- En el último año, Hidalgo y Puebla encabezaron la lista
RedFinancieraMX
El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, destacó que de 2016 a la fecha, alrededor del 80 por ciento de las tomas clandestinas reparadas en el país se concentraron en siete estados.
En conferencia matutina en Palacio Nacional, en compañía del presidente Andrés Manuel López Obrador, el funcionario Federal señaló que dichas entidades son Hidalgo, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Estado de México y Tamaulipas.
Octavio Romero dijo que, en 2016, Puebla ocupó el primer lugar entre los estados con el mayor número de tomas clandestinas reparadas, con mil 533; seguido de Guanajuato, con mil 309; mientras que ese mismo año Hidalgo solamente registró 344 tomas.
En 2017, Guanajuato ocupó el primer lugar, con mil 852 tomas; seguido de Puebla, con mil 443; en tanto que Hidalgo fue el cuarto lugar, con mil 64; en tanto que para 2018, Hidalgo fue el primer lugar, con dos mil 121 tomas; seguido de Puebla, con dos mil 72.
Y en lo que va de este año, Hidalgo ha registrado la reparación de 164 tomas clandestinas, con lo que se ubica nuevamente en el primer lugar; seguido de Guanajuato, con 72 tomas, así como Veracruz, con 67 tomas clandestinas reparadas.
Explicó que de las tomas mil 64 tomas clandestinas registradas en Hidalgo en 2017, 38 fueron en Tlahuelilpan; de las dos mil 121 tomas observadas en 2018, 23 fueron en dicho municipio, y de las 164 tomas en lo que va del año, tres fueron en Tlahuelilpan.
De igual forma, informó que hubo seis tomas clandestinas con incendio en Hidalgo en 2017, de las cuales, 50 por ciento fueron en Tlahuelilpan; en 2018 fueron seis, dos de las cuales ocurrieron en dicho municipio, y en este año, una.
Por otra parte, comentó que desde que desde el 21 de diciembre pasado, desde que se inició con el monitoreo de los ductos, existe una coordinación entre Petróleos Mexicanos y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Añadió que desde el primer momento que se tuvo conocimiento de la fuga, se cerraron los ductos y se seccionaron las válvulas para evitar un desastre mayor, aun así, el tramo de los 14 kilómetros antes de Tula tiene una pendiente de 100 metros, por lo que la presión seguía siendo alta.
En condiciones normales, explicó, ese ducto trabaja a 20 kilogramos de presión, por lo que una vez que se cerró, en ese tramo de 14 kilómetros aún había una presión muy alta, del orden de los siete kilogramos, lo cual aún es muy alto.
“Es regresar prácticamente regresar el combustible sobre la válvula, si no hubiera habido toma clandestina ahí se retiene, pero al haber los agujeros, obviamente eso es lo que produce la fuente tan grande”.
Y cuando minutos después se generó la ignición en la chispa, “procedimos de manera paralela a informarle al presidente de la República, pero de inmediato a todo el personal de Pemex especializado para el tema de ambulancias y bomberos. Apenas se conoció el problema se reaccionó inmediatamente”, dijo.
Sobre una posible negligencia por parte de los trabajadores, o sobre el desconocimiento de los procedimientos por parte de nuevos empleados, dijo que “no me atrevería a negarlo ni a afirmarlo, vamos a revisar bien esto”, porque esa fue la instrucción del presidente.
A su vez, Andrés Manuel López Obrador señaló que sí se cambió parte del personal, puesto que en un día donde hubo más de mil pipas robadas, coincidió que quienes monitoreaban debieron de cerrar los ductos, pero no lo hicieron, y por eso se tomó la decisión de cambiar al personal en la dirección del monitoreo central de los ductos.
“Sí se cambió, pero no en toda el área. Estamos hablando del monitoreo central, básicamente, eso se intervino, pero no en todo. Además, el gobierno estaba invadido de corrupción… estaba hecho para facilitar la corrupción, esa es la realidad”, concluyó.