial, a causa de la inflamación, puede generar entumecimiento y hormigueo en los dedos pulgar, índice y medio.
- Debilidad: En casos severos, la tendinitis puede provocar debilidad muscular, dificultando la prensión de objetos pequeños o la realización de tareas cotidianas.
- Rigidez: La inflamación también puede causar rigidez en las articulaciones, especialmente en las mañanas o después de periodos de inactividad.
¿Por qué el celular? Un villano silencioso
Diversos factores relacionados con el uso del celular contribuyen al desarrollo de la tendinitis:
- Postura: La posición encorvada en la que solemos sostener el teléfono genera tensión en los tendones de la muñeca y el pulgar.
- Movimientos repetitivos: Escribir, deslizar la pantalla y pulsar botones son acciones que se repiten miles de veces al día, sobrecargando los tendones.
- Tensión muscular: La concentración y el esfuerzo visual que requiere el uso del celular pueden provocar tensión muscular en las manos y antebrazos.
- Uso excesivo: El tiempo prolongado frente al celular, sin pausas adecuadas, aumenta el riesgo de desarrollar tendinitis.
Prevención: El mejor escudo
Para evitar la tendinitis y otras lesiones en las manos, es fundamental adoptar hábitos saludables al usar el celular. El Dr. Suárez Ahedo nos brinda algunos.
- Limita el tiempo de uso: Establece límites diarios y toma descansos frecuentes para relajar las manos.
- Mejora tu postura: Mantén la espalda recta, los hombros relajados y los codos flexionados a 90 grados al sostener el teléfono.
- Elige una buena ergonomía: Utiliza un soporte para el celular que te permita mantener una postura correcta y evitar la flexión excesiva de la muñeca.
- Ajusta el tamaño de letra y teclado: Elige un tamaño de letra y teclado que te faciliten la escritura sin tener que forzar la vista o la postura de las manos.
- Realiza ejercicios de estiramiento: Fortalece y flexibiliza los músculos de las manos y antebrazos con ejercicios sencillos que puedes realizar en casa.
- Aplica calor o hielo: En caso de dolor o inflamación, puedes aplicar compresas frías o calientes para aliviar las molestias.
Si los síntomas de la tendinitis persisten o empeoran a pesar de las medidas preventivas, es importante consultar a un médico o fisioterapeuta. El tratamiento suele incluir:
- Reposo: Reducir o eliminar temporalmente las actividades que causan dolor.
- Hielo y antiinflamatorios: Para disminuir la inflamación y el dolor.
- Terapia física: Ejercicios específicos para fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad de las manos.
- Inmovilización: En algunos casos, se puede recomendar el uso de férulas o muñequeras para inmovilizar la zona afectada.
- Cirugía: En casos muy severos y que no responden a otros tratamientos, se puede considerar la cirugía para liberar el nervio comprimido.
El uso excesivo del celular puede tener un impacto negativo en la salud de nuestras manos, especialmente si no se toman las medidas preventivas adecuadas. La tendinitis es una de las lesiones más comunes, pero con un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado, podemos prevenirla y evitar el dolor y la discapacidad que puede ocasionar.