- Persisten retos y riesgos inflacionarios
RedFinanciera
Debido a la persistencia de retos inflacionarios, provocados por los aumentos en precios de bienes y servicios, la Junta de Gobierno de Banco de México decidió mantener en 11% su tasa de referencia y elevó sus expectativas de inflación para este año.
La junta opinó que es necesario continuar con un manejo prudente de la política monetaria y tomó en cuenta los efectos de choques esperados que puedan incidir sobre la inflación por más tiempo que lo anteriormente previsto
Con su decisión de política monetaria, el Banco de México puso un freno a los recortes a su tasa de referencia en 11%, que había iniciado en marzo pasado.
La decisión del banco central estuvo en línea con las expectativas del mercado. La decisión fue tomada de manera unánime.
Eleva expectativas de inflación en 2024
Banxico elevó sus pronósticos de inflación para lo que resta de este año. El banco central espera que en el segundo trimestre la inflación se eleve a 4.6% desde el 4.4% anticipado previamente.
Para el tercer trimestre se espera que la inflación general suba a 4.4% desde el 4% estimado en la reunión anterior. Para el último trimestre de este año, se estima que la inflación sea de 4% desde un 3.6% que previó en marzo.
No obstante, Banxico espera lograr la meta puntual de mantener la inflación en un 3% en el cuarto trimestre del 2025.
Antes de que se diera a conocer la decisión del banco central, el Inegi publicó el dato de inflación correspondiente a abril en el que la inflación se ubicó en 4.6%.
La inflación aceleró en abril ante el encarecimiento de productos agropecuarios indispensables en la canasta básica como el jitomate, el chile serrano y el tomate verde.
Se explicó que durante el primer trimestre de 2024, la actividad económica global se habría expandido a un ritmo mayor al observado en el trimestre anterior. En diversas economías avanzadas, las inflaciones general y subyacente continuaron disminuyendo, si bien en algunos casos aumentaron en sus lecturas más recientes.
Agrega que la mayoría de sus bancos centrales mantuvieron sin cambio sus tasas de referencia. En un entorno de mayor aversión al riesgo, los mercados financieros internacionales exhibieron volatilidad.
RIESGOS GLOBALES
Las tasas de interés gubernamentales a nivel global presentaron aumentos generalizados y el dólar estadounidense se apreció.
Entre los riesgos globales destacan el agravamiento de las tensiones geopolíticas, la prolongación de las presiones inflacionarias, condiciones financieras apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera.
En México, respecto de la última reunión de política monetaria, las tasas de interés de valores gubernamentales de mediano y largo plazos aumentaron. El peso mexicano exhibió episodios de volatilidad. Se anticipa que la debilidad de la actividad económica registrada en el último trimestre de 2023 se haya extendido al primero de 2024. El mercado laboral continuó presentando fortaleza.
La inflación general anual aumentó de 4.40 a 4.65% entre febrero y abril. Este incremento fue reflejo de un aumento en la del componente no subyacente. La inflación subyacente, que refleja de mejor manera
la tendencia de la inflación, siguió disminuyendo al pasar de 4.64 a 4.37% en el mismo periodo. Las expectativas de inflación general y subyacente para el cierre de 2024 exhibieron un ajuste al alza. Las de mayor plazo permanecieron relativamente estables en niveles por encima de la meta.
Se anticipa que el proceso desinflacionario continúe. Sin embargo, considerando la perspectiva de que los choques inflacionarios tarden más tiempo en disiparse, los pronósticos de inflación general y subyacente se ajustan al alza para los siguientes seis trimestres. En particular, se prevé que la inflación de servicios presente un comportamiento más persistente respecto de lo anticipado previamente. Así, ahora se espera que la inflación general converja a la meta en el cuarto trimestre de 2025.
Estas previsiones están sujetas a riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente; ii) depreciación cambiaria; iii) mayores presiones de costos; iv) que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada; v) afectaciones climáticas; y vi) escalamiento de conflictos geopolíticos.
A la baja: i) una actividad económica global menor a la anticipada; ii) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y iii) que los niveles del tipo de cambio mitiguen ciertas presiones sobre la inflación.
Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.