Entresemana

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  • No pasa nada…
  • Por Moisés Sánchez Limón

 

RedFinanciera

 

¡Señoras y señores!

Xóchitl Gálvez no se va. Recorrerá el país nuevamente; irá a agradecer el voto depositado a su favor el pasado domingo 2 de junio. Y escuchar a la gente.

Se sabe poseedora de un bono democrático de 16 millones 502 mil 697 votos y no niega la posibilidad de ir por la revancha en 2030.

¿Irá abanderada por el nuevo partido cuya creación se pulsa en el Frente Cívico Nacional o uno que ella impulse?

Todo en su momento, le dice a Carlos Loret en entrevista nocturna y refiere que trabajará tres días a la semana en su empresa –“porque debo vivir de algo”, refiere –. En el último día de agosto concluye su cargo de senadora. Irá jueves, viernes y sábado a escuchar a la gente, a la que no quiere quedarse en su casa viendo qué pasas con el país.

Otra vez en campaña al estilo de Su Alteza Serenísima. Piano, piano y…

Espera que Claudia Sheinbaum haga realidad terminar con la división, la polarización y la confrontación social y reprocha al oficialismo:

“No han sido generosos en la victoria. Son malos ganadores, son burlones y creo que eso no les ayuda. Deberían estar viendo cómo sumamos porque la cosa no es tan fácil. Vienen tiempos difíciles; Claudia no la tiene fácil”, acota.

¡Recórcholis, Marko!

Sí, ayer, 12 de junio, se cumplió un año de que fue a tocar la puerta a Palacio en busca de que López Obrador le diera el derecho de réplica, pero se lo negó y con ello pautó, sin querer queriendo, la decisión de Xóchitl de ir en busca de sucederlo en el cargo.

Ayer, después del curso intensivo de un año en precampaña y campaña política, Xóchitl no pierde la jovialidad y el ánimo, convencida de que su tarea no ha concluido. “¡Nos vemos en todo el país! Voy a ir, invítenme”, rubrica esta entrevista.

No, Xóchitl no se ha ido. Y sin duda su plataforma será el bono democrático que Andrés Manuel despreció en 2006 y debió esperar hasta 2028 para hacerse del máximo poder en México.

Por cierto, en tanto, en la acera de enfrente…

¡Ah!, la Princesa Caramelo y Su Alteza Serenísima decidieron viajar juntos, pero no revueltos en la gira del adiós, de él y, del agradecimiento, de ella.

Van a pueblear y a presumir logros y continuidad de la 4T.

“Somos parte del mismo proyecto”, dice la Princesa Caramelo.

“Es una bendición para México” dice de ella el licenciado presidente.

Pero, pero…

Ella viajará en vuelo comercial. Él, en su jet ejecutivo de pertenencia verde olivo por temor al qué le dirán. Oligarca que es.

Y es que se jacta de su gran popularidad, bienamado se asume, pero ya lo abuchean y chiflan y hasta le mientan la madre en las salas de espera de los aeropuertos civiles. Mejor la base militar o naval, arropado por soldados y marinos, almirantes y generales de las Fuerzas Armadas a las que, en sus sueños de poder, quería desaparecer.

Lo dijo y lo olvidó, con esa amnesia selectiva que lo lleva a insistir en que le hicieron fraude en los comicios de 2006, cuando Felipe Calderón le ganó cerradamente con 15 millones 284 votos; él obtuvo 14 millones 756 mil 350 sufragios.

De ahí le nació el odio, el rencor contra Calderón Hinojosa. En el cobro de facturas, rumió la derrota y olvidó que era dueño de un enorme bono democrático y se dedicó a dinamitarlo, cerró Paseo de la Reforma, desmadró a la capital del país y montó una kermés en el Zócalo para proclamarse “presidente legítimo”.

Por supuesto, seis años después, en los comicios de 2012 Enrique Peña Nieto le ganó con 19 millones 158 mil 592 votos; él obtuvo 15 millones 848 mil 827 sufragios.

¡Ajajá!

El caso es que aquello es historia en este proyecto que se sustenta en esa entelequia llamada Cuarta Transformación y toca el turno, en la, dizque consolidación del segundo piso de esta 4T a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, alzada en hombros por el Emperador Andrés Manuel, quien ha ideado esta gira por el país para pasear a su corcholata favorita.

¿A poco no?

Tanto que la Princesa Caramelo ha iniciado sus mañaneras, aunque son meridianas para no competir con las homilías que el Duce dicta en el Salón Tesorería de Palacio.

Ayer miércoles habló de las iniciativas de reformas constitucionales que, tal cual es el caso de la correspondiente al Poder Judicial, por instrucciones del licenciado presidente, en los estertores de su mandato, deberá aprobar la entrante LXVI Legislatura federal debe aprobar en septiembre próximo.

Conste que no hay línea del licenciado López Obrador. No, para nada, sólo ánimo democrático de quien va de salida.

¡Ah!, la princesita anuncia que habrá consulta popular en la ruta para la reforma del Poder Judicial. ¿Le recuerda la pitera consulta que el debutante presidente presumió en 2018 para dictar la cancelación de las obras del AICM en Texcoco, que implicó pérdidas por más de 300 mil millones de pesos?

La soberbia de los dueños del poder, como el desprecio del licenciado Andrés Manuel por lo que ocurre en los mercados bursátiles y el mercado cambiario, cuya inestabilidad va de la mano con los discursos de la Princesita Caramelo y del Rey de Chocolate en materia de la Reforma Judicial.

“Por eso –acusa el licenciado presidente– están equivocados, lo digo de manera respetuosa, quienes están pensando que vamos a dar marcha atrás al propósito de reformar al Poder Judicial, que está podrido, que está dominado por la corrupción, sólo porque hay nerviosismo financiero. No, porque sabemos que, si limpiamos el Poder Judicial… En el supuesto de que tengamos desajustes en la paridad, al mediano o al largo plazo eso nos va a ayudar a todos”.

¡Recórcholis, abogado Burgoa!

Xóchitl no se ha ido y le encantaría que nuevamente le cierren las puertas de Palacio Nacional, donde Su Alteza Serenísima ensalza a su hechura, quien por supuesto rechaza influencia e imposición de discurso y postura.

Se dice independiente. Pero su mentor recita:

“Claudia es muy estricta, recta, íntegra, honesta, inteligente. ¡Cómo va a permitir la corrupción! No, no, no, Claudia le va a seguir dando apoyo al pueblo. Y sabe muy bien, sabe perfectamente bien que una fuente de financiamiento importante está en no permitir la corrupción.

“Miren, o sea, que aquí nos vamos a seguir encontrando, nos vamos a seguir viendo”, prevé Andrés Manuel. ¿En serio? ¿Pues no que se jubila en agosto? Porfis, no se ría. ¡Zaz, Drakko!

sanchezlimon@gmail.com     www.entresemana.mx     @sanchezlimon1