- Los multimillonarios aumentaron en 2018 sus fortunas en dos mil 500 millones por día
RedFinancieraMX
La desigualdad en la riqueza global se amplió el año pasado a medida que las fortunas de 26 multimillonarios es igual a los bienes que poseen tres mil 800 millones de pobres, denunció hoy la organización Oxfam Internacional en su informe anual.
De acuerdo con la organización internacional sin fines de lucro, los multimillonarios aumentaron en 2018 sus fortunas en dos mil 500 millones por día, mientras que la mitad más pobre de la población mundial vio reducir sus bienes en un 11.0 por ciento.
El informe, publicado mientras que líderes políticos y empresariales se reúnen este lunes en Suiza para el Foro Económico Mundial en Davos, muestra la creciente brecha entre ricos y pobres en todo el mundo, desigualdad que afecta especialmente a las mujeres y niñas
Bajo el título “Bienestar público o beneficio privado”, el documento destacó que la desigualdad entre ricos y pobres “está socavando la lucha contra la pobreza, dañando nuestras economías y alimentando la ira pública en todo el mundo”.
Además, revela cómo los gobiernos están exacerbando la desigualdad por la falta de financiación de los servicios públicos, como la salud y educación, al conceder beneficios fiscales a las grandes empresas y las personas más ricas, y al no frenar la evasión fiscal.
“A pesar de que el número de milmillonarios prácticamente se ha duplicado desde el inicio de la crisis económica (entre los años 2017 y 2018 surgía un nuevo milmillonario cada dos días), las élites económicas y las grandes empresas tributan a los tipos impositivos más bajos de las últimas décadas”, destacó.
Si el 1.0 por ciento de los más ricos pagaran solo un 0.5 por ciento más de impuestos sobre su riqueza, podría recaudarse más del dinero necesario para escolarizar a 262 millones de niñas y niños que actualmente no tienen acceso a la educación y proporcionar asistencia médica a 3.3 millones de personas, agregó.
“En 2015, tan solo cuatro centavos de cada dólar recaudado a través de impuestos correspondían a impuestos sobre la riqueza, como el impuesto sobre sucesiones o sobre la propiedad, ahora estos tipos de impuestos se han reducido o incluso eliminado en un gran número de países ricos y apenas se aplican en los países en desarrollo”, abundó
La organización recordó que también se han reducido drásticamente los tipos impositivos aplicables a las grandes empresas y a las grandes fortunas. “Por ejemplo, en los países ricos, el tipo marginal máximo en el impuesto sobre la renta personal se ha reducido, pasando del 62.0 por ciento en 1970 al 38.0 por ciento en 2013.
En los países en desarrollo, el tipo marginal máximo en el impuesto sobre la renta personal se sitúa, en promedio, en el 28.0 por ciento, mientras que en algunos, como Brasil, el 10.0 por ciento más pobre de la población dedica al pago de impuestos un porcentaje mayor de sus ingresos, que el 10.0 por ciento más rico.
El equipo de Oxfam también realizó cálculos para América Latina y el Caribe, donde aumentó también la riqueza de los milmillonarios, mientras que la pobreza extrema continuó creciendo, alcanzado su nivel más alto desde 2008 y afectando a 62 millones de personas, el 10.2 por ciento de la población.
“La fortuna de los multimillonarios aumentó en un 10.0 por ciento en el último año, es decir, 36 mil millones de dólares, mientras el 20.0 por ciento más pobre de la población, que equivale a 130 millones de personas, vio aumentar sus deudas”, agregó.
La fortuna acumulada de los milmillonarios, precisó la organización, asciende a 414 mil millones de dólares, un monto mayor al Producto Interno Bruto (PIB) de casi todos los países de la región, excepto Brasil, México y Argentina.
Con el dinero que las empresas dejan de pagar cada año por beneficios fiscales en el impuesto sobre la renta, se podría contratar a 93 mil médicos en Guatemala o 349 mil en Brasil, construir 120 mil viviendas en República Dominicana o 70 mil en Paraguay, y contratar a 94 mil docentes en Bolivia o 41 mil en El Salvador.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, consideró que los gobiernos deberían actuar inmediatamente para lograr cambios reales asegurándose de que las grandes empresas y las personas más ricas paguen los impuestos que les corresponden justamente.
Invirtiendo, agregó, este dinero en servicios gratuitos de educación y salud que satisfagan las necesidades de toda la población, incluidas las mujeres y las niñas, quienes se ignoran con demasiada frecuencia.
“El tamaño de su cuenta bancaria no debe dictar cuántos años pasan sus hijos en la escuela o cuánto tiempo vive; sin embargo, esta es la realidad en muchos países del mundo”, indicó.
Byanyima consideró que mientras que las corporaciones y los súper ricos disfrutan de bajas facturas de impuestos, a millones de niñas se les niega educación básica y muchas mujeres mueren por falta de atención médica de maternidad.
“Los Gobiernos pueden construir un futuro más prometedor para todas las personas y no solo para una minoría privilegiada”, subrayó la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, cuyo lema es: “trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento”.