Centro Histórico

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  • La pesadilla que encontró López Obrador dentro de Pemex
  • Explota toma clandestina en Hidalgo 89 muertos 58 heridos
  • Insiste AMLO en que no habrá impunidad en la corrupción en Pemex
  • Crónicas de una desgracia anunciada: Ana Lilia Pérez
  • Por Crescencio Cárdenas Ayllón

RedFinancieraMX

La verdad nadie pensaba que entre las pruebas  y las “vencidas” a las que se tendría que enfrentar Andrés Manuel ya como presidente Constitucional de nuestro país estaría la “guerra vs los huachicoleros” que a pesar de que al paso de los días se manifestaba en varios puntos de la República con avisos cada vez más severos hasta que tronó cabalmente el problema del robo de gasolinas de ductos de la paraestatal Petróleos Mexicanos con saldos lamentables que obviamente no se cargan al marcador de los delincuentes sino al gobierno y a las fuerzas armadas.

Sí hace unos días en un lugar del estado de Hidalgo que ocupaba los primeros lugares en el robo de gasolinas logró cobrar vidas y heridos en un número no considerado hasta ahora pero la historia se remonta al mes de noviembre pasado cuando cuatro personas murieron en Tabasco por una explosión. Y en diciembre, en Guanajuato sacaron de sus casas a 2000 personas por un derrame. Hace apenas unos días trascendió un video de una fuga de un ducto a la altura de Acambay, estado de México en el que se veía a decenas de vecinos alistando sus cubetas y recipientes varios preparados para guardar todo el combustible posible antes de que llegara la policía.

No ocurría nada parecido a lo de anteanoche desde diciembre de 2010, cuando una explosión por una toma clandestina en Puebla provocó 29 muertes. Fue en San Martín Texmelucan, uno de los puntos rojos del “huachicol” en el país. Según datos de la Secretaría de la Defensa, solo en 2018 ubicaron 228 conexiones ilegales al ducto en este municipio, una de las cifras más altas del país.

Pero se averigua si es verdad que hay detenidos y personas investigadas por ser padrinos del huachicol

Y quienes son los ex funcionarios de Pemex y trabajadores de la misma los que participaban en la sustracción de hidrocarburos de los ductos y con la insistencia de la pregunta que se hace al presidente diariamente en sus conferencias matinales sobre los nombres de los principales involucrados de cuello de mezclilla o de cuello blanco la respuesta parece que se esfuma y se ofrece para “más adelante”

Por ello se afirma que “si existen denuncias en contra del dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, no se van a detener”, dijo el presidente Andrés Manuel y precisó “Eso no significa que nos vamos a meter a la vida interna de un sindicato”. También, al mismo tiempo, no vamos a darle impunidad a nadie y si existen denuncias se va a proceder en lo que a nosotros corresponde, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien confió en que en este caso la Fiscalía General de la República actúe en apego a su autonomía.

Lo raro de esto es que sí debería haber injerencia oficial en los sindicatos cuando hay cientos de denuncias sobre malos majos y enriquecimiento inexplicable de líderes sindicales como el que se menciona, entre otros, que ha causado daños de toda índole al patrimonio de los trabajadores y de las propias instituciones gubernamentales como están los casos de Pemex, la CFE, a los que deben sumar los del SNTE y los sindicatos blancos del IMSS y del ISSSTE  y la FETSE.

López Obrador acotó: en el caso de que un asunto se atorara, inmediatamente, cuando menos, en forma respetuosa, sin ofender a nadie, lo daríamos a conocer a los ciudadanos para que se forjen un criterio a partir de la información. Y es que López Obrador se dijo convencido de la máxima con la que se regían los liberales: se puede gobernar con la fuerza de la opinión pública, tal y como el trata de hacerlo con las llamadas consultas a la ciudadanía para resolver asuntos peliagudos.

El Presidente insistió en el combate a la corrupción como su divisa de gobierno aludiendo a la cuestionada adquisición de 700 ferro tanques en una operación en la que se dieron 400 millones de pesos como anticipo a cambio de nada. Pese a ello, censuró López Obrador, Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó una denuncia que ni un pasante de derecho la haría, genérica, sin pruebas y se cometió el fraude. Hasta ahora no hay justicia, dijo y subrayó que en este caso no será aplicado el punto final.

Durante su conferencia matutina, para dimensionar los alcances de la corrupción, López Obrador precisó: Es que Pemex y el gobierno en general estaban al servicio de gente sin escrúpulos morales. Estaban tomadas las instituciones, secuestradas por bandoleros, por una pandilla de rufianes, de corruptos. Para dar el balance de la situación tras la tragedia en Hidalgo, fue consultado sobre el surgimiento de una nueva organización sindical en Pemex y los presuntos vínculos de Romero Deschamps sobre denuncias por corrupción.

Ahí reiteró “No protegemos sindicatos, no protegemos a líderes sindicales. El gobierno no tiene dirigentes preferidos, no hay línea de proteger a nadie, respondió en torno a la viabilidad de la nueva organización”.

Sin embargo, fue explícito sobre el proceder gubernamental en el caso de haber denuncias contra Romero Deschamps. También deben existir las denuncias, sería muy bueno que en este caso se sepan, y como se está planteando, lo voy a solicitar. Si existen denuncias, para tener elementos: que se dé a conocer cuándo se presentaron, que no sea sólo la nota periodística, con todo respeto, sino que haya papeles.

El jefe del Ejecutivo federal señaló que la autoridad competente debe actuar, porque yo estoy seguro de que con los cambios en la Fiscalía General de la República (FGR), todo esto va a ir mejorando, no va a haber la impunidad esta que existe de 99 por ciento, que es una vergüenza”.

De los varios saldos de la explosión del ducto en Hidalgo se ha informado que Los fallecidos y heridos son el eslabón más débil dentro del robo de combustible, afirma la autora de 4 libros sobre corrupción en Pemex. La explosión derivada de una fuga de combustible en un ducto de Pemex en el municipio de Tlahuelilpan, que dejó un saldo preliminar de 21 muertos y al menos 71 heridos, por lo que el Ejército mexicano activó el Plan DN-III para atender la contingencia,

El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, explicó que por la tarde del viernes se registró una fuga en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), localizado por la zona de Tula, lugar al que se trasladaron pobladores para recolectar el combustible en cubetas y bidones. Así estuvieron por al menos 2 horas, hasta que ocurrió la explosión.

El presidente Andrés Manuel López Obrador envío un mensaje sobre la situación a través de su cuenta en Twitter: Al estallar, el combustible creó una especie de barrera de fuego donde se encontraba la mayor cantidad de personas. Es en este punto, donde las autoridades creen que puede haber más personas fallecidas ya que era el sitio donde había más combustible.

Pemex informó que ante la explosión en un ducto en el poblado de Tlahuelilpan, Hidalgo, de forma inmediata se activó el plan del Grupo de Respuesta y Atención para Manejo de Emergencias. Indicó que para atender la emergencia se puso a disposición de la población afectada, como una primera etapa, 11 ambulancias, 13 médicos de urgencias y dos especialistas, además de que se activó la alarma verde en el Hospital de Tula.

La empresa productiva del Estado agregó en un comunicado que los heridos con quemaduras graves serán referidos al Hospital Norte y Sur de la Ciudad de México. Por su parte el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, hizo un llamado a la población a no ser cómplices en el robo de combustible. “Hago un llamado a toda la población a no ser cómplices en el robo de combustible. Esto además de ser ilícito, pone en riesgo tu vida y la de las familias. Lo ocurrido hoy en Tlahuelilpan no debe repetirse”, escribió en su cuenta de Twitter.

En el también céntrico estado de Querétaro, estalló otro ducto de Pemex en el municipio de San Juan del Río en la tarde del viernes, sin que hasta el momento se registren heridos o fallecidos.

El accidente ocurrió en un momento en la que varios estados mexicanos continúan con problemas de desabastecimiento de combustibles dos semanas después del inicio de la crisis debido al persistente sabotaje de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), que impide un restablecimiento total del suministro y que llevó al Ejecutivo a reforzar la seguridad en la zona.

La tragedia ocurrida en una toma clandestina de combustible en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, donde murieron 89 personas y 70 resultaron heridas, fue una tragedia anunciada. Así lo afirma la periodista y escritora Ana Lilia Pérez, autora de cuatro libros sobre la corrupción en Pemex y el robo de combustibles: Los fallecidos, los heridos: esta gente es el eslabón más débil dentro de la estructura del robo de combustible.

En entrevista con La Jornada, la autora de El cártel negro: cómo el crimen organizado se ha apoderado de Pemex, advierte que en muchas comunidades de México grupos criminales obligan a los ciudadanos a participar en el robo de combustibles y se debe investigar si éste fue el caso de la tragedia de Tlahuelilpan.

“En muchas comunidades hay presión de grupos criminales para que la gente participe en el robo de combustibles. Hablé con una mujer que está pidiendo asilo político en Estados Unidos por esto: es el primer caso de asilo por huachicol. Ella va huyendo de su pareja que es un huachicolero en Guanajuato”. Son distintos efectos sociales del crimen del robo de combustibles. Pero también se tiene que analizar en el contexto a quiénes conviene que continúe esta práctica. Quien menos gana en esto es la gente de las comunidades que va a recoger el combustible que queda.

Explica que la negligencia que hubo durante los últimos sexenios para atender el problema ha dado como resultado el aumento de víctimas: A medida que creció el robo de combustible, de ser una práctica hormiga a volverse el principal botín del crimen organizado, también se vinculó a muchas comunidades como un efecto letal. Este es el rostro más vulnerable y vulnerado de todo el espectro criminal.

La periodista, que ha publicado numerosos reportajes de investigación sobre la corrupción de funcionarios de Pemex y de miembros de los gobiernos recientes, afirma que antes de las de Tlahuelilpan ha habido decenas de víctimas más por el robo de combustibles. Hay muchas otras víctimas de los últimos años, como trabajadores que denunciaron lo que estaba ocurriendo todos estos años y fueron desaparecidos; trabajadores siniestrados por negligencia y no les dieron la indemnización debida. Cuando permiten operación criminal en esta industria están jugando con la vida de los trabajadores.

Califica como injustas estas pérdidas humanas: Esta escena de Tlahuelilpan se repite en muchas zonas del país, pero ahora es más lamentable por el número de víctimas. Esto ha escalado del nivel de violencia al de tragedia por la pérdida de vidas humanas. Sin embargo, no es la primera vez

Cuando hay manipulación de válvulas muere gente, y en esta zona de Hidalgo ya había precedentes de tomas clandestinas. Esto es el resultado del cúmulo de negligencia y encubrimiento a este delito que creció involucrando a las comunidades. Esa era una toma clandestina y manipulada. Cuando se hace una toma, primero la ordeñan y a la vez se convoca a gente de las comunidades para que participe en el robo. En Puebla, por ejemplo, se le cobra a la gente por entrar a recoger combustible, como un peaje, como un derecho de piso, para llevarse lo que queda de una toma clandestina.

Primero debe hacerse la investigación a fondo: Habrá que saber quién hizo previamente la toma y las condiciones en las cuales esta gente se suma a la sustracción ilegal de combustible. Es muy triste y descorazonador porque la gente sabe que están incurriendo en algo ilícito, pero además que es un riesgo para ellos mismos. Es una actividad de alto riesgo y los trabajadores, para acercarse a una instalación o a sellar una toma, usan equipos de protección.

–¿Quién es el responsable de esta tragedia? ––Cuando se habla de responsabilidades habría que ser muy cuidadosos en hacer juicios de valor. Primero se requiere un peritaje. Eso dará la causa de raíz. El opinar sin esos resultados es irresponsable. Lo que hay que ver son los escenarios, las circunstancias. El resultado determinará el nivel de responsabilidad de cada uno, desde quienes hacen la toma, en las circunstancias que se hizo y lo que provocó el siniestro.

Algunos culpan a las personas que estaban robando. –Tampoco es así. Tenemos las condiciones en que estaba esta gente, que en muchas zonas está obligada a trabajar para grupos del crimen organizado. Es una realidad. Y también el tema de la pobreza. –Se responsabiliza al Ejército, que ahí estaba y no actuó.

–No se puede hacer un juicio tan reduccionista y señalarlos porque no actuaron: se tienen que analizar las circunstancias. Y el gran problema es todo el contexto que se tiene en esas comunidades. El huachicolero llegó a suplantar al narcotraficante. En muchos casos es lo mismo. En Guanajuato, por ejemplo, las drogas las controlan los mismos huachicoleros. Se requieren estrategias integrales dentro de la cultura de la legalidad. Ésta no se puede exigir cuando el ciudadano tampoco está dispuesto a ser legal.

Era una tragedia anunciada, tan anunciada que previamente en ordeñas y tomas mal manipuladas ya había habido muertos. Un ducto es una instalación de alto riesgo. Por eso está prohibido construir, manipular o excavar en torno a ductos. Si están manipulando la toma mientras sale el chorro y están ahí, por supuesto que se corre un riesgo tremendo. ¿Qué circunstancias llevaron a la gente a estar ahí? Eso es lo que debe analizarse a fondo. ¿Fue su propia circunstancia de pobreza a pesar de saber que se corre riesgo, o bien, participaron por presión del crimen?

–Todas las tomas clandestinas son coordinadas: Todo está perfectamente coordinado. Se llama y dicen que van a cargar, y se organiza todo porque se sabe que habrá una sustracción y que va a llegar la gente. Hacen el anuncio. En este caso no sé si fue así.

¿Pudo ser accidente o atentado? ––Se tendría que revisar. Eso le tocará a las autoridades y los peritajes. Nadie puede descartar nada en estos momentos, hasta que ofrezcan las pruebas de la investigación.

¿A los propios huachicoleros les convenía que hubiera una tragedia? –No puedo opinar al respecto. Es muy delicado. Lo que sí creo es que hay una resistencia muy grande para abandonar este negocio, porque les resultó más redituable que el de las drogas. La periodista, que lleva más de 20 años investigando la corrupción interna de Pemex, publicó su primer libro sobre este tema en 2010: Camisas azules, manos negras. El saqueo de Pemex desde Los Pinos, y fue tirando del hilo de la investigación en los siguientes sexenios.

“El robo de combustible viene desde Carlos Salinas de Gortari, y luego, con Ernesto Zedillo, en una intensidad mayor empieza a crecer dentro de la industria petrolera. El ordeñar barcos, pipas, era algo del entorno petrolero. Pero con Vicente Fox empieza la modalidad de toma clandestina, con Felipe Calderón ésta crece más, pero empieza la incorporación de cárteles de la droga en el negocio”.

Añade: “Es cuando los Zetas empiezan a operar mucho en la sustracción de la cuenca de Burgos y en el golfo, en tomas clandestinas. Y hay una mayor penetración desde las estructuras de sustracción y distribución de combustible. Se fortalece el mercado negro. Y siguen las tomas al alza; ya con Enrique Peña Nieto empieza la incorporación de gente de las comunidades en estas actividades. A medida que crece la participación de la sociedad, el mercado crece y demanda más mano de obra”.

¿Por qué el mercado negro fue creciendo afuera cada vez más?  –Porque había empresarios del sector que estaban entrando como compradores del mercado criminal. Transportistas, contratistas que eran copartícipes de estas actividades, y en vez de que Pemex investigara se les permitían estas prácticas. Todo fue creciendo porque se podía hacer, por la impunidad.

¿Y los huachicoleros de cuello blanco?  –Eso es muy importante. El problema tiene que solucionarse y para ello es necesario investigar, detener y atender el delito de cuello blanco, porque es parte de esta estructura criminal, y que se les detenga, que sea ejemplar la justicia. Que no se mire a los eslabones débiles sino a las estructuras de raíz, y eso incluye la criminalidad de cuello blanco. Tenemos que asumir que este es un problema de Estado y cada uno de nosotros debemos ser parte de la cruzada contra el huachicol, es una tarea de toda la sociedad. Sin tintes políticos y necesariamente atendiendo el delito de cuello blanco”.

La periodista que hizo la revelación de los contratos que el ex secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño recibía de Pemex mediante prácticas de tráfico de influencias y conflicto de intereses, considera que la solución al robo de combustibles involucra a toda la sociedad.

Por lo demás, creo que todos estamos bien.